viernes, 26 de septiembre de 2008

Mensaje de Marciano Durán

"Hermanos de locuras",
A propósito de la inclusión del relato "Esos locos que corren", envié un mail a su autor, pidiendo su autorización para colgarlo en mi blog. Esta mañana encontré esta preciosa respuesta, que quiero compartir con Uds. Dice así:
"Gracias Jorge. Gracias por tu correo. Es muy importante para mi leerlo. Sobre todo hoy que es de noche, estoy en Madrid, las bocinas suenan abajo en la Gran Vía, mis gurises y mis nietos están lejos y uno se emociona con mas facilidad.Acabo de presentar el libro en Tenerife ante un centenar de uruguayos que me emocionaron de verdad.El sábado lo volveré a hacer en Bacelona y ahí varios corredores españoles prometieron que asistirían.Estoy muy contento con esto que está pasando con las crónicas. Me alegra que conozcas a Carlitos a quien quiero mucho.Te mando un abrazo marciano"

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Se viene la Nike 10K - 08.11.08




Fecha: 8 de noviembre
Entrega de chips: de 16:30 a 18:15hs
Calentamiento: a partir de las 18hs.
Hora de largada: 19hs.
Hora de largada de Capacidades Diferentes: 18:57hs.
Distancia: 10Km
Límite de participantes: 7.500
Costo de la inscripción: Del 25 de setiembre al 5 de octubre, $300. Del 6 al 16 de octubre, $350. Del 17 de octubre al 1º de noviembre, $400.
Requisitos: Para participar de la carrera es necesario haber realizado todos los pasos de la inscripción y ser mayor de 16 años.

Servicios: Hidratación, Ropería, Cobertura Médica
Actividades de calentamiento y elongación coordinadas por profesores de Educación Física
Centros de información
Fiscalización de ruta
Baños Químicos
Registro de Tiempos: Se realizará a través del cronometraje Chip Timing. El chip es obligatorio para la competencia. Necesariamente debe ser devuelto en la línea de llegada. Al devolver el chip se entregará la medalla conmemorativa del evento.
Publicación de resultados oficiales
Preinscripciones: www.nikecorre.com.uy

ESOS LOCOS QUE CORREN (Marciano Durán)


