El campeonato de 10K de la AAU llegó a su fin ayer domingo