lunes, 29 de julio de 2013

CROSS MR + DESAFÍO LOS CARANCHOS


Otro fin de semana "a full" con las carreras. Empezó el sábado, con la 3a. y última fecha del campeonato de Cross Country organizado por El Cantero MR, en esta ocasión sobre un recorrido total de 5.6 Km en el Parque Rivera (Montevideo). ¿Qué decir de esta excelente idea de Mauricio Ramírez?
Nos permitió recorrer tres parques (Canteras del Parque Rodó, Roosevelt y Rivera), en carreras por terrenos variados a los que muchos no están acostumbrados, y a la vez homenajear a tres equipos de corredores (Coyotes, Cimarrones y Rojos). Tuve la fortuna de poder participar en las tres instancias, aunque no me gané ninguno de los premios sorteados. "¿No querés sopa? Tres platos", decía la promoción de la serie. Y pude disfrutar de esos tres platos de sopa, por arena, trillos de pasto, tierra, algo de barro y también asfalto. En la foto, estamos junto a los compañeros "sureños" Leandro Barrella, Ruben Trillas, José Cumini y Yamandú Boni (no es "sureño", pero casi...).

La jornada sabatina, más que invierno parecía una preciosa tarde primaveral. Completé el recorrido de 5.6 km. en un tiempo neto de 28:04 (5:01/km). Al final, Mauricio sorteó una interesante cantidad de premios aportados por Motociclo Sports (Malvín) -¿aprendí bien, no profe?-, en particular calzado deportivo Salomon, camperas y remeras Saucony. "Por cambios, deben hablar con Arianne o con Diego, pero siempre por productos de las mismas marcas", dijo hasta el hartazgo el Profe...

El domingo, fue el momento del denominado "Desafío Los Caranchos" organizado por Toros Eventos Deportivos (Prof. Ruben Trigo), con dos distancias -10 y 21 km- en la zona de Sierra de las Cañas sobre la ruta 39. El año pasado también participé en la 1a. edición de esta carrera, que recorre lugares muy bonitos de la zona este del país.
Asistimos junto a los compañeros D-Mentes Andrea Ayala y Jorge Nin, y el amigo Adolfo Fernández (integrante de Última Fila). Llegamos alrededor de las 10.30 y la hora de largada estaba prevista para las 11.00, así que pudimos retirar el kit de la carrera sin dificultades. Finalmente, la carrera se largó un poco más tarde, alrededor de las 11.20.

Encontré grandes amigos de estas disciplinas, que hacía un tiempo no veía. En particular, destaco a Omar Felip-Arbo y Miguel Ángel Rivadavia, con quienes estuvimos conversando en la previa y sacándonos algunas fotos, además de intercambiar novedades sobre los desafíos que estamos planificando. En la previa, el objetivo era marcar un menor tiempo que el año pasado, donde había hecho un total de 2:19:00.

Salimos por el costado de la ruta, para ingresar rumbo a las sierras por un camino de tierra con leve bajada, donde el amigo Elbio Carrasco iba un poquito más adelante (es el de campera y calzas largas). El ritmo fuerte me llevó a marcar el mejor promedio de toda la carrera en el K2, donde puse 4:28 (un promedio propio de una carrera de calle de 10 km, para mis condiciones).

Después de unos 4 kilómetros sobre trillos de campo, empezaron los cruces de agua y barro, como se puede apreciar. Empezamos la larga subida hasta el punto más alto de la sierra, intercalando trillos de pasto con caminos de tierra. En el Km. 5,5 estaba el primer puesto de hidratación, donde Silvia Brito además tomaba fotos.


La que sigue, es precisamente una foto tomada por Silvia, en el momento que cruzaba por ese puesto. Siguió un tramo por dentro del monte, con mucho barro, que hacía peligroso el avance. Salimos y corrimos por el costado de un alambrado, entre piedras y plantas con espinas, además de alambres y postes tirados en el suelo que habían sido cambiados en alguna alambrada reciente.

Completé los 10 Km en un tiempo de 57:45, mejor de lo esperado, tramo donde ya iba junto a Adolfo y Elbio. En el K 10,5 estaba el 2do. puesto de hidratación, donde iniciamos el retorno. En ese momento, ingerí un sobre de carbohidratos en gel.

Pudimos sostener el ritmo sin mayores dificultades, caminando en las subidas más pronunciadas para no fundirnos. Por ejemplo, el ritmo más lento -7:16- lo marqué en los kilómetros 8 y 12, en la zona de más lodo dentro del monte, entre piedras y ramas.


En el K 15,5 nuevamente llegamos al puesto de hidratación, donde iba junto a Elbio en tanto Adolfo se había ido unos metros adelante... pero se equivocó en el recorrido junto a otros corredores e hizo unos 300 metros más.

Nos juntamos nuevamente con Elbio y Adolfo, para hacer los últimos 2 kilómetros a un ritmo digno, por el camino de tierra por donde habíamos ingresado, en tanto en lo alto se divisaba a los caranchos -que le dan nombre a la carrera- que volaban en círculos. Llegando a la meta, con Adolfo nos mandamos un pique "enfermizo"... que ganó Adolfo, en muy buena ley. Completamos el recorrido en un tiempo neto de 2:03:42 (5:53/km), algo más de 15 minutos menos que el año pasado, así que quedé muy conforme con el resultado, pues bajé en 44 segundos el promedio por kilómetro. Y a ello le agrego que el sábado de tarde ya había hecho el cross country en Parque Rivera. No hay caso; como señala Berni Frau, nada como el entrenamiento consistente y la competencia, para mejorar el rendimiento.