Yo los conozco.Los he visto muchas veces.Son raros.Algunos salen temprano a la mañana y se empeñan en ganarle al sol.Otros se insolan al mediodía, se cansan a la tarde o intentan que no los atropelle un camión por la noche.Están locos.En verano corren, trotan, transpiran, se deshidratan y finalmente se cansan… sólo para disfrutar del descanso.En invierno se tapan, se abrigan, se quejan, se enfrían, se resfrían y dejan que la lluvia les moje la cara.Yo los he visto.Pasan rápido por la rambla, despacio entre los árboles, serpentean caminos de tierra, trepan cuestas empedradas, trotan en la banquina de una carretera perdida, esquivan olas en la playa, cruzan puentes de madera, pisan hojas secas, suben cerros, saltan charcos, atraviesan parques, se molestan con los autos que no frenan, disparan de un perro y corren, corren y corren.Escuchan música que acompaña el ritmo de sus piernas, escuchan a los horneros y a las gaviotas, escuchan sus latidos y su propia respiración, miran hacia delante, miran sus pies, huelen el viento que pasó por los eucaliptos, la brisa que salió de los naranjos, respiran el aire que llega de los pinos y entreparan cuando pasan frente a los jazmines.Yo los he visto.No están bien de la cabeza.Usan championes con aire y zapatillas de marca, corren descalzos o gastan calzados. Traspiran camisetas, calzan gorras y miden una y otra vez su propio tiempo.Están tratando de ganarle a alguien.Trotan con el cuerpo flojo, pasan a la del perro blanco, pican después de la columna, buscan una canilla para refrescarse… y siguen.Se inscriben en todas las carreras… pero no ganan ninguna.Empiezan a correrla en la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se levantan como niños en Día de Reyes.Han preparado la ropa que descansa sobre una silla, como lo hacían en su infancia en víspera de vacaciones.El día antes de la carrera comen pastas y no toman alcohol, pero se premian con descaro y con asado apenas termina la competencia.Nunca pude calcularles la edad pero seguramente tienen entre 15 y 85 años.Son hombres y mujeres.No están bien.Se anotan en carreras de ocho o diez kilómetros y antes de empezar saben que no podrán ganar aunque falten todos los demás.Estrenan ansiedad en cada salida y unos minutos antes de la largada necesitan ir al baño.Ajustan su cronómetro y tratan de ubicar a los cuatro o cinco a los que hay que ganarles.Son sus referencias de carrera: “Cinco que corren parecido a mí”.Ganarle a uno solo de ellos será suficiente para dormir a la noche con una sonrisa.Disfrutan cuando pasan a otro corredor… pero lo alientan, le dicen que falta poco y le piden que no afloje.Preguntan por el puesto de hidratación y se enojan porque no aparece.Están locos, ellos saben que en sus casas tienen el agua que quieran, sin esperar que se la entregue un niño que levanta un vaso cuando pasan.Se quejan del sol que los mata o de la lluvia que no los deja ver.Están mal, ellos saben que allí cerca está la sombra de un sauce o el resguardo de un alero.No las preparan… pero tienen todas las excusas para el momento en que llegan a la meta.No las preparan…son parte de ellos.El viento en contra, no corría una gota de aire, el calzado nuevo, el circuito mal medido, los que largan caminando adelante y no te dejan pasar, el cumpleaños que fuimos anoche, la llaga en el pie derecho de la costura de la media nueva, la rodilla que me volvió a traicionar, arranqué demasiado rápido, no dieron agua, al llegar iba a picar pero no quise.Disfrutan al largar, disfrutan al correr y cuando llegan disfrutan de levantar los brazos porque dicen que lo han conseguido.¡Qué ganaron una vez más!No se dieron cuenta de que apenas si perdieron con un centenar o un millar de personas… pero insisten con que volvieron a ganar.Son raros.Se inventan una meta en cada carrera.Se ganan a sí mismos, a los que insisten en mirarlos desde la vereda, a los que los miran por televisión y a los que ni siquiera saben que hay locos que corren.Les tiemblan las manos cuando se pinchan la ropa al colocarse el número, simplemente por que no están bien.Los he visto pasar.Les duelen las piernas, se acalambran, les cuesta respirar, tienen puntadas en el costado… pero siguen.A medida que avanzan en la carrera los músculos sufren más y más, la cara se les desfigura, la transpiración corre por sus caras, las puntadas empiezan a repetirse y dos kilómetros antes de la llegada comienzan a preguntarse que están haciendo allí.¿Por qué no ser uno de los cuerdos que aplauden desde la vereda?Están locos.Yo los conozco bien.Cuando llegan se abrazan de su mujer o de su esposo que disimulan a puro amor la transpiración en su cara y en su cuerpo.Los esperan sus hijos y hasta algún nieto o algún abuelo les pega un grito solidario cuando atraviesan la meta.Llevan un cartel en la frente que apaga y prende que dice “Llegué -Tarea Cumplida”.Apenas llegan toman agua y se mojan la cabeza, se tiran en el pasto a reponerse pero se paran enseguida porque lo saludan los que llegaron antes.Se vuelven a tirar y otra vez se paran porque van a saludar a los que llegan después que ellos.Intentan tirar una pared con las dos manos, suben su pierna desde el tobillo, abrazan a otro loco que llega más transpirado que ellos.Los he visto muchas veces.Están mal de la cabeza.Miran con cariño y sin lástima al que llega diez minutos después, respetan al último y al penúltimo porque dicen que son respetados por el primero y por el segundo.Disfrutan de los aplausos aunque vengan cerrando la marcha ganándole solamente a la ambulancia o al tipo de la moto.Se agrupan por equipos y viajan 200 kilómetros para correr 10.Compran todas las fotos que les sacan y no advierten que son iguales a las de la carrera anterior.Cuelgan sus medallas en lugares de la casa en que la visita pueda verlas y tengan que preguntar.Están mal.-Esta es del mes pasado- dicen tratando de usar su tono más humilde.-Esta es la primera que gané- dicen omitiendo informar que esa se la entregaban a todos, incluyendo al que llegaba último y al inspector de tránsito.Dos días después de la carrera ya están tempranito saltando charcos, subiendo cordones, braceando rítmicamente, saludando ciclistas, golpeando las palmas de las manos de los colegas que se cruzan.Dicen que pocas personas por estos tiempos son capaces de estar solos -consigo mismo- una hora por día.Dicen que los pescadores, los nadadores y algunos más.Dicen que la gente no se banca tanto silencio.Dicen que ellos lo disfrutan.Dicen que proyectan y hacen balances, que se arrepienten y se congratulan, se cuestionan, preparan sus días mientras corren y conversan sin miedos con ellos mismos.Dicen que el resto busca excusas para estar siempre acompañado.Están mal de la cabeza.Yo los he visto.Algunos solo caminan… pero un día… cuando nadie los mira, se animan y trotan un poquito.En unos meses empezarán a transformarse y quedarán tan locos como ellos.Estiran, se miran, giran, respiran, suspiran y se tiran.Pican, frenan y vuelven a picar.Me parece que quieren ganarle a la muerte.Ellos dicen que quieren ganarle a la vida.Están completamente locos.

Marciano DuránMarzo 2008

domingo, 21 de septiembre de 2008

2a Etapa Campeonato Media Maratón - Colonia (21.09.08)






