domingo, 29 de noviembre de 2009

80K de aventura y adrenalina - 13.12.09


3ª edición DESAFIO EFEKA
Se viene la edición 2009 de una carrera de aventuras que poco a poco se ha implantado a nivel nacional, en quienes gustan de este deporte. El próximo 13 de diciembre estaremos largando una prueba que sin escatimar en la exigencia física y mental de los equipos , será dinámica divertida ,cambiante y muy competitiva de acuerdo a los equipos que ya han comprometido su participación.

La edición 2007 fue ganada por TREK URUGUAY equipo formado Rubén Manduré y Pablo Reyes, edición que conto con presencia de equipos argentinos. En el 2008 fue para LOS MALEVOS integrado por Oscar Acosta, Carlos Bueno y Fernando de los Santos .

Para esta edición estamos preparando un recorrido de unos 80 km realmente muy interesante y exigente, a los alrededores del Rio Negro, algunos de sus afluentes y zonas costeras; que por el clima reinante para esa fecha, serán la vedette de la carrera.

Este año hemos decidido volver al formato inicial de realizarlo solo en categorías duplas y habrá una categoría para duplas promocionales sin canotaje, con orientación muy básica y de menor recorrido.

Las disciplinas serán mountainbike, treking , coastering, bike &run ,boya cross, canotaje y pruebas especiales. En los próximos boletines iremos brindando más información de distancias y mas datos de la carrera.
Este último desafío del 2009 será sin duda una gran carrera a la que no podes faltar…Paso De Los Toros los espera
Fuente: http://toroseventosdeportivos.com//index.php?option=com_content&task=view&id=113

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Un cuento fantástico: K42 Adventure Marathon Villa La Angostura


Con mis casi 50 años, he enfrentado un montón de desafíos en la vida, siempre con la premisa de disfrutarlos a pleno. Casi seguramente el “menos pensado” haya sido mi participación en la final 2009 del circuito mundial de la Salomon disputada en Villa La Angostura el pasado sábado 14 de noviembre (las tres carreras anteriores se disputaron en Bombinhas, Gran Canaria y en el desierto de Sahara).

Cuando intento encontrar una explicación, me quedo inmediatamente sin respuestas. Me vuelvo algo místico, con esas “razones” que tienen muy poco de tales. Cuando pienso que hasta el año 2006 era un “gordito sedentario”, me sorprendo de lo que pude lograr en tan poco tiempo. ¡Y pensar que en agosto del 2006 corrí mis primeros 10K (Reebok) y mi meta era llegar! Hoy llevo cerca de 1.400 Km en competencias oficiales, con 5 maratones (una de ellas, esta última, en la montaña), y sigo buscando desafíos.

¿Qué extraña razón lleva a que una persona madura, sea capaz de someterse a pruebas tan duras por el simple hecho de decir: “lo hice”?
Recuerdo que hace ya varios meses, cuando empezó a darme vueltas en la cabeza esta idea de correr la maratón de montaña –después de correr la Salomon en Sierra de las Ánimas-, me encontré con Analía Pugliese (Coyotes, esposa de Dardito Segurola, que corrieron el año pasado), quien me dijo: “JX, no dejes de ir a La Angostura, es increíble”. Y ahí lo registré en mi agenda y empecé las gestiones para ir. En conversaciones en el Gimnasio Sayago, se fue conformando un grupo con Pablito Lapaz, el Capitán Rai y Daniel “Dulce de Leche” Aguiar, sumándose el “enorme” Edu Medina (Olimpia) como acompañante, quien hizo el “aguante” y ofició como fotógrafo. Gracias a los excepcionales organizadores de SUCA (Jorge Beltrán y Agustina Diab), conseguimos cupo y me pude inscribir. A partir de allí, quedaba solamente el entrenamiento, en las condiciones geográficas del Uruguay ... para correr subiendo una montaña de 1.500 mts de altura y con nieve en la cima.