Alcancé las 260 carreras desde que arranqué a correr en agosto/2006, totalizando 4.121,9 km (un promedio de 15,9 km por carrera). En este año 2013, llevo 597,9 km (85,4 km en competencia por mes, algo más de un par de maratones, podría decir). Sigo sumando kilómetros para el gran desafío del año: la CCC en el Mont Blanc, a fines de agosto.

A los compañeros de aventuras, un enorme gracias por la excelente compañía. A los organizadores, las felicitaciones por el circuito y la asistencia brindada, con un recorrido completo que no tiene nada que envidiarle a muchos lugares por donde se corre en el exterior. Nos vemos en la ruta.

domingo, 21 de julio de 2013

En el fin de semana más frío, muchos kilómetros: Cerro Pan de Azúcar y Florida

 Este fue un fin de semana distinto en lo afectivo, aunque muy similar a los anteriores en las actividades deportivas. El sábado -en el Día del Amigo- con un frío de los más crudos del año, con Pablito Lapaz pusimos rumbo al Cerro Pan de Azúcar para hacer un entrenamiento fuerte, pensando en el desafío que nos espera en ocasión del Ultra Trail del Mont Blanc.
 A las 7:30 AM partimos de Montevideo, para llegar a nuestro destino a las 9:00. Prácticamente no había nadie en la reserva de fauna, salvo los cuidadores que le daban de comer a los animales autóctonos. Con Pablo, hicimos la subida y bajada del cerro en tres ocasiones, por el camino marcado entre las piedras y monte, en un tiempo total de unas 2 horas 30 minutos.
 Ahí lo tienen a Pablo junto a la cruz que está en el punto más alto del cerro. Además de llegar hasta allí, en la primera ocasión subimos por la escalera que está dentro de la cruz, para tomar algunas fotos del precioso espectáculo que se puede observar, hacia cualquier punto. El viento que soplaba, hacía que el frío se sintiera particularmente duro.
 Las piernas sufrieron bastante, pero es necesario intensificar el entrenamiento para las duras condiciones que nos esperan en los Alpes. Además, la capacidad aeróbica se pone a prueba, entrenando también la respiración en los tramos más duros, y la recuperación en las partes más suaves. Los consejos de Pablo -con toda su experiencia- me vinieron muy bien para disfrutar de una mañana espectacular.A las 13.30 horas ya estábamos por Montevideo, así que pudimos cumplir con la consigna en un tiempo muy razonable, prometiéndonos volver a cumplir con estos entrenamientos antes de nuestro viaje.

¿Qué mejor que compartir con un grande, en el día del amigo? A la tarde, fue el tiempo para recordar a dos grandes amigos que se me fueron en los últimos meses: mi padre ("un padre, más que padre es un amigo", siempre me recordaba), y Pedro Luis Rodríguez ("a pesar de todo... sonrían"). Extraño las conversaciones con ellos; quizás sea la mejor forma de honrar su memoria. Por eso, estuve escuchando a Alberto Cortez cantando "Cuando un amigo se va" ayer por la tarde, durante varias veces.

Aunque dudaba si ir hoy domingo a cumplir con una nueva fecha del campeonato de 10 Km de la AAU en Florida, dado que ayer en la tarde me sentía bien, decidí concurrir. Combiné con Víctor Trillas y fuimos con Marcelo Bariatti en su camioneta.

¡Qué frío hacía esta mañana! Entre mate y mate, a las 10:20 llegamos a nuestro destino. La largada se demoró un poco, ya que finalmente salimos a las 11:20. El sol se había ocultado un poco a esa hora, así que el frío se hacía sentir. 


 En la previa, encontramos a los amigos que fin de semana tras fin de semana, nos permiten disfrutar de un muy buen rato. Entre ellos, Osmar Telis y Gabriela Cabrera, que retornaron de su participación en la Maratona do Río y su viaje por el Amazonas.

La primera vuelta fue cumplida prácticamente sin entrar en calor. El cielo nublado más el pasaje durante el primer kilómetro por el Parque Robaina, se hicieron sentir. Ello me permitió marcar buenos tiempos durante esos primeros 4.8 km, ya que pese al terrible "palo" que le dí a mi físico durante el día de ayer, siempre estuve alrededor de los 4:50/km. Sentía algo las piernas, pero igualmente me lo tomé como un "regenerativo" buscando bajar el ácido láctico y mitigar los dolores musculares, cosa que pude cumplir.

 En la 2a. vuelta, encontré al amigo Poroto junto a un atleta con la camiseta de Cerro, lo que me permitió recordar al amigo Carlos Da Silva ("Cerro Cerro"), cuando el Tiki Olivera (Peñarol) y Piero Pinotti (Olimpia) venían un poquito más atrás. Aquí recién habíamos salido del Parque y teníamos un tramo con leve subida, que se hacía sentir.

Finalmente, en los últimos dos kilómetros pude apretar un poco el paso y volver a bajar los 5:00/km, para completar el recorrido total de 9.66 km en un tiempo neto de 47:44 (un promedio de 4:57/km).

Apenas llegamos y considerando el frío que hacía, decidimos volver. En la foto, Romy Fernández -nuestra compañera de equipo- saluda llena de alegría. Es que es una "estrella" en la propaganda de Clínica Elbaum.