Esta mañana se corrió la 2ª etapa del campeonato de media maratón, en Colonia. Apenas “despegamos”, una fría mañana con alguna llovizna nos hacía presagiar un recorrido algo complicado. A las 6:10 pasé a buscar a Rai y Fabián, y 5 min después levantamos a Víctor y Diego. El viaje transcurrió entre bromas y comentarios sobre estas carreras. A las 8:25 estábamos en el punto de largada, donde –como es habitual- encontramos a un montón de amigos. Esta vez la “novedad” era el estreno de mi blog, razón por la cual recibí los comentarios de Felipe Correcaminos sobre su contenido.
Largamos sin haber hecho calentamiento previo, cosa que se sintió en los primeros kilómetros. Dado que arrancamos desde la plaza en plena ciudad histórica, el primer km. y medio fue por calles de adoquines, con alguna subida y bajada que molestaba bastante. Hice los primeros 5 km con Diego, Fabián y Tachu, lo cual demuestra que iban a menor ritmo del esperado para ellos. Puse 25’40” en esa distancia, y sentía una molestia en la pierna derecha. Ahí estaba el primer puesto de hidratación (¡bienvenido!). Llegamos al Real de San Carlos y a partir de allí ese dolor desapareció. Corrí un rato con tres Supersónicos, hasta que se fueron lentamente hacia delante. Completé los 10K en 53’ (27’20” en los segundos 5K), y ahí ya se me habían ido mis compañeros de SYR. Mantenía a unos 100 mts adelante a Jorge Georgieff (Chasquis), compañero de trabajo que normalmente me supera.
Por ahí empezó el recorrido por un camino de tierra con algunas piedras sueltas, y subidas y bajadas que molestaban bastante. Al retorno (exactamente en la mitad del recorrido), ya los corredores nos separábamos bastante. Corrí un buen trecho con un competidor que llevaba un acompañante en bicicleta, que se portó de maravillas, pues me invitó con ticholos y Gatorade. Una vez más, es una demostración de la enorme camaradería que se genera en estas actividades, sin importar de quién se trate. En el 13K fue la hora de consumir la primera barra de cereales, cosa que me hizo recuperarme pues sentí que avanzaba a paso más firme que quienes me precedían. Tomando nuevamente la rambla a la altura del Real de San Carlos (15K), llevaba 1h 21’40”. Ahí se empezó a sentir nuevamente el viento cruzado (y frío). Veo que Tachu Oruga corría a unos 200 mts adelante, y siento que puedo alcanzarlo. Un poco más cerca iba Jorge Georgieff, pero a un paso más firme. Efectivamente, alcancé al Oruga allá por el 18K y lentamente me fui adelante. A Jorge lo alcancé ya por el 19K, en la subida que está un poco antes de llegar al Campus Municipal. Ya en la subida que posteriormente desemboca en el estadio, alcancé a Marcos (“Pollito”) de Halcones, que caminaba y trotaba siempre sacando fotos. Me dice que llegaremos en 1 h 56. Ya ese resultado era un buen objetivo, pues venía de hacer 2 hs. 25 seg en la Media Maratón de Montevideo.
Nuevamente enfrentamos las calles de adoquín, con sus subidas y bajadas. Siento que una cuidadora de la organización me grita “cuidado” y veo un camión que salía con el motor apagado de un garage, y pasa por delante de mí. ¡Qué susto!
Me quedaba el último repecho, la bajada y la curva a la derecha, para enfocar hacia la meta en los últimos 300 mts. Víctor, Diego, Fabián y Gustavo me reciben con aplausos. Llegué en 1 h 54’44”, bajando mi anterior tiempo en 5 min 40” (mi promedio por kilómetro bajó de los 5’42” a los 5’26”) y mejorando mi record personal marcado en Punta del Este, donde había puesto 1 h 55’ 45”. Antes que yo, llegaron: Víctor (1h 35’50”), Fabián (1h 45’45”), Diego A. (1h 45’59”) en su debut en la distancia (un “tiempazo”), Gustavo (1h 46’ creo). Después, llegó Diego “Oruga” (no tengo su tiempo), Rai (2h 06’) y Mónica Pereira (tampoco tengo su tiempo).
Una vez más, el entrenamiento consistente en el Gimnasio Sayago junto a los compañeros y bajo las instrucciones de los profesores Fabiana y Javier, da sus frutos. Después de una buena ducha con agua tibia en el Campus, nos alimentamos “al paso” y emprendimos el retorno, para llegar temprano en la tarde a Montevideo con la satisfacción de haber alcanzado un desempeño digno.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Mi tercera vez en una Maratón - Punta del Este 2008






