lunes, 29 de noviembre de 2010

SALOMON RUNNING RACE - 50K EXTREME

Sí, es verdad. Este fin de semana me hice presente en la última etapa de la Serie Salomon Running Race, organizada por SUCA Sports en Villa Serrana, donde participé en la categoría Extreme 50K.

¿Cómo catalogarlo? La verdad es que cuando decidí inscribirme, lo tomé como el último desafío del año, similar a las participaciones en las tres maratones disputadas en el 2010. Aunque la distancia era algo superior, el hecho de que se disputara en dos jornadas la hacía un desafío posible. A ello se le agregaba el hecho de que se disputaba en un entorno paradisíaco, rodeado de la más pura naturaleza que tienen las Sierras de Minas. Así que no lo dudé. Es cierto que el viernes, mientras miraba los últimos detalles publicados por SUCA, empecé a sentir la adrenalina propia de este tipo de carreras, en particular cuando miré el diseño de la camiseta que decía “EXTREME 50K”, y cuando leí el recorrido de los dos días.

Pensaba ir el viernes a la noche para dormir allá, en la Posada Serrana (entrando en el K139 de Ruta 8 a la derecha, por el Camino Marco de los Reyes, a 4K). Tenía la fiesta del día del funcionario del Banco, en la sede del ABC (Interbalnearia, K22), así que dejé mi bolso pronto y Adriana pasaba a buscarme alrededor de las 23:00 hs. Pero alrededor de las 22:00 se desató una tormenta con fuertes vientos, que nos hicieron cambiar de planes. Así que me fue a buscar y dormimos en Montevideo.

El sábado arrancamos a las 6:40, para llegar a destino a las 8:20. Nos instalamos y fuimos hasta Villa Serrana, a la zona de la represa donde estaba la “base de operaciones” armada por SUCA Sports. Encontramos a los compañeros de Atletas del Sur, y terminé de prepararme para la carrera, bajo un sol que ya “picaba” bastante y hacía presumir una jornada dura.

A las 10:30 se dio inicio a la primera etapa de la categoría EXTREME, con un total de 28,3K, corriendo con el No. 055. Ya en la salida se notó el enorme calor y lo complicado de la prueba, pues prácticamente hicimos 8K en subida (casi permanente), por un camino de balastro hasta los 9K. La salida se hizo hacia el Oeste para llegar al Camino Marco de los Reyes, donde doblamos a la izquierda (Sur) e incluso cruzamos frente a la Posada Serrana donde estaba alojado. Ya en ese tramo, me junté al Abeja (Halcones) con quien fuimos conversando y armando la estrategia de carrera, teniendo siempre presente que hoy teníamos una nueva jornada de 21K. Por ello, en cada oportunidad en que teníamos una subida fuerte, caminábamos y nos recuperábamos para evitar “quemarnos” inútilmente. A los 9K se nos juntó el “Pollito” Marcos Medina, cuando doblamos a la derecha e ingresamos a un trillo de pasto en general con una leve bajada. Llevábamos un promedio de 7’/K aproximadamente. Fuimos hasta el Salto del Penitente (a mitad de ese recorrido, ya volvía el puntero de la competencia, Mauricio Ramírez). A los 10K estaba el primer puesto de hidratación, donde nos dieron solamente una botellita de agua, pese al enorme calor. Pude completar las botellitas de mi cinto de hidratación. Ingerí el primer sobre de carbohidratos (con cafeína) en gel, cuando llevaba 1h 20’ de carrera. No miento si digo que deberían haber unos 35º de temperatura.

En el Salto del Penitente (aproximadamente 13K) llegamos a la parte más alta, nos registraron y emprendimos el retorno, después de cruzar entre las piedras y sacarnos una foto con el Abeja. Casi enseguida, nos juntamos con otros dos amigos de Halcones que corrían en pareja (Kike Navas y Jorge Dovat). En el K17, nuevamente llegamos al puesto de hidratación donde ingerí una botellita entera y me llevé otra para el recorrido. A los 18K salimos nuevamente al Camino Marco de los Reyes y retornamos con dirección Norte. Ingerí el 2º sobre de carbohidratos en gel cuando llevaba 2h 50’.

A los 21K estaba el puesto de Gatorade, donde ingresamos a la derecha (Este) por un trillo de pasto. Mis compañeros se fueron un poco adelante, ya que sufría bastante lo duro del recorrido y el calor reinante. A los 22K apareció Jorge Beltrán (SUCA Sports) que venía en su camioneta, y nos dijo que veníamos bien, “más o menos a mitad de tabla”. Un poco más adelante alcancé a un corredor de Amigos X (no conozco su nombre, de 66 años, que estaba acalambrado tratando de recuperarse).

A los 26K divisamos el arco de llegada a los lejos, aproximadamente a unos 500 mts., cuando salimos a un camino de balastro. Pero resulta que aún nos faltaban 2,3K, así que fuimos bordeando la zona de llegada, por toda la parte más construida de Villa Serrana. Ahí ya me había recuperado y alcanzado a los Halcones. Finalmente, después de una larga vuelta en bajada por ese camino, nos esperaba una última subida a escasos 500 mts de la llegada. Ahí decidimos con los Halcones, llegar todos juntos incluyendo al Amigo X que venía un poquito más atrás. Así lo hicimos, para completar el recorrido en un tiempo total de 3h 29’ 13” (un promedio de 7’24”/K), un tiempo total que consideré bueno ya que fue incluso inferior al objetivo “optimista” de no superar las 3h 30’.