Obviamente, quedé muy satisfecho con el desempeño durante este fin de semana, ya que pude entrenar fuerte para el Mont Blanc, y a la vez cumplir con una nueva fecha del campeonato, cuando muchos se quedaron en "casita" por el frío.

Nos vemos, en la ruta.

jueves, 18 de julio de 2013

Prueba superada...

Marciano Durán, en su "Esos locos que corren", se quedó corto. En la mañana de hoy, con lluvia, frío y un fuerte viento (sudestada) que hacía volar el agua del mar sobre la rambla, algo más de 20 corredores amateurs nos dimos cita en El Cantero Ejido a las 9:30, invitados por el Profe Mauricio Ramírez.


El "pretexto" fue hacer el "Fondo Constitución" con motivo de un nuevo aniversario de la Jura de la Constitución, corriendo durante 18 kilómetros. Obviamente, las condiciones hacían imposible correr por la rambla, pero no nos impedían entrenar... Así que no dudamos y nos pusimos a trotar, subiendo por la calle Ejido hasta 18 de Julio, donde tomamos rumbo al Obelisco para seguir hasta la rotonda de la fuente en el Parque Batlle, girar a la derecha y hacer la circunvalación al Estadio Centenario, para tomar nuevamente hasta 18 de Julio. Hicimos todo el recorrido de nuestra principal avenida hasta la Plaza Independencia, giramos -algunos que venían más atrás, siguieron hasta la escollera Sarandí- y de ahí terminamos en el punto de arranque. La mayoría hicimos 12.7 km, en mi caso en un tiempo de 1:05:40 (5:11/km).

Los pocos transeúntes que a esa hora andaban por el centro y nos veían pasar, nos alentaban. Pudimos apreciar algunas partes de Montevideo, que normalmente no vemos cuando andamos en el día a día. Entre ellas, la increíble iglesia que se construyó en el Cordón (algo así como "Jesucristo es la respuesta"). Impresionante, debe ser el edificio más lujoso de toda la principal avenida. ¿Dónde iremos a parar? En fin... este es un espacio para comentarios deportivos, así que lo dejo por ahí.

Por suerte, el escaso tránsito nos permitió trotar sin mayores dificultades, salvo las condiciones del clima. Una periodista de Canal 12 que nos captó, comentó al aire que con seguridad los maratonistas que andaban entrenando, estaban realmente locos. ¡Cuán equivocada está! ¡Estamos vivos y disfrutamos de lo que tanto nos gusta!

El próximo sábado, con sensaciones térmicas de algunos grados bajo cero y posible caída de agua-nieve en las zonas más altas, nos vamos con Pablo Lapaz a entrenar al Cerro Pan de Azúcar. Prometo fotos y crónica.

miércoles, 17 de julio de 2013

Algunas reflexiones sobre el deporte amateur, doping e "ídolos" (por Berni Frau)


El amigo Bernardo Frau ("Mr. Gramo") -compatriota radicado en Argentina hace ya varios años-, con quien aparezco en la foto tomada en la 2da. etapa del Raid de los Andes disputada a 3.450 msnm en Salinas Grandes (Jujuy) a principios de mayo, me hizo llegar un mensaje que quiero compartir, pues caracteriza muy bien a algunos "ídolos caídos en desgracia" y destaca el valor del deporte amateur. Dice así:

¿Recuerda aquella foto gloriosa de Blake y Bolt en las Olimpíadas izando, haciendo flamear y tocar la gloria a la bandera de su país, la isla de los milagros atléticos?

Pues Blake se bajó de los cien metros en el mundial de Moscú que como Ud. ya sabe comienza el 10 de agosto. “Dolor de muslo”. Justo cuando otros cuatro compatriotas suyos fueron detectados positivos. Me hace acordar a un levantador de pesas argentinos que, citado a test en una olimpíada reciente, recordó de un instante para el otro que se le había muerto la vieja y se volvió de apuro al pago sin hacerse el test.

Bolt corre solo. Si Ud. y yo nos anotamos, salimos vicecampeones mundiales de los cien metros.

El Talla (se refiere al "Doc" Jorge Pereyra, alias "Tallarín") me decía en línea privada: “Debemos ser muy cuidadosos al escoger nuestros ídolos”. Sin duda. Es que los únicos ídolos válidos somos todos nosotros, los amateurs que dejamos el lomo antes y después del laburo, que sacrificamos vida social y hasta oportunidades laborales, que faltamos a casamientos y fiestas ganándonos el encono de la novia de un gran amigo (“¿ese se dice tu amigo?”) porque hay que madrugar para entrenar, los que nos “dopamos” con pastas y semillas y frutas y geles y nos persignamos en las líneas de largada y besamos de rodillas la foto de Emil -Zatopeck, por si no lo tiene claro- antes de cada competencia y vemos Carrozas de Fuego por vez número mil y no tenemos más equipo que nuestro o nuestra partner in life cuyo beso en una línea de llegada puede más que mil suplementos truchos. Que usamos las pocas vacaciones que tenemos para ir a correr por el mundo y nos bancamos que nos diga: “¿otra vez no vamos a la playa, parece, no?” Los que nunca hacemos podio ni salimos en notas y corremos serio riesgo de quedar fuera en las carreras con cortes. Los que nunca hemos cobrado un peso por correr porque nadie nos lo ha ofrecido, claro.