Después de la maratón de Punta del Este (06.09.09), me quedé con una lesión en el ileotibial externo, a la altura de la rodilla, que se me inflama cuando corro (y obviamente, duele mucho). Un largo periplo por traumatólogo, fisioterapeuta y resonancia magnética, antiinflamatorios y demás, llevaron a que mi entrenamiento fuera casi nulo. Pude hacer algo de aparatos en el gimnasio, pero por ejemplo, no pude participar de la 3ª etapa de la Salomon en Salto del Penitente. Finalmente, cuando el traumatólogo me recomendó reposo, le dije que pensaba correr en Villa La Angostura. Me dijo: “decirte que no vayas, es perder el tiempo, no?” Obviamente, me conoce. Me dijo que me cuidara con antiinflamatorios, hielo en la rodilla y un ritmo suave. “Peor no vas a quedar; en todo caso te podrá doler un poco más, pero no creo que te hagas una lesión más seria pues no tenés nada a nivel de meniscos, ligamentos cruzados y rótula”. Lo más parecido a un entrenamiento para correr en la montaña, fue mi participación en los 10K del Cerrito de la Victoria ... sin comentarios.

Gracias a las gestiones de “Dulce de Leche” que nos armó el viaje, partimos rumbo a Buenos Aires. Fui con Adriana un par de días antes para pasear un poco, y encontré a los compañeros el jueves 12, para partir en Vía Bariloche a las 14:00 horas. Fuimos escuchando comentarios del experto en Química Edu Medina en relación con el hidrógeno (¿), las clases de economía doméstica a cargo de “Dulce de Leche” haciendo su lista para el supermercado (incluyendo el menú que nos iba a preparar ... ¡sin comentarios!), y la “cámara viajera” de Rai sacándole fotos a todo lo que veía a su paso. Un viaje de 19 horas en ómnibus da para todo. En un momento se escuchó a “Dulce” decir que estaba lloviendo ... pues escuchaba las gotas en el techo del ómnibus. El colmo fue cuando sacó sus “toallitas húmedas” para el viaje ... Ah! Deberíamos cambiarle el apodo por “PacMan” ... se devora todo lo que alguien deja (pan, tostadas, manteca, mermelada, bebida, etc.). ¡Qué animalito capacitado para morfar! Bueno, las preguntas que le hacía junto a Rai al pobre asistente del viaje: “qué río es el que pasamos recién?, qué pueblo es ese?, tenés idea del nombre de esa represita en ese lago?”. Ni que hablar del continuo sonido del celular de capitán, despertando a todos los que queríamos dormir.

Finalmente, después de un largo periplo, llegamos a nuestro destino. Nos instalamos en el Hostal, donde nos atendió Belén –una simpática “angostureña”- quien nos dijo que “Vale” había renunciado el día anterior, cuando notó que llegaba Dulce de Leche y sus compañeros ... Parece que ante tanta insistencia de Dani pidiéndole que le confirmara si la información sobre el clima bajada de la web de Weather Channel era correcta, si podía cocinar, si de mañana amanecía, si cuando llovía caía agua, si el hielo se forma a 0 grado, etc etc., había renunciado por trabajo insalubre. No, es broma, ¡el amigo Dulce hasta le llevó alfajores y licores!

¿Qué extraña razón lleva a que una persona madura, sea capaz de someterse a pruebas tan duras por el simple hecho de decir: “lo hice”?
Apenas nos acomodamos y fuimos a retirar el kit para la carrera. Las máquinas fotográficas trataban de reflejar el espectacular escenario natural del lugar. Con todo resuelto, fuimos hasta el Super y compramos 2 paquetes de fideos Las Acacias (“tengo pasta de deportista”) para la cena. Al llegar, nos encontramos con nuestro compañero de cuarto, otro Daniel, de Trenque Lauquen (que también había comprado un paquete de fideos), aunque alguno ya estaba imaginando alguna chica europea (sueca, casi seguramente). Después de asistir a la charla técnica en el gimnasio de la Villa, nos fuimos a cenar compartiendo mesa con un montón de corredores de los más diferentes lugares, dejando a los dos “Danieles” a cargo de la cocina. Cuando aparezco para ver cómo iba todo, noto que en una olla para no más de 2 lts de agua, habían metido 3 paquetes de fideos ... todo pegado en el fondo, imposible de meter un mísero tenedor para revolver ...
La noche previa con alguno yendo muy seguido al baño, estuvo difícil. No entro en detalles para no herir la sensibilidad. Para colmo, el animalito de “Dulce” puso el despertador a las 5:45 ... “¿Para qué, pedazo de p ...?” En fin, con poco descanso y mucho sueño, nos aprontamos y bajamos a desayunar, para posteriormente partir rumbo al lugar de largada de mi 5ª maratón, en el Lago Espejo a 15 Km de la Villa.

