sábado, 27 de abril de 2019

Renacimientos, Tiger Woods y Ajax

En ocasión de mi reciente participación en Peneda Gerés Trail Adventure en Portugal, tuve oportunidad de leer alguna prensa, lo que me motivó a comentar un par de hechos de los últimos días: el renacimiento de Tiger Woods y la resurrección del “fútbol total” en manos del Ayax.

Dice José Luis Hurtado (periodista de Marca), que hay deportistas tan buenos que por más que lo intentan, no logran destruirse del todo, haciendo referencia al gran Tiger. Recuerda que hace un par de años, fue detenido por agentes del orden en una autopista, publicándose en la prensa de ese momento, su ficha policial con mirada perdida en lo que se presagiaba como su final. “Para algunas cabezas el éxito es un agobio y un aburrimiento. Tiger se saltó todas las estaciones del ánimo a lo grande, pero es demasiado bueno”, señala Hurtado. Hoy, a sus 43 años, acaba de volver a coronarse ganando un Masters, nuevamente el de Augusta.

La referencia al Ayax de Holanda, ineludiblemente debe comprender a la época de Cruyff, gran responsable de la creación de un estilo de “fútbol total” según el cual el Ayax “no sabe jugar mal”. Solamente ha podido ser “destruido” por la gorda billetera de los grandes clubes europeos, pero cada tanto es capaz de renacer, como en la actualidad dejando por el camino al poderoso Juventus y su pléyade de estrellas (nada menos que en Turín).

Ya nos estamos acostumbrando a identificar a De Ligt (con sus 19 años, estilo desenfadado y cara de bebé), De Jong, Van de Beek, Neres… con la genial instrucción de su entrenador Erik ten Hag: “No pido que salgan a competir; basta con que salgan a divertirse”. ¿Será Barcelona el futuro destino de De Ligt, haciendo así realidad su sueño de jugar junto a su ídolo de la infancia Luis Suárez?

Este sorprendente Ayax salió con desenfado a recuperar el encanto del “fútbol total”. Se despojaron de toda preocupación laboral sin renunciar al beneficio del entusiasmo. “No salieron a trabajar: salieron a jugar”, concluye Julio César Iglesias.

Y no hay dudas que las cosas hechas con entusiasmo, diversión y calidad, siempre salen bien.