Ustedes son mis ídolos.

Un maestro, Berni, con una aguda y crítica visión de la realidad, junto a un humor inteligente, fino.

martes, 16 de julio de 2013

Otro fin de semana con mucho kilometraje corrido: Cross MR y Media Maratón Mario "Ciego" Vero


Esa frase en la propaganda de Salomon, sintetiza muy bien lo que buscamos a través de la práctica activa del atletismo. El pasado fin de semana fue muy prolífico en cuanto a la búsqueda de esa "mejor versión", ya que incluyó un par de carreras entre sábado y domingo.

El sábado disputamos la 2a. fecha de la serie "Cross MR" organizada por Mauricio Ramírez, en esta oportunidad sobre un total de 5,5 Km en el precioso Parque Roosevelt frente al Km 18 de la Avda. de las Américas, cuya 1a. fecha se corrió el sábado anterior en el Parque Rodó. En esta oportunidad, el grupo de corredores "homenajeado" fue el de Cimarrones, que se hicieron presentes en un buen número. Largamos de mañana, ya que a las 15.00 horas Uruguay jugaba la final del Campeonato Mundial de Fútbol Sub-20. Jornada fría y con una leve llovizna, que la hacía particularmente interesante para trotar en un terreno de cross.

Como se puede apreciar, llevé la cámara GoPro para registrar algunos de los tramos de la carrera. En particular, a la largada pude captar la caída de Ileana Cossa y su rapidísima recuperación, acompañada de los comentarios jocosos sobre la ingesta de bebidas alcohólicas... El Pollito Medina también se hizo presente con sus tres cámaras (sí, tres...), pero la llovizna nos jugó una mala pasada pues las finas gotas empañaron un poco las imágenes que pudimos tomar.
Me dediqué a trotar a ritmo sostenido, completando el recorrido total en un tiempo neto de 27:40 (5:02/km). También se hizo presente el compañero Elbio Carrasco, con quien compartí El Cruce Columbia y que también irá a la Half Mision en Passa Quatro, Minas Gerais en el mes de octubre, así que estuvimos conversando sobre algunos temas en común. Elbio también fue a correr la Media Maratón Mario "Ciego" Vero en Progreso, en la mañana del domingo 14.

A las 7:15 de la mañana del domingo, levanté al "Pollito" Medina en Avda. Millán y Bvar. Artigas, y pusimos rumbo a Progreso. Llegamos tan temprano, que recién estaban armando las instalaciones de la carrera frente a la Comisaría de la ciudad. En la foto, aparezco con los amigos Walter O. Peña y Alejandro Tabárez ("El Gauchito Legendario"). Hacía un frío "interesante", así que me abrigué para no sufrir las consecuencias del clima.
Con la carga de entrenamientos que traigo, decidí encararla con el objetivo de marcar no más de 1:50:00 (aprox. 5:13/ km) , para lo cual le dije a Nachito Zuffo -"pacer" de ese tiempo- que lo iba a acompañar. Sin embargo, salí un poco más rápido de lo indicado (4:22 en el primer kilómetro), para completar los primeros 5 Km en un tiempo de 24:00 (promedio de 4:48/km).

Corrimos por un largo camino asfaltado en bastante mal estado, para completar los primeros 10 km en un tiempo de 49:42. Giramos en U aproximadamente en el Km 11.5 para retornar al punto de largada. A esa altura, había alcanzado a Elbio Carrasco, así que fuimos trotando sostenidamente, superando corredores que ya iban sintiendo el esfuerzo, en tanto nosotros podíamos mantener el ritmo.

A falta de unos 500 metros para la meta, giré para ver a qué distancia venía "El Gauchito" y cuando nuevamente miré hacia adelante, me sentí bastante mareado, al extremo que me asusté. No tuve más remedio que parar y caminar hasta que me recuperé, sí, a falta de escasos metros para la llegada. Elbio me esperó y junto a Alejandro llegamos a la meta. Completé el recorrido total de 21.04 Km en un tiempo de 1:47:55 (5:08/km), 4o. en mi categoría (¡a 25 segundos de hacer podio!), mejor de lo esperado y a escaso 1:33 de mi mejor tiempo en la distancia, así que quedé muy conforme con el resultado.
El amigo Rubito Beledo quedó 3o. en su categoría, en un excelente desempeño. Recibimos una preciosa medalla recordatoria, que simboliza un racimo de uvas, característico de la producción de la zona de Progreso.
¡Ah! Por primera vez, corrí con el No. 001. Fui el "1" en algo... en inscribirme a la carrera.

Cumplí con mi competencia de pedestrismo No. 257, alcanzando en el presente año 2013 un total de 561.6 Km (equivalente a algo más de dos maratones por mes...). Sigo sin registrar lesiones, sumando entrenamientos para la CCC (Courmayeur - Champex - Chamonix) que me espera en ocasión del Ultra Trail del Mont Blanc, a fines de agosto.

Nos vemos, en la ruta.

lunes, 1 de julio de 2013

"A pesar de todo... sonrían"


"Sonriente, del bajo mundo, de la escuela y arte callejero, de valores inquebrantables y de un corazón inmenso. Amigo y padre, sereno y ansioso. Vestía de rojo cuando lo crucé por vez primera, allá por Brazo Oriental, zona de arrabales y guapos de antaño, barrio de laburantes y de poetas en el presente; ese, mi barrio.