Nos sacamos algunas fotos –entre ellas, con la “Mujer Araña” ... imperdible-, y me metí en las entrevistas que hacía el animador (como no podía ser de otra manera). ¿Micrófonos, dijo? ¡Aguante Peñarol!, fue mi despedida.

A las 10:00 arrancamos a ritmo muy controlado ya por un camino en ascenso, a 700 mts sobre el nivel del mar, junto a un montón de corredores (cerca de 2000) que impedían correr cómodo. Los estrechos senderos hacían que prácticamente todos fueran al mismo ritmo, en un escenario natural impresionante. A los 2,5K cruzamos el arroyo La Rana, para llegar a los 5K en unos 37 min., donde iba con Rai y Dulce de Leche muy cerca. Ahí me detuve a tomar agua. Retomé el camino y a los 9K cruzamos el puente sobre el Correntoso, un espectáculo para la vista. Las continuas subidas y bajadas hacían que mi rodilla sintiera el esfuerzo, pero valía la pena. Bordeamos el camping del Correntoso y llegamos a los 10K, donde nuevamente había un puesto de hidratación (después de pasar por un grupo de tamborileros).
Llevaba 1h 09 m., y me sentía algo cansado. A los 12K nos tocó cruzar por el arroyo Las Piedritas, con agua increíblemente limpia y congelada, donde había un puesto de Gatorade. Ingresamos a una zona bastante espesa, con mucha vegetación, para llegar a los 20K sobre el Puente del EPEN, donde el amigo Edu estaba esperando nuestro paso con su cámara fotográfica. Me acompañó por unos 500 mts y me comentó sobre el pasaje de mis compañeros de carrera un rato antes. Llevaba algo así como 2h 45m., ya me había armado un bastón con una rama y ya sufría bastante con dolor en mi rodilla izquierda.

¿Qué extraña razón lleva a que una persona madura, sea capaz de someterse a pruebas tan duras por el simple hecho de decir: “lo hice”?
Empezaba la parte más dura del recorrido, pues a partir de allí venía un ascenso bastante pronunciado. A los 24K cruzamos la “Tranquera de Fonseca”, a 1000 mts sobre el nivel del mar. A los 28K llegamos al “Punto Panorámico”, con unas vistas dignas de una postal. Mi cámara no paraba de sacar fotos. Dado el creciente dolor en mi rodilla, decidí parar y sacarme la calza larga para poder mojar la zona que más sentía con agua fría y así aliviar un poco la molestia.
A los 29K llegamos al Club Andino, casi en la cima del Cerro Bayo, después de atravesar una subida muy dura con nieve, barro y casi perpendicular, que hacía necesario subir tipo “gato”, agarrándonos de cuanta rama podíamos. Después de las fotos, llegamos a la cima, donde está la pista de esquí, a 1500 mts de altura.¡Qué frío, pero qué espectáculo para la vista! Todos nos dedicamos a sacar fotos y filmar algo del escenario natural que nos llenaba el alma. Uno se siente a la vez, tan pequeño ante tanta grandeza, y tan grande y afortunado de poder disfrutar a pleno de estas bellezas. Es imposible no recordar a todos los seres queridos que siempre están pendientes de nuestras aventuras, en un momento como ese. Pensaba por ejemplo en mi padre, que a sus 79 años disfruta de mis locuras. Pensaba en Adriana y en mis hijos, que esperaban noticias mías.