Después de compartir algunos comentarios con los compañeros de Atletas del Sur, emprendimos el retorno a la Posada Serrana. En la tarde, después de una siesta reparadora, estuve caminando un poco para desentumecerme, además de estirar un poco los músculos. En ese momento, una vecina de cabaña (Paola) que había ido a competir en los 21K –y a quien había visto cuando pasamos frente a la Posada-, me preguntó si podíamos llevarla a la carrera hoy domingo, así que nos ganamos una acompañante, además de intercambiar algunos comentarios propios de quienes sentimos una pasión poco racional por estas disciplinas.

Hoy por la mañana, después del desayuno, fuimos hasta la largada. Ya la zona había cambiado bastante, puesto que había muchos vehículos y gente, que había concurrido a participar de la etapa de 21K y 10K. Fue la hora de los saludos y reencuentros, hasta que a las 10:30 se dio la largada. La temperatura había cambiado bastante, con un cielo nublado y bastante más fresco que ayer. Corrí con la mochila de hidratación en lugar del cinto, ya que ayer me dolían las lumbares, posiblemente por el hecho de haber corrido en alguna posición no muy erguida.
La animación estaba a cargo de Rafa Cotelo, que entrevistó a Mauricio Ramírez. Ante mi pregunta si no entrevistaba a “alguien del montón”, obviamente su respuesta fue positiva así que tuve oportunidad de dar mi opinión sobre la carrera y de agradecer públicamente a los Halcones con quienes corrí ayer sábado. También dije que en algo era igual a Mauricio: en la opinión sobre lo dura de la etapa de ayer …

Nuevamente salimos a las 10:30 hacia el Oeste, por un camino de balastro en subida. Decidí tomarlo con mucha calma, para evitar fundirme y tratando de no sufrir las consecuencias del esfuerzo de ayer. Hicimos aproximadamente un par de kilómetros, para doblar a la derecha (Norte) por un camino con algo de pasto, para posteriormente bordear un pequeño monte por donde transitamos por otros 2K, en una zona técnicamente más complicada que ayer, pero que a mi me agrada particularmente. Así, cruzamos por alguna parte con barro, entre ramas, espinas y piedras, saltando de un lado a otro, para alrededor de los 5K llegar nuevamente a la zona de largada, donde estaba el primer puesto de hidratación, Ahí cruzamos el puentecito por donde llegamos ayer, al costado de la represa, para emprender el camino de balastro en una subida sostenida.

Cuando llevaba una hora de carrera, ingerí un sobre de carbohidratos (con cafeína) en gel, y casi enseguida estaba el puesto de Gatorade –que no había divisado- así que decidí no tomar nada para evitar la mezcla … Me sentía bien, al extremo que –salvo en alguna subida fuerte- prácticamente no caminé. El piso de pasto y el clima agradable lo hacían muy llevadero. Una tropilla de vaquillonas cruzó corriendo, posiblemente asombrándose por ese montón de “locos” que venían a interrumpir su dominio. Empecé a sentir una molestia en el arco del pié derecho, casi un amague de calambre, que me preocupó un poco pues nunca me había pasado, así que fui durante un ratito cambiando algo la pisada.

Más o menos a los 14K estaba el 2º puesto de hidratación. Mantenía el paso sin mayores dificultades, al extremo que me preguntaba si no estaría calculando mal la distancia recorrida. Doblamos a la derecha por un camino de balastro y emprendimos el retorno, donde un asistente de la carrera me indicó que debían faltar unos 5K para la llegada.

Y efectivamente fue así. A escasos 3K de la llegada, ya se sentía la voz de Rafa Cotelo que anunciaba la llegada de los competidores. Y lo que nos faltaba era prácticamente en bajada (salvo alguna subidita corta). De esa manera, con una sonrisa de oreja a oreja, emprendí el último tramo sintiéndome un triunfador, cruzando la meta en 2h 19’ 49” (promedio 6’45”/K). El amigo Víctor Trillas –que ya había llegado- me pidió la cámara en la última curva y corrió a la meta a registrar mi llegada.

Recibí una preciosa medalla, que expondré en un lugar destacado en mi “medallero” junto a las de las 8 maratones disputadas. Completé los 48.5K del recorrido total, en un tiempo acumulado de 5h 49’02”, y me siento entero (con los dolorcitos propios de estos esfuerzos, pero sin ninguna complicación).

¿Qué sigue, después de esta excepcional experiencia? Por lo pronto, completé un total de 1.931,6K en competencias oficiales desde que empecé a correr, y 554,9K en el corriente año 2010.

Nos vemos “en la ruta”. Más fotos, presionando en “Mis fotos” o ingresando a: www.picasaweb.google.com/jxavier.runner

Domingo 28 de noviembre de 2010.






1 comentario:

Fernando dijo...

Muy buena narración con lujo de detalles.