Inexplicable como el enamoramiento, como la pasión, incontrolable como los latidos incesantes de nuestros corazones, así describo este sentir, este acompañamiento desde el alma a nuestro amigo, que ha sabido dar luz, a una entidad que lo reconoce, lo admira y lo aclama.

Es para mí, un enviado de Dios, alguien que iluminó no solo mi camino sino que su pasaje por esta vida, por esta entidad que le pertenece, no ha sido en vano. Creo que nos debemos esa pausa, de recordación, de plegaria, esa que le vaticinará a nuestro querido Pedro, ese espaldarazo final en este, su último viaje.
...
Dicen, que la alegría es más profunda que la pena.
Que esta amargura reinante, no opaque jamás la alegría inmensa de haberlo conocido.
Buen viaje querido amigo.

Edgardo Ramos Verde
Presidente A.A.U.

Así se despidió el Presidente de nuestra Agrupación, de este amigo. Una lucha desigual contra el cáncer, se lo llevó con apenas 51 años. Tuve el privilegio de conocerlo hace poco tiempo, cuando se integró con pasión y una enorme alegría a las carreras de calle. Como dijo Edgardo, del bajo mundo, de la escuela y arte callejero, de valores inquebrantables y un corazón inmenso. Materialmente tenía muy poco para ofrecer, pero espiritualmente fue un verdadero maestro en la vida, al extremo que los más chicos, esos que no miden costos ni hacen cálculos, lo reconocían como "Tío Pedro". No recuerdo cuando me lo crucé por primera vez, pero puedo decir que pudimos cultivar una amistad franca, profunda.

Fui parte de su primera aventura cuando debutó en la "distancia reina" en la Maratón de Rosario 2010, junto al menor de sus tres hijos con sus 18 años recién cumplidos. También fui privilegiado compañero de viaje en ocasión de la Maratón de Santiago 2011, cuando presencié con una mezcla de humor e incredulidad como el "Diputado Rodríguez" (como lo bautizó el Molékula Costa, por su fina estampa de caballero, quizás emulando a Don Luis Fernández Fariña), saludaba al Presidente Piñera en la previa de la carrera. Ni que hablar cuando lo ví llegar a la meta, después de haber regalado muchas banderas uruguayas durante el recorrido, con su sombrero "tanguero".

En ese 2011, fui uno de los impulsores de su elección y triunfo en el premio "Luis Fernández Fariña" que comenzó a otorgar la AAU (mediante voto secreto de los asociados) a quien se destacara por cultivar la amistad. La "frutilla de la torta" se cumplió cuando se puso al hombro la organización del viaje -con apoyo de la AAU- de más de 70 corredores a la Maratón de Santiago 2012, distribuidos en tres vuelos de Pluna. Sí, casi llenó un avión (en muchos casos, con gente que nunca había hecho un vuelo), y no lo hizo pues creo que la incomprensión de la empresa no le facilitó las cosas.

Fue uno entre diez hermanos, y un buen día terminó "en la calle", yendo a parar al INAU hasta que una familia adoptiva lo rescató. Nunca preguntó por qué, simplemente aceptó lo que le tocó y peleó con todas sus fuerzas, con la mayor de las alegrías. "No te imaginás lo que pasé en la vida", me decía. Humilde, viviendo en un asentamiento junto a sus tres hijos en una construcción levantada con sus manos, cargando cajones en un camión de Coca Cola y vendiendo café en el estadio, disfrutando a pleno del carnaval uruguayo y sus cuerdas de tambores, cultivando la amistad más allá de cualquier distinción, fue un referente para todos los que encaramos esta pasión por las carreras. Mi hija, en ocasión de un trabajo con motivo de sus estudios (Lic. en Comunicaciones), le hizo una entrevista y ahí pude conocer bastante a este amigo: "tengo una varita mágica", decía, que me abre todas las puertas. ... Mis hijos crecieron, punto, esto es para ellos y para vos -dijo, dirigiéndose a mi hija-, si a vos te sirve, estás estudiando, vamos adelante".



A mediados del año pasado, nos enteramos que se había operado. A partir de allí, comenzó una lucha desigual. Pese a todo, nunca perdió la sonrisa ni dejó de soñar. Recuerdo cuando en ocasión de la Media Maratón de Montevideo 2013, lo encontré caminando con dificultad por la zona de llegada y lo arrimé hasta un puesto en una feria vecinal, donde otros amigos lo esperaban para almorzar. Ahí me puso al día sobre su enfermedad y perspectivas. En contra de todas las indicaciones, había ido a ver a los amigos -que extrañaba-, a su hijo Emiliano que corría y también al de José Fernández (Olimpia). Con lágrimas en los ojos, me dijo: "No sabés cómo extraño todo esto".


El sábado lo despedimos, y ayer domingo corrimos una nueva fecha del campeonato de la AAU en Canelones, esta vez en su homenaje. En la foto, José Fernández (Olimpia, con la camiseta de Goes), Gerardo Basignani (Supersónicos) y su "hermana de la vida" Nelly Niebla (que corrió con la camiseta de Pedro), muestran la preciosa imagen que testimonia la palabra con la que este amigo siempre se despedía.


En la previa, además del minuto de silencio, los más cercanos salimos caminando al igual que sus compañeros de equipo de Goes. Su hermana e hijos también fueron parte del homenaje. 