Hoy se llevó a cabo la 1ª. Maratón Internacional de Punta del Este, y fue mi 3ª. vez en la “distancia reina” (y en el año, ya que arranqué el 25.05 en Porto Alegre con 5 hs. 23 min. y seguí el 22.06 con Rosario con 4 hs. 22 min. 30 seg.). Apenas terminamos la Maratón de Rosario, ya me agendé esta carrera, pues tenía unos 2 meses y medio para entrenar. La verdad es que el plan de entrenamiento no fue el adecuado para una maratón, pues me dediqué a correr las fechas del campeonato de 10K, la media maratón de Montevideo y los 12K del Club Andresito el pasado 30 de agosto, y por tanto no hice fondo como correspondería. Resultó importante –como siempre- el apoyo y las instrucciones de la profe Fabiana, y la compañía de los compañeros de Sayago Running en los entrenamientos semanales. Finalmente del equipo solamente participamos Víctor, Diego Salamo y yo, en tanto Fernando López y Juan Anollés corrieron los 8K.
Con suficiente tiempo ya estaba registrado para la maratón. Sin embargo, tuve que pedirle a Víctor que me retirara el kit de la carrera, pues recién pudimos llegar a Punta del Este cerca de las 10 de la noche de ayer sábado, y fuimos directo a una pizzería céntrica a encontrarnos y a ver el final del partido de Uruguay – Colombia. ¡Aguante la celeste!
Como habitualmente sucede antes de un evento de este tipo, en la noche me desperté 3 veces, preocupado pues el despertador no sonaba ... la primera vez era la hora 01:41 ... sin comentarios. A las 6 me levanté, desayuné algo en la habitación del hotel y me puse el equipo. Seguía lloviendo desde la tarde anterior y hacía mucho frío, así que me puse las calzas largas. A las 7 bajamos a complementar el desayuno, y a las 7:30 pusimos proa a la largada. El ambiente ya estaba tomando color y calor (humano, pues el clima era espantoso). Empiezan los encuentros con los amigos de siempre: Hugo y Mabel de Villa Española, el Tío Yeritano y Marcelo Migliónico de Atletas del Sur, el Pepe Szyman y sus compañeros de Última Fila, el Pollito de Halcones, Carlos Krul y Susana Cammarota de Ruteros 60, algunos de Los Rojos, Chasquis, etc. etc. ... y muchísimos brasileños que con su colorido y alegría pusieron la tónica de esta maratón.
Con algunos minutos de atraso, se puso en marcha la maratón, previa ejecución del himno brasileño en homenaje a la fecha patria de tantos “locos que corren” que se vinieron hasta Uruguay a participar (algo así como 150). En lo previo me había planteado como objetivo 4 hs. 15 min., pero considerando mi ritmo de entrenamiento “suave” (¿a un 65 o 70% profe?), me ubiqué entre los dos “pacers” de 4 horas. Uno de ellos iba un poco más fuerte, al extremo allá por los 5K le pegamos el grito para que aflojara un poco ... ni pelota. En esa distancia, puse 27’30”, y completé los 10K en 55’30”. Me sentía bien y podía mantener el ritmo. Únicamente consumí ticholos en esa etapa, pues llevaba los últimos dos sobres de carbohidratos que me quedaban. Cruzando el puente de La Barra, (unos 15K), empecé a cruzar a algunos conocidos que ya volvían, en tanto otros recién iban. El espectáculo era precioso, con mucha gente alentando en ese tramo, pese a que seguía lloviendo en forma muy tenue. En el 17.5K apareció la fruta (abundante, bananas, naranjas, manzanas, más Gatorade ... recién había ingerido una barra de cereales, así que me llevé “provisiones” para alimentarme más adelante.
Alcancé los 21K (exactamente en la parada 12 de la Brava) en 1 h. 59 min., un minuto menos que en Rosario, donde encontré a Adriana que estaba esperando mi paso. Ahí empezó la segunda mitad más dura de la carrera. El pacer de las 4 hs. (al igual que en Rosario) empieza a irse lentamente, pero no me importa pues pretendo mantener cierto ritmo (más lento, pero mantenerlo). El Pirata da Rúa de Los Rojos apareció en su camioneta, y resultó un aliento necesario en ese momento. Entrando a la península, cuando voy pasando por el K 24.5, dos niños me gritan desde la vereda “¿vos sos Jorge?” ... son los hijos de Fernando López, que me alcanzan una Gatorade y veo a Fernando que se asoma a la puerta y me avisa que me esperarán del otro lado de la rambla, allá por el K29. Un fenómeno, pues ese apoyo llegó en un momento muy oportuno. En el K 26 están Los Chasquis ofreciendo bebidas a todos los corredores, alentándonos permanentemente, con globos celestes y blancos. Les grito que les ganaremos el campeonato de menores, a lo que me responden con un aplauso. Unos ídolos.
Cuando damos la vuelta en la península, ya el viento no se siente tanto. Un poco más adelante, veo al Pollito que camina con dificultad, pues tenía un pié (¿no sería una pata de pollo?) ampollado. Intenta acompañarme, pero vuelve a quedarse. En el K29 están Fernando, Juan Anollés y sus respectivas familias, que me ofrecen nuevamente Gatorade. Ya había tomado bastante, así que me limité a decirles que venía bien. Identifiqué por ahí a la familia de Fernando Martínez (Goes) que lo esperaba. Alcancé el K30 en 2 hs. 55 min., con 5 minutos menos que en Rosario para esa distancia. La cabeza me vuela haciendo cálculos ... Presiento que estoy cerca de los 4 hs 15 como era mi objetivo.
Por el K32 siento que me gritan desde un auto que avanzaba lentamente. Era Juan Anollés y familia, que volvían a Montevideo, y me ofrecen apoyo alimenticio, cosa que agradezco. Cuando me preguntan cómo voy, digo que con algo de sufrimiento, pero que casi seguramente mejoraré mi record personal. Hora de la 2ª dosis de carbohidratos. En el K34, allá por la parada 18 de la Mansa, están Los Rojos. David Chiossoni (mi “rival” en el campeonato de 10K) me ve venir y me alienta gritando mi nombre y ofreciéndome bebidas. Identifiqué al Pirata da Rúa en ese grupo, y a algún otro que a esa altura ya ni los veía ... ¡Grande Los Rojos y Peñarol!
¡Qué lejos queda la Laguna del Diario! Ahí teníamos que doblar, en el K37.5 ... no llegaba nunca. Estuve corriendo un ratito con Gaby Coyote, que “llevaba de arrastro” a otros tres. Me pasan lentamente Carlos Krul y Susana Cammarota, que corrían juntos. En el K39, me alcanza el pacer de los 4 h. 15 min, que corre con 4 o 5 corredores. Me da un poco de charla, pues resulta que vive en Sayago. En su relato, me dice que me imagine corriendo por Ariel o por Propios ... un ídolo, pero no pude seguir su ritmo.
Alcanzo el K40 en 4 hs. 2 min, y ya me siento bastante cansado. Ya sintiéndome en Maldonado, encaro la penúltima curva para subir los últimos 500 mts hacia el Campus. La fuerza todavía me daba como para superar a un corredor que lentamente avanzaba. ¡Qué lindo final! Dar la curva y encarar los últimos 50 mts entre tanta gente, en tanto Adriana sacaba fotos, y el relator nos esperaba a cada uno señalando nuestro nombre. Completé el recorrido en 4 hs 16 min 17 seg., con un promedio de 6 minutos 4 seg./km frente a los 6 min 13 seg de Rosario. Una vez más, tuve la enorme satisfacción de haber bajado mi tiempo, ahora en 6 minutos 13 seg.
Mientras me recupero haciendo ejercicios de estiramiento y flexibilidad, aparece Víctor (con Fernanda y Cata), ya bañado y “masajeado”. Un fenómeno ... puso 3 hs. 35 minutos, bajando en 10 min su tiempo de Rosario. Me acompañan hasta el hotel, ya que después de bañarme fuimos a comer “abundantemente” y a enviar noticias a los amigos. No esperamos a Diego ... mal lo nuestro, pero la verdad es que me sentía fundido.
Ahora, mientras escribo esta crónica, me siento físicamente bastante bien. Manejé sin dificultades desde Punta del Este, sin haber descansado nada después de la maratón. Esto también es el resultado del entrenamiento consistente en el Gimnasio Sayago.
Por este año, alcanza con las tres maratones. Si pienso que arranqué a correr hace poco más de dos años, no puedo quejarme en lo más mínimo de los resultados alcanzados.