¿Qué extraña razón lleva a que una persona madura, sea capaz de someterse a pruebas tan duras por el simple hecho de decir: “lo hice”?Después de aprovisionarme en el puesto de hidratación, emprendí el descenso. Me puse un poco de Ratisalil en la rodilla y empecé a bajar. ¡Para qué! Me hervía de tanto ardor que sentí. Apoyando la pierna derecha como quien baja en una duna de arena, y sosteniéndome como podía sobre la izquierda, sufrí bastante en ese descenso. Al llegar casi a la base, estaba el K35, con un puesto de frutas. Llevaba 5 horas de carrera.
Me detuve a comer bananas, manzanas y a beber Gatorade, además de conversar bastante con los demás competidores que allí estaban. Retomé el camino para llegar a los 37K a las Chacras del Bayo, a 1000 mts sobre el nivel del mar. Nuevamente llegamos a la Tranquera de Fonseca a los 37.5K, donde encontré a Rai que iba junto a Nacho, un argentino jovencito que venía “arrastrándose”. Entre caminata y trote, pudimos mantener el paso ya que también Rai venía con un fuerte dolor en su rodilla izquierda. “Ya estamos”, nos dijimos. Pero no, no estábamos, pues todavía nos faltaba una subida más, ya que al llegar a los 40K unos jóvenes de la organización nos alertaron que nos quedaba una subida más con una extensión de unos 300 mts y ahí sí poníamos rumbo a la llegada. Era la “Subida de Jonny”. No se cómo, pero finalmente entramos a la Villa, con ritmo suficiente como para superar a algún competidor y encarar los últimos metros con la bandera uruguaya desplegada, el aplauso de los “angostureños” y nuestros compañeros Edu, Pablo (5 hs 26’) y Dulce (6 hs 49’), más el grito de Jorge Castiglioni (que nos había superado en los 40K) con su “arriba Uruguay”, y el elogio del relator que agradecía la presencia de los uruguayos que año a año participan de esta fiesta. Con 6 hs 57 min, cruzamos la meta. Tarea cumplida.

¿Qué extraña razón lleva a que una persona madura, sea capaz de someterse a pruebas tan duras por el simple hecho de decir: “lo hice”?
No tengo una respuesta. ¿O sí? Creo que viendo las fotos y recordando las imágenes y sensaciones vividas, se encuentra gran parte de los hechos que justifican este esfuerzo. Al día siguiente, cuando mirábamos hacia el Cerro Bayo y veíamos allá arriba la pista de esquí, nos parecía increíble haber subido hasta allá en nuestra maratón de montaña.
Como dijo George Carlin, un comediante de los años 70 casi desconocido: “Utiliza más tiempo con los seres que quieres, porque no estarán junto a ti por siempre. Recuerda darle un abrazo a quien está a tu lado, porque será el único tesoro que puedas darle desde el corazón y no cuesta un centavo. Date tiempo para compartir tus pensamientos. Y siempre recuerda: la vida no se mide por la cantidad de veces que respiramos, sino por las veces que nos quedamos sin aliento”.

Esas son las sensaciones vividas, junto a los compañeros de ruta en esta “locura”.

martes, 17 de noviembre de 2009

Mi primera maratón de montaña, una experiencia indescriptible

Para saciar la curiosidad, colgué fotos de la carrera en Villa La Angostura. Para verlas, presionar en "Mis fotos" (o entrando a http://picasaweb.google.com/jxavier.runner)

lunes, 9 de noviembre de 2009

NIKE 2009 - Otra carrera "diferente!"