Después de caminar durante unos 500 mts., me puse a trotar muy suavemente junto a la artiguense Andrea Ayala. Físicamente vengo saliendo de un muy fuerte resfrío que me tuvo a mal traer, así que me abrigué bastante para la ocasión.
  
Al final, el tiempo fue lo que menos importó en esta fecha. Recibimos una preciosa medalla con una dedicatoria muy oportuna a nuestro amigo, que muestra la sensibilidad de la Agrupación de Atletas del Uruguay y su directiva. "Un mar de atletas te saludan, una luz puntual te iluminará siempre".


jueves, 27 de junio de 2013

ULTRA TRAIL AMANECER COMEGHINGÓN

Continuando con los desafíos fijados para este año y como parte del proceso de entrenamiento para mi participación en la CCC sobre 100 km a disputarse en ocasión del Ultra Trail del Mont Blanc a fines del mes de agosto, el pasado sábado disputé los 60 km del UTACCH (Ultra Trail Amanecer ComeChingón) en la zona de Yacanto de Calamuchita, Córdoba. En la ocasión, viajamos en dos autos junto a Pablo Lapaz, Ruben Beledo, Víctor Trillas, Alejandro “Highlander” Scuoteguazza, Carlos Douglas Hernández y Sebastián Paulós, saliendo desde Montevideo a las 20 horas del jueves 20.
En una anterior crónica, ya conté que el amigo “Berni” Frau -cuando lo consulté sobre mi plan de entrenamientos para la CCC, me dijo: “lo que no te mata, te fortalece”. Es cierto, pero también es cierto que en esta oportunidad, el fortalecimiento tiene que venir por el “llamado de atención” sobre las condiciones en las que corrí, a efectos de mejorar sostenidamente en estos dos meses que me quedan de entrenamientos.

“Solo aquel que participe de esta experiencia, sabrá lo que se siente andar por tierras de comechingones”, dice el banner de la carrera. Por su parte, en su particular estilo, Les Luthiers cantan:
“Somos comechingones,
muy renombrados,
joyas, collares, mantas,
vendemos en el mercado
y a los que no nos compran
nos los comemos asados”.

No encontré de estos "comechingones" (que en realidad no se comían asados a sus enemigos o "no clientes"), aunque en el momento de la largada, apareció un personaje caracterizado como tal, a caballo y con una antorcha, abriendo el paso de los corredores. Fue una nota pintoresca en la fría madrugada cordobesa.

En el año 2011 corrí la Half Mision en San Javier y Yacanto, subiendo al Cerro Champaquí –casi al otro lado de la sierra-, y también participé en un par de oportunidades del “Desafío al Valle del Río Pinto” sobre 86 Km en MTB, con largada y llegada en La Cumbre, así que puedo considerar que conozco algunos lugares de las sierras y valles cordobeses. En esta oportunidad, Daniel Estefanía –responsable de la Organización- había enviado comentarios muy elogiosos sobre el circuito y sus paisajes, así que nos preparamos para disfrutar a pleno de este contacto con la naturaleza y con tantos amigos. Resultó precioso, agreste, duro, pero… no lo tomen a mal, me quedo con el norte donde corrimos el Raid de los Andes, o con los bosques del sur por donde corremos La Misión o El Cruce Columbia. Ya sé, me dirán que no son cosas comparables, pero puestos a elegir, prefiero esos otros recorridos. Posiblemente esté influyendo en esta opinión, el resultado de la carrera que comentaré más adelante, pero incluso mirando las fotos que tomé, confirmo mi punto de vista sobre el tema.

El viaje y la previa

Prácticamente no dormimos durante esa larga madrugada por tierras argentinas. Recién entre las 5.00 y las 6.00 pude dormir un poco atrás en el auto, en tanto Douglas retomaba la conducción de su auto, ya que me tocó manejar entre Victoria (ER) y Bell Ville (Córdoba). Llegamos a nuestro destino en Yacanto de Calamuchita –las cabañas Altos del Bosque- alrededor de las 9.00 de la mañana, y después de instalarnos fuimos hasta la Posada y Camping El Durazno donde estaba la base de la carrera. Cumplimos con los trámites correspondiéndome el No. 923, almorzamos allí y al retorno, cuando estábamos comprando cosas en un supermercado para la cena y el desayuno, recibí la llamada de Berni Frau anunciándome que había llegado y que estaba almorzando frente a la plaza. En tanto Pablo y los demás se fueron a descansar, con Douglas llevamos a Berni a retirar su kit y retornamos a las cabañas.

Después de una siesta, disfrutamos unos buenos mates y preparamos las cosas para la carrera del día siguiente, ya que largábamos a las 6.00 AM. Cenamos pastas (cena de corredores…) y alrededor de las 21.30 ya estábamos yendo a descansar.

A las 4.30 sonó el despertador así que rápidamente desayunamos y nos preparamos para la carrera. El debut en la distancia y disciplina de Sebita, fue motivo de algunos consejos sobre la marcha. Un poco antes de las 5.30 ya estábamos en El Durazno, siendo de los primeros en llegar, cuando recién estaba culminando la instalación del arco de largada, en una madrugada que se presentaba muy fría. En esas circunstancias, las decisiones sobre el equipo juegan un rol fundamental, pues es habitual salir muy abrigado para combatir el frío, pero empezar a sudar en cuanto se entra en calor, lo que nos lleva a detenernos y “aligerarnos” de ropa.