Mi 2a maratón: Rosario (Argentina)




Con un frío terrible, partimos “los tres mosqueteros” de Sayago Running (Víctor, Paulo y yo) desde Montevideo casi a la medianoche del viernes 20, junto a un montón de amigos (“esos locos que corren”): Marcelo Bariatti, Héctor Yeritano, Marcelo Moreno, Alejandro Rey (Atletas del Sur), Carlos y Susana (Ruteros 60), David (Corredores de Las Piedras), Vïctor Hugo Marín (Coetc), Eduardo Medina (Olimpia) y otros uruguayos cuyos nombres no recuerdo (perdón …) de Corredores del Prado, Corredores de la Piedra Alta y … creo que me olvido de algunos. Ariel Imken ya nos esperaba en Rosario, pues viajó en avión.

Como dijo el Tío Yeritano: ¿qué les pasa a los de Sayago Running que apenas empiezan a correr, ya arman un blog (Paulo) o ponen una dirección de correo “runner” (yo)? Son estas locuras …

Con un montón de atrasos (merece un capítulo aparte), llegamos a Rosario a las 13 horas del sábado. Fuimos casi directamente a buscar el kit de la carrera y a comprar un montón de cosas baratas a la Expo Maratón (Víctor se acordó de los pedidos de Rai y Augusto). Recién después, fuimos a almorzar (ya cerca de las 15 horas) y a recorrer algo del centro, por la peatonal. Preciosa ciudad, y muy amigable. Con el cansancio marcado en los rostros, volvimos al hotel a descansar un rato, pues a las 20 horas ya estábamos citados para cenar (tallarines) en el Restaurante Olimpo, a media cuadra del hotel.

Domingo a las 7, bajamos a desayunar, para partir cerca de las 8 a la Plaza de la Bandera. ¡Espectacular! Vean las fotos. Con mucho nervio de los “debutantes” (Víctor y Paulo), fuimos entrando en calor, estirando y preparando la partida. Muchas fotos con la aurinegra, hasta que aparecen dos uruguayos que identifican la gloriosa. Uno de ellos, resultó ser un coterráneo (Jorge Moraes, de Artigas) cuyo hijo también le salió manya … Obviamente, le regalé la camiseta.

Mi objetivo fue llegar en menos de 5 horas, pensando en que 4 semanas antes en Porto Alegre (mi debut en la distancia reina) puse 5 hs 23 minutos. El Tío Yeritano me recomendó pegarme al “pace maker” de las 4 horas … ídolo, Héctor! Arrancamos a tren controlado, en un recorrido precioso. Sin darme cuenta, me fui un poquito adelante del “pacer” de 4 horas, a mi ritmo de “entrenamiento”. A los 5K llevaba 29 minutos, y a los 10K, 57 minutos. Me sentía entero. Me encontré con Carlos (Ruteros 60), quien me recomendó que me pegara a él … no pude, me fui lentamente adelante. A los 15K nos esperaban Adriana, Verónica y Fernanda para vernos pasar … llevaba 1 h. 25’. Llegué a los 20K en 1 h. 54’ y a la media maratón (21K) en 2 horas. Seguía entero. El “pacer” y todos los que los seguían se fueron lentamente hacia delante, pero no me preocupó, pues quería seguir mi ritmo y sentía que iba bien. El primer sobre de “gel” lo tomé en el K 18. No hice la locura de Porto Alegre de empezar a tomarlos antes y creo que dio resultado, pues no me cayeron mal. A los 25K empecé a cruzar a Paulo (que ya volvía … me llevaba como 3 km o más), Víctor y Ariel. Completé 30K en 3 horas … seguía sintiéndome bien y disfrutando del espectáculo. No tomé líquidos en todos los puestos de rehidratación, cosa que me ayudó pues no sentía ganas de orinar. El 2º gel lo tomé a los 28 K y el 3º a los 36K. En el medio comí barras de cereal con miel y un par de ticholos. A los 33K aparece en bicicleta el uruguayo Jorge Moraes, que había corrido los 7K y estaba apoyando a sus amigos. Me acompañó durante 1K y resultó una gran ayuda. En el 39K me alcanzó Marcela (ni idea de quién es, pero llevaba el nombre a la espalda, y ya la había pasado en los 10K), quien me grita que “voy a batir mi record”, pues le había comentado al principio que venía de correr la maratón de POA con un triste record de 5 h 23 min). En ese kilómetro casi paro a sentarme junto a una estatua del Negro Olmedo con su eterna sonrisa, que hay en una plaza preciosa de Rosario.

En el 40K me alcanza Carlos (Ruteros 60) y se va lentamente. Iban 4 hs. 08’ y según mis cálculos, aún caminando ya ponía menos de 4 hs. 30 minutos … Alcanzo a dos compañeros de Corredores del Prado y lentamente los paso. A falta de 500 metros, ya empecé a aplaudir y a agradecer a viva voz a todos los rosarinos que estaban en la llegada. Casi me quiebro (emocionalmente …) cuando me doy cuenta que voy a bajar mi tiempo anterior (sólo 4 semanas antes) en algo más de una hora … Ariel me esperaba para entregarme la bandera uruguaya, Víctor y Paulo ya habían llegado, Adriana, Fernanda y Verónica estaban al costado sacando fotos … ¡Qué linda gente! ¡Adriana y su aguante es un capítulo aparte! Creo que es la culpable de esta locura, pues gracias a ella –que me anotó en el Urunday, hace unos dos años- arranqué para las corridas.