Para la casi totalidad de corredores, participar en la NIKE 10K es casi una "religión", ya que es la que congrega a la mayor cantidad de corredores (y caminantes ...) que se realiza en Montevideo. Si además se le suma que en esta oportunidad la camiseta era amarilla -y la mayoría de los shorts son negros-, la fiesta "aurinegra" estaba asegurada.
Como sucede en estas carreras más "comerciales", corrí acompañando a Gonza (mi hijo), que con sus 16 años no entrena nunca. Así que iba una vez más preparado para tratar de llegar, al menos decorosamente.
Antes del arranque y mientras esperábamos junto a los compañeros del equipo, nos sacamos una foto con el "gran Indio Oscar Cortinez", olímpico argentino en la distancia reina (42K), quien vino a participar de esta fiesta y alcanzó el 2o. lugar, a muy escasos segundos del ganador. Perdón por la "cholulez", pero es la única oportunidad de estar cerca de un corredor de este nivel. Cuando le comenté que el próximo sábado estaremos por su patria corriendo los 42K en Villa La Angostura, nos dijo que fuéramos hasta el stand de Gatorade diciendo que somos sus amigos, y que nos van a atender de maravillas. ¡Flor de tipo!
En esta foto aparecemos los "artiguenses" del equipo.
Después del "periplo" por los médicos de las últimas dos semanas, me protegí la rodilla y arrancamos a ritmo suave con Gonza. Pudimos soportar sin dificultades la bajada y dura subida de Av. del Libertador, para posteriormente tomar la bajada de Rïo Negro hasta la Rambla. Al llegar a los 3K, con 20' de tiempo, Gonza empezó con un dolor en el pecho ... un "nudo" según dijo, lo que lo llevó a caminar durante un tramo. Así fuimos entre "trote" y "caminata", avanzando lentamente. Al llegar a los 5K, teníamos 37' de carrera ... encontramos a Enrique Schincha, un amigo de mi época de estudiante universitario, cuando compartíamos una habitación en el local de AEBU. Nos alcanzó para conversar y ponernos al día con nuestras actividades.
Cuando Gonza recuperaba el aire, podía mantener un trote sostenido y avanzar bastante. A los 8K, ya divisando a lo lejos la línea de llegada, habíamos puesto 1h 02' ... Le sugerí un esfuerzo adicional para intentar llegar en menos tiempo que la Reebok (donde pusimos 1h 12'27"). Finalmente, arribamos en un tiempo neto de 1h 12' 57", levantando los brazos y sintiéndonos los primeros ... superamos a un montón de gente en esos últimos 300 mts., pues Gonza pudo sostener el trote. Nos esperaba el grito del "hermano" de locuras Pablito Lapaz, que con su familia estaba sobre el arco de llegada sacando fotos.
Después de recibir la medalla recordatoria y la botella de Gatorade, emprendimos el regreso con Seba (el amigo de Gonza), que había puesto poco más de 47'.
En lo personal, lo tomé como un entrenamiento suave para la maratón de Villa La Angostura, el próximo sábado. Lo bueno fue que la rodilla soportó bastante bien, pues apenas sentí una molestia leve. Seguimos en la ruta ...

viernes, 6 de noviembre de 2009

Crónica de un periplo ... más hamacado que un tren

Parodiando a Jaime Ross en su canción “La hermana de la Coneja”, me tomé la libertad de titular esta crónica con esa frase. Refiere a las consecuencias del esfuerzo sobre un físico no adecuadamente preparado que estoy sufriendo, en particular desde la 2ª. Maratón de Punta del Este.

El 06.09.09 completé mi cuarta participación en la “distancia reina” con un dolor sobre la rodilla izquierda, típico de esos esfuerzos. Hace poco más de 3 años que inicié mi práctica de este deporte, después de una vida bastante sedentaria, así que es habitual que experimente alguna molestia. Sin embargo, en esta oportunidad, venía de un entrenamiento complicado, con un par de interrupciones de entre 7 y 10 días cada una, que me llevaron a dudar de participar. Pero como los maratonistas son muy “cabezas duras”, largué y completé el recorrido. El lunes siguiente estaba entrenando ...

El domingo 13 se disputó una nueva fecha del campeonato de 10K de la AAU –Asociación Cristiana de Jóvenes-, y allí estuve, al extremo que varios compañeros que habían participado en la maratón –y que paseaban en bicicleta o solamente sacaban fotos- me preguntaban si estaba haciendo locuras ... Recuerdo que en la subida de Eduardo Acevedo, sentí un fuerte dolor sobre la rodilla izquierda. Caminé tanto que hasta Gorzy me pasó ... pero en los últimos 300 metros lo volví a superar. Cuando el cuerpo se enfrió, casi no podía caminar de tanto dolor ..., que durante la semana se iba bastante rápido.

El domingo 20 de setiembre se corrió la fecha del Club Fuerza Aérea en la rambla de Carrasco. A los 2,5K ya el dolor era fuerte, y cuando doblé en la rambla cerca del Hotel Carrasco, sentí un fuerte pinchazo en la rodilla, que me hizo quedar en una pierna y pensar en abandonar, por primera vez en mi corta carrera. El amor propio pudo más y –bajando bastante el ritmo- pude completar el recorrido ... aunque perdí con Gorzy.

Pedí hora con el traumatólogo y allá fui. “¿Pensaste en lo lindo que es quedarse un domingo en la casa leyendo el diario?”, me preguntó el Dr. Besio. Pero enseguida siguió: “Pedirte que pares, es perder el tiempo”. No me encontró ninguna lesión seria, me ordenó tomar Orudis y –si a los 10 días no se había ido el dolor- que me hiciera una resonancia magnética.

Cumplí. Corrí la Reebok con mi hijo Gonza ... en 1h12’25” y al día siguiente hice los 60K más duros en MTB que uno pueda imaginar, en Pueblo Edén, sintiendo poca molestia. Pero en cuanto empecé a entrenar, aparecieron los dolores ... La hora para la resonancia me la dieron para el pasado lunes 02 de noviembre a las 7:40. Previamente, el miércoles 28 hice 45’ de trote muy suave, y apenas sentí alguna molestia sobre el final. El sábado 31 disputé los 10K del Club Cerrito –sí, en el Cerrito de la Victoria-, y –dando lástima pero ganándole a Gorzy- completé el recorrido en casi 59´. El domingo 01.11 no fui al “Sendero de los Carros” en Florida, pues sentía una molestia fuerte en la rodilla. El lunes 2 me hice la resonancia, y el miércoles fui con el resultado a ver al traumatólogo Dr. Besio. “Buenas noticias”, dijo. No tengo nada en la rótula, meniscos ni ligamentos cruzados, pero si aparece un edema en el ileotibial (creo que es ese nombre ...) externo de la rodilla izquierda, posiblemente generado por rozamiento. Es un tema relativamente menor, pero que requiere cuidado, fruto del exceso de esfuerzo sobre la rodilla, que lleva a la inflamación de esa zona. Nuevamente vinieron los comentarios del médico sobre la conveniencia de parar unos días ... Ante mi insistencia, me dio pase a fisioterapia y me ordenó una nueva tanda de Orudis. El miércoles 4 por la noche -después de la consulta con el traumatólogo- hice un entrenamiento fuerte en el Gimnasio Sayago, fundamentalmente técnicas, y no sentí molestias.

Ayer me vio la Dra. Larrosa, quien después de revisarme y ver el resultado de la resonancia, confirmó el diagnóstico y me dijo que no me encontró ninguna complicación en la rodilla. Una vez más escuché los comentarios del tipo “todos los maratonistas son iguales” y “es imposible pedirles que paren”. Me sugirió hacer trabajo de piernas en gimnasio, en particular cuadriceps, gemelos y posteriores (como había empezado a hacer). Y me dijo que, ya que no voy a parar, me cuide todo lo posible y me tome las carreras con calma, protegiendo adecuadamente la zona con rodillera y evitando golpes bruscos que impacten sobre las rodillas.

¡Ah! Mi médico, el Dr. Luis Bianchi (¡que empezó a correr en cinta y hace unos 10K día por medio!) me dio pase a la nutricionista. Hace una semana que me parezco a un animal comiendo pasto ... pero me siento muy bien.

Como ven, esto ha sido “el comienzo de un periplo, más hamacado que un tren”. El sábado próximo tengo los 10K de Nike, acompañando a Gonza, y el sábado 14 los 42K en Villa La Angostura. Pretendo llegar.