La carrera

Largué con la camiseta “segunda piel” (y no “primera” como la denominan, ya que esta es la mía, la natural) que me dieron en El Cruce Columbia, una campera Columbia con capucha y la remera de la carrera, sintiendo algo de frío sobre todo en las manos, pese a los guantes que llevaba, pero ya a los 2 km había entrado en calor. Toda la primera parte de la carrera se hace en subida hasta alcanzar –a los 30 km- la cima del Cerro Agustín a 2300 msnm. Las primeras dos horas de carrera fueron en la oscuridad de la noche, hasta que los rayos del sol empezaron a iluminar las sierras, dándole un colorido y brillo particularmente encantador. Con seguridad, la carrera tiene muy bien definido su nombre “Amanecer Comechingón”.

Al principio, avanzamos por caminos de tierra en una leve subida, hasta que llegamos al primer puesto de abastecimientos en el Km 10, donde recibimos agua, frutas, cereales y maníes en abundancia. A partir de allí, continuamos por senderos de campo con trillos marcados, hasta que alcanzamos una vieja construcción bastante derruida, tipo tapera, con centenarios muros de piedras al estilo de los que se hacían para delimitar las propiedades y construir corrales. En ese momento, decidí parar y sacarme la campera, ya que estaba sudando bastante. Un poco más adelante – allá por el Km 23- llegamos al segundo puesto de abastecimiento donde se hacía el primer control de paso con límite de tiempo. Debíamos llegar allí como máximo a las 10.30 y lo alcancé a las 10.13 junto al competidor No. 919 después de un leve trote en subida alentado por algunos corredores de los 42 Km que ya nos habían alcanzado pese a que largaron una hora después, así que me mantenía en carrera.


En ese puesto, nuevamente recibimos abundante fruta y me tomé un par de tazas de mate cocido para ingerir líquidos calientes. Repuse el agua de la mochila de hidratación y continué mi camino en subida por trillos de pasto y tramos con mucha piedra, casi siempre subiendo pero con algunas bajadas que ya me hacían sufrir los pies. En un par de cruces de arroyos, resbalé sobre piedras y me mojé los pies, así que tenía que mantenerme en permanente movimiento para evitar el frío. La mañana se presentaba algo nublada, razón por la cual el sol no llegaba a calentar.

 

Allá por los 26 Km crucé a Pablo Lapaz y Rubito Beledo que volvían juntos, con muy buen ritmo. Al llegar al Km 28, luego de una leve bajada, encontramos un arroyo con piedras grandes que permitían cruzar, aunque la organización había colocado una cuerda para que no corriéramos mayores riesgos. Llegando a la mitad del recorrido, resbalé y me caí de costado al agua. Se me cayó uno de los bastones, y me mojé todo el costado y brazo derecho. En ese momento, un corredor que estaba reponiendo agua al inicio del cruce, me dice “Jorge, ¿qué hacés?”. Era Víctor Trillas, quien no me había visto ni yo a él. Pensé que ya había marcado el punto de retorno en la cima del cerro (Km 30), pero en realidad no lo había hecho sino que “venía fundido”. Me señaló que me estaba esperando y me anticipó su decisión de abandonar, diciendo que no estaba preparado para este nivel de exigencia y que se había quedado “sin piernas”. “Te espero a la vuelta”, fue más o menos su reflexión. Obviamente, insistí en que solamente nos faltaban 2 Km en subida para iniciar el retorno, que no tenía sentido abandonar en esas condiciones y que debíamos llegar a la cima para poder marcar el tiempo dentro del límite definido por la Organización (las 13.00 horas). Avanzamos lentamente, con Víctor pidiéndome para descansar un poco y yo insistiendo en seguir subiendo para descansar arriba. Encontramos a Marcela Pensa (la Profe catamarqueña, gran atleta) en el camino, con quien conversamos brevemente después de saludarnos. Enseguida, cruzamos a Douglas Hernández que bajaba, quien nos dijo que nos faltaban poco más de 300 metros para alcanzar la cima.

Finalmente, con una subida final en los últimos 200 metros muy dura, casi perpendicular (bueno, está bien, no tanto… ) marcamos el punto de retorno a las 12.30 horas, donde –además del encargado del registro- estaban algunos corredores descansando y alimentándose. Fue el momento para hacer lo mismo, además de cambiarme de ropa ya que seguía mojado. Además, como estaba sintiendo frío, me puse el buzo polar.


Iniciamos la bajada con Víctor detrás de Marcela, quien prácticamente no se había detenido en la cima. Mi compañero mostraba una notoria mejoría en su físico y su ánimo, al extremo de que se fue adelante y pudimos trotar en algunos tramos, bajando por un terreno bastante pedregoso. Ya en ese momento empecé a sentir molestias en los dedos de los pies, que me habían sufrir bastante.