Entre gritos de aliento de rosarinos que alentaban con su ¡fuerza uruguayo!, crucé la meta en 4 hs. 22 minutos 30 segundos … Bajé mi tiempo en 1 hora 30 segundos. Aprendí la lección, y no cometí los errores de la primera vez. Me sentí un ganador, pese a que llegué en la posición 111 entre 141 de mi categoría, y 792 en la general (de entre cerca de 1200 corredores). ¡Gracias a los amigos de Sayago Running y del Gimnasio! ¡Gracias Fabiana y Magela (las “profes”)! ¡Hasta Punta del Este!

La primera vez en una maratón - Porto Alegre 2008



23.05.08 - 06:00 Vuelo de Gol a Porto Alegre. En el aeropuerto encontramos a varios corredores de Última Fila (José Szyman, Nacho Lin y otros) y ya vamos entrando en “clima”. En la sala de embarque, aparece Paulo Martínez a despedirse y desearme suerte. A las 07:00 ya estamos en Porto Alegre. Vamos directo al hotel, donde la habitación recién estaría lista al mediodía. Dejamos el equipaje y vamos al centro a buscar los “milagrosos” sobres de carbohidratos en gel. Después de mucho recorrer (hay una farmacia cada 30 metros ...), las encontré en una PanVel especializada en deportes. Con 29º volvemos al hotel. Nos instalamos y arrancamos para el Praia de Belas Shopping a almorzar. Viendo vidrieras, entiendo por qué razón hay tantos brasileños comprando en Uruguay! Precios del 1er. mundo, dólar débil mediante. Pasamos por un supermercado a comprar Gatorade, ticholos y pasas de uva para la carrera, y algo para desayunar el domingo temprano.
A las 15:00 hs. ya estábamos descansando ... pero el celular me despertó dos veces. A las 20:30 otra vez hasta el Praia de Belas a comprar algún regalo, y volvemos a cenar al García’s Grill (muy recomendable) donde, a buen precio, cenamos “rodizio” de carnes a la parrilla y pizzas, acompañados con ensaladas (¿la ingesta de carbohidratos? ...). Todavía faltan 36 horas para la carrera ... y no sé si haré 21K o 42K. Además de las dudas generadas por la ausencia del Popo (con quien iba a hacer la posta 2x21K), juegan las “invitaciones” de la gente de Última Fila que me empujan a hacer la maratón, y una página de humor que leí en Zero Hora donde un personaje dice: “Quienes corren la media maratón o hacen la rústica (10 K), son maricones”. Mañana tomaré la decisión.

24.05.08. Temprano ya estaba despierto, pero aguantamos hasta las 9:00 para empezar el día, desayunando con una buena dosis de cereales, yogur, café, banana, tostadas con “presunto” ... y a la Brigada Militar a retirar el kit. Decidimos ir caminando para aprovechar y moverme sin exigencia. 40 minutos más o menos y a las 10:30 estábamos por allá, con cielo amenazante y una temperatura más baja que ayer gracias a la lluvia de la madrugada. Me quedé sin la excusa del calor ... pero podré usar la del frío, diciendo que estoy acostumbrado a entrenar con temperaturas más altas ... Encontramos una larga fila de corredores y algo de caos en la entrada. Pasa Omar Guisolfo (Energéticos) con su señora, que ya tenía su kit, y me insiste en que haga los 42K. Empiezan a aparecer otros uruguayos. Un “coyote” con la gloriosa aurinegra (le saqué una foto, obvio), Héctor Castro (Nacional), Julio C. Barreto, el gordo de Chasquis, Ana (Atletas del Prado), Ruteros 60, José Szyman y sus compañeros de U. Fila, que terminan de convencerme. Finalmente llego al puesto de inscripción y –con una amabilidad extraordinaria de la gente de la organización-, hago el cambio: con el No. 1184 haré mi debut en 42.3 K el 25.05.08 en la XXV Maratona de Porto Alegre. La camiseta es preciosa y de muy buena calidad. Compramos algunos reglaos para los hijos (camisetas con la inscripción de la Maratón), y mi primera calza larga para correr en el invierno (Rai, obligatorio usarla con short por arriba!!!). Salimos y retornamos al hotel, previo almuerzo en el Shopping Joao Pessoa, también a buen precio. Compré también 5 sobres más de carbohidratos en gel, y con el kit vienen dos sobres más. Conseguí una crema hidratante para los pies, tratando de evitar las ampollas. Siguiendo la recomendación de José Szyman, a descansar y comer mucho ticholo y pasas de uva viendo algo de deportes en televisión. Llegamos y me pongo a preparar todo el equipo para mañana, con la emoción y nervios de la primera vez. Hago ejercicios de flexibilidad y estiramiento viendo Inter - Roma por la final de la Copa Italia.

25.05.08. Llegó el día. Después de dormir muy poco, a las 04:55 el celular me avisó que debía “despegar” y desayunar algo. Bañado y afeitado, salimos rumbo al Parque da Harmonía a las 06:15, con bastante frío (por fin!). Al llegar y pese a la oscuridad, había un clima de fiesta y empezamos a encontrar uruguayos y a sacar fotos. Adriana se volvió al hotel a desayunar (la “saqué” muy temprano) ya que le dije que con suerte volvía en 5 horas. A las 7:20 hs. larga la maratón y salimos a ritmo muy controlado. Llevo a los de U. Fila delante por más o menos 1 kilómetro. Omar Guisolfo (¡grande Omar!) me alcanza por el km. 6 (cuando ingiero la primera dosis de carbohidratos) y vamos juntos más o menos hasta el km. 10, cuando de a poco me empiezo a “quedar”. Llevo una hora de carrera en esos 10K, y me parece bien. Enseguida aparece Héctor Castro (¡otro grande, pese a su condición de “bolso”!), que me “lleva” más o menos por un kilómetro y también se va lentamente adelante. Allá por el km. 16 me pasa Hugo (Villa Española) y aparece el gordo de Chasquis. Empieza a lloviznar, y sufriendo llegamos a los 20K en 2hs. 14 minutos, con ganas de “lo segundo” (perdón ... ¿será el efecto del gel?) y habiendo orinado ya en dos oportunidades. Empiezo a preocuparme, pues me siento muy cansado. Ingiero el 2º sobre de carbohidratos y como ticholos. Hasta el gordo se va adelante unos 100 o 200 metros. A los 26K lo alcanzo nuevamente y va con algún dolor en la pierna. Le ofrezco “gelol”. Me despego un poco, pasamos al costado del Shopping Praia de Belas y muy cerca de la largada. Hora de la 3ª. dosis de carbohidratos ... y empiezo a toser, con una sensación extraña en el estómago. A los 30K y con el famoso “muro”, con 3 hs. 35 minutos, nos juntamos con los que están haciendo el “Revezamento” (posta). Cuando doy la vuelta a los 32K, veo que el gordo viene caminando y me hace señas de que siga. Paso a algunas mujeres (que habían largado 10 minutos antes). Allá por el 36, retornaban Omar (Energéticos), Ana (AdelP), Hugo y Sra. (V. Española), que me gritan que faltan 2 km para hacer el retorno. Sigue una “tortura” hasta el km .38, donde hay una alfombra de control y retornamos, pasando al costado del Estadio Beira Río (de mi querido Inter.). Los veo “enteros” y yo debo estar dando lástima ... A esa altura calculo que estoy poniendo 9 minutos por kilómetro. Hago los interminables últimos 4 km pasando a un brasilero que caminaba, y a una brasilera que “marchaba” y que también debutaba en la distancia, para asomar en la rotonda (¡faltan 300 metros!!!) y veo a Adriana que me hace señas, junto a Héctor Castro y otros uruguayos que agitan la bandera mientras me aplauden. Un brasilero que a esa altura caminaba y era el único corredor que tenía antes de la meta, mira sin entender ... ¿Pensará que lo aplauden a él? Hasta que, con una sonrisa de oreja a oreja, “les saco la lengua” a ese grupito y me siento un ganador ... Llego a la meta en 5 hs. 23 minutos (un desastre). Pero no me puedo quejar, considerando la escasa preparación (venía a hacer 21 km), aunque esperaba poner un tiempo no superior a las 5 horas. Para ser mi primera vez, la experiencia resultará inolvidable. Una preciosa y enorme medalla, una muy linda remera recordatoria y el encuentro con tantos “locos uruguayos que corren” lo justifican. Una vez más, paso todo el día sin apetito ... ¡8 minutos de promedio por kilómetro! Impresentable. Pero como me dijo la gente de Última Fila: “llegaste y sos un ganador; muchos de los que se preparan, no llegan. Ahora te queda bajar ese tiempo”.
En el horizonte cercano está la Maratón del Día de la Bandera, en Rosario (Argentina) el 22.06.08.

Un loco que corre


En agosto de 2006 (hace poco más de dos años) disputé mi primera carrera "oficial" sobre una distancia de 10K (Reebok), en una muy fría mañana. Hacía unos 3 meses que había empezado a hacer actividad física en el Gimnasio Urunday Universitario, a instancias de Adriana (mi compañera de la vida). Los objetivos eran muy poco desafiantes: 1) llegar; 2) hacerlo en menos de 1 hora 15m. Obviamente, lo alcancé en menos de 1 hora, aunque "daba lástima".


Como Forest Gump, "no pude parar". En el momento actual, llevo 72 carreras "oficiales" disputadas, con un total de 850 Km recorridos, comprendiendo 3 maratones en los últimos 3 meses y medio, y 7 medias maratones. No me puedo quejar en lo más mínimo de los resultados alcanzados, aunque nunca alcancé ninguna posición digna de destaque. Es decir: compito conmigo. Tengo algo más de 30 medallas, pero en todos los casos son las que te dan "por llegar". Como dice Marciano Durán, son esas medallas que les dan hasta al policía que cortaba el tránsito.


En lo que si gano un montón, es en la cantidad de amigos. Empiezo por los compañeros de Sayago Running, el equipo por el cual compito. Allá por agosto de 2007, el capitán Rai me invitó a integrar un equipo que estaban constituyendo, mientras subíamos y bajábamos el Cerro de Montevideo. Me han recibido "como si me conocieran de toda la vida". Además de Rai, están Víctor ("hermano" en los 42K), Fabián, Diego A., Diego S., Milton, Héctor "Popo", Seba A., Jorge R., Ariel I., Augusto, Marcos, Tachu y Lele "orugas", Mónica, Fernando L., Juan A., Noelia, Nicolás, Pablo, Carina, Maxi, Anthony, Carlitos, Seba, Pepe, Gonza (mi hijo) ... más los que estuvieron y en cierta forma siguen siendo parte de este grupo: Paulo (otro "hermano" de la vida y de aventuras en los 42K), Fede, Carolina, Richard, Héctor M. Gonzalo G., ... y me debo estar olvidando de alguno. No puedo olvidarme de la gente del Gimnasio Sayago del Ministerio de Turismo y Deportes, en particular de la Profe Fabiana Belis, que nos "aguanta" y guía permanentemente en nuestros entrenamientos.


De los amigos "locos que corren" de otros equipos, puedo mencionar un montón: el Tío Yeritano (un "ídolo", ultramaratonista) y sus compañeros de Atletas del Sur, el Pepe Szyman y sus compañeros de Última Fila, Lorenzo Delgado, Héctor Castro, el Pelado Peña, David Chiossoni, el Pirata da Rúa y sus compañeros de Los Rojos ("enormes"), el Piru, Hugo y Mabel de Villa Española, Luisito Ekker y sus Ruteros 60, Nelson y sus Chasquis, Omar Guisolfo y sus Energéticos, Carlos Krul y Susana Cammarotta, David y Hugo de Las Piedras, el Pollito y sus Halcones, Fernando Martínez (Goes), Felipe (Correcaminos), Tabarez y Hugo (Amigos X), Ana Gil (Prado), Gaby Coyote, ...


En lo otro que gano, es en la cantidad de km. recorridos por el equipo. Es bueno encontrar una "categoría" en la cual ser el No. 1, y por eso inventé el "Top 10" de Sayago Running, donde ocupo la primera posición por lejos.


Como dijo un amigo (Daniel Lage), desde el año 2002 en España, cuando armó su blog: "a cierta altura de la vida, a algunos se nos da por correr, y otros tienen un blog". En este caso, se me dio por juntar ambos elementos. Debo estar medio loco. Pero lo disfruto plenamente. En mi agenda, están marcadas siempre todas las fechas de las carreras, y en cierta forma "ajusto" las demás actividades laborales, profesionales, docentes y familiares, en función de las carreras y los entrenamientos. Es que me hacen sentir muy bien. Quizás sea genético, pues mi padre corrió durante unos 20 años, y también empezó bastante tarde (allá por sus 50 años). Creo que conseguí superarlo en "locura", pues cuando le comenté que iba a correr mi primera maratón, me contestó que era algo a lo cual nunca se había animado. El 25.05.08 corrí mi primera maratón en Porto Alegre, el 22.06.08 hice la 2a en Rosario (Argentina), y el pasado 07.09.08 corrí la tercera en Punta del Este.


Armar este blog me divierte mucho. Espero que quienes lo lean piensen lo mismo.

Una carrera diferente - La M4 Nativa 2007

La M4 Nativa del sábado fue una carrera diferente para mí, pues después de poco más de un año en esta aventura de correr, me acompañó Gonza (mi hijo) en su debut en los 10K (con sus 14 años). El objetivo desde antes de largar fue llegar enteros, y si era posible, en menos de 1 hora 15 minutos. Cualquiera dirá: “¡qué objetivos tan pobres!”. Para nosotros fue un enorme desafío.
Lo dejé junto a Seba en un cumpleaños a las 15:00 horas (ya con la camiseta de Sayago Running), y los pasé a buscar a las 17:30 horas. A eso de las 18:00 ya estábamos por la largada, donde encontramos a Víctor. El resto del equipo, nada …
Saludé a un montón de amigos que he ido consiguiendo en estas locuras (el Pelado Peña de Los Rojos, Omar Guisolfo de los Energéticos, el ultramaratonista Luisito Ekker de Ruteros 60 –record nacional en 100K- que también había traído a dos de sus hijos, Marito Moraes que se vino desde Artigas, y tantos otros). Como me dijo Gonza:”te conocés a casi todos”. Es que hemos ido construyendo un gran grupo. Ni que hablar de los “anónimos” que te gritan “aguante Sayago”.
Cerca de la hora de largada, aparece Rai, Paulo, Seba y ya no me acuerdo quien más. Las instrucciones sobre el encuentro “en el arco que da al Este” quedaron como anécdota.
A las 19:00 y lleno de instrucciones hacia Gonza, arrancamos a nuestro ritmo, tratando de no caernos en la locura de la largada. Ritmo lento, pero constante. Allá por el kilómetro y ½, Gonza me dice que le duelen las rodillas y que está cansado … Le reclamo llegar al menos hasta el km 2 para recién ahí caminar algo. No aguantó …
Entre trotes suaves y caminatas rápidas, cuando nos dimos cuenta estábamos en el primer puesto de agua. Me puse a cantar a viva voz, tratando de infundirle ánimo, y pidiendo el aplauso de la gente. Así fuimos avanzando, hasta que llegamos a Punta Carretas. Compartimos hurras, cantos y aliento con los otros corredores que nos acompañaban.
Después de mucho apelar a Gonza para que mantuviera un ritmo constante, cuando cruzamos el primer arco en la última curva del recorrido, el “bestia” se mandó un pique de 100 mts. (¿fuerza contenida?) que me dejó de boca abierta, al extremo de que me costó enormemente alcanzarlo. Llegamos en 1 h. 13’ 21”. Objetivos cumplidos. Seba (chico) nos esperaba en la meta, para asombrarnos con sus 46’ 57” también en su debut en 10K. El año que viene está definiendo el campeonato en su categoría.
Gonza con sus dolores en las rodillas. Nada mal para ser su debut, y por el hecho de que no entrenó nada. Yo con la satisfacción de haber tenido su compañía en la carrera. ¿Qué más puedo pedir?