Alcanzamos y superamos a Marcela, pero siempre la mantuvimos relativamente cerca. El largo camino generalmente en bajada pero por un recorrido distinto, nos llevó nuevamente hasta el puesto de hidratación que habíamos encontrado en el km 23 de la ida, donde nuevamente tomé un par de tazas de mate cocido y comí algunas naranjas. Continuamos por trillos en general con pasto, con varios cruces de arroyos donde nuevamente estuve a punto de caerme. Mala elección del calzado para este tipo de recorridos. Llegamos a un monte de pinos con muchos troncos caídos allá por los 40 Km, que nos hacían sufrir bastante al tener que pasar por encima o por debajo (¡como para agacharnos estábamos!). Finalmente salimos de ese tramo y llegamos a caminos de tierra y piedras, para encontrar el último puesto de hidratación a falta de unos 8 Km. Nos detuvimos un ratito para alimentarnos y descansar. Cuando le pregunté a un fotógrafo por los corredores que aún faltaban pasar, me dijo que serían unos 20. ¿Tantos?, pregunté. No, posiblemente unos 16 contándolos a ustedes (también estaba Marcela Pensa). Víctor se quedó un poco más tranquilo al saber que no éramos quienes cerrábamos la lista (me cuesta decir “los últimos”).

Sufriendo bastante, seguimos bajando por caminos muy duros, que de recordarlos ya me provocan dolores en los pies. En los últimos 500 metros, ya llegando a El Durazno, nuevamente Marcela nos alcanzó y empezamos a trotar a ritmo sostenido para llegar a la meta. Su grupo la estaba esperando para entregarle la bandera y acompañarla en el tramo final, ante lo cual le hice señas a Víctor para “frenarnos” un poco y permitirle llegar en medio del aplauso de sus compañeros, ingresando nosotros detrás en un total de 12 h 15 min., ocupando la posición 103 entre 113 que completaron la distancia, y séptimo en la categoría “Senior Plus” (¡qué feo que suena eso de “senior plus”!). Nos fundimos en un abrazo de mutuo agradecimiento y posteriormente felicitamos a Marcela, para sacarnos las fotos que testimonian el terrible esfuerzo realizado. Nuestros compañeros ya habían llegado y nos estaban esperando, saboreando unas cervezas.


Recibimos una botella de Powerade y una medalla recordatoria, y enseguida decidimos comer el plato de pastas con el que la organización esperaba a los corredores. Después de un rato de descanso, ingresamos a la carpa donde se hacía la entrega de premios, para enterarnos que Rubito Beledo había alcanzado el quinto lugar en su categoría (un segundo antes que Pablo…), siendo catalogado como “bestia de la montaña” junto a los demás premiados por Daniel Estefanía, el organizador de la prueba.

Como ya deslicé a través del comentario, se verificaron muy buenos desempeños de los demás compañeros de viaje, superando incluso sus expectativas en el caso de “Highlander” Scuoteguazza. El gran Berni Frau fue primero en su categoría en los 42 Km en tanto Sebita –en su debut- marcó un excelente tiempo de 7 h 11 min. en la misma distancia, ocupando la posición 62 entre más de 90 competidores. ¿Quién lo para al “monstruito” que con apenas 19 años ya debutó en estas disciplinas? Y aprendiendo de grandes atletas como Berni Frau y Pablito Lapaz…


Después de la entrega de premios, nos retiramos a las cabañas y el baño con agua caliente fue “monumental”. Al día siguiente, partimos a las 9.00 tomando un camino distinto al de la ida –hacia el norte- por Villa General Belgrano, Alta Gracia y de ahí saliendo a la autopista Córdoba – Rosario. Paramos en un par de puestos en el camino para comprar algunos recuerdos y tomar fotos. Después de un muy largo viaje, llegamos a Montevideo a las 23.30 horas. Cansados, con algunos dolores musculares como consecuencia lógica del esfuerzo de la carrera, y con muchos aprendizajes en lo personal. De los aciertos se aprende, pero mucho más se aprende de los errores, así que tomé nota y espero corregirlos para el próximo desafío en la CCC del Mont Blanc.


Entre esos aprendizajes, identifico: el descanso previo (no se puede correr con tan poco margen después de un viaje donde prácticamente no dormí, aunque en la noche si haya podido descansar), cuidar la hidratación (creo que mi decisión de no juntar agua en los arroyos, me llevó a ingerir muy poco líquido al extremo que oriné una sola vez durante las más de 12 horas que me llevó la carrera), elegir mejor el calzado (no puedo correr con zapatillas tan duras, que me destrozan los pies y me afectan las piernas), y debo intensificar el entrenamiento de fuerzas a nivel de piernas fundamentalmente.


Me quedan siete semanas de entrenamiento para el Mont Blanc, así que tomé debida nota de esos errores y me puse en campaña para superarlos. Si no me ven por alguna carrera del campeonato de 10 Km de la Agrupación de Atletas del Uruguay, será porque prioricé el entrenamiento.

A estos compañeros de aventuras, un enorme ¡gracias! por todo el aguante.  Resultó un privilegio poder compartir este nuevo desafío, disfrutando a pleno de la naturaleza y de los amigos. Obviamente, este agradecimiento es extensivo a Berni Frau, Jorge Javier Aguirre, Marcelo Fabián Villagra, Pedrito Grillo, Neris Miguel Besón, Marcela Pensa, Gustavo Tosco (el cordobés solidario, que corrió en apoyo al Banco de Alimentos), en fin... tanta gente, que se hace difícil no olvidar a alguno (que sabrá disculpar, con seguridad). A Ricky Ferrero ("Sandman"), un saludo "virtual" ya que finalmente no nos encontramos con lo que se perdió la yerba mate uruguaya que le llevé. Es que Ricky corrió los 28 Km, ya que viene de hacer su tercer desierto de la serie "4 desiertos" (en esta ocasión, el de Gobi en China).

Nos vemos, en la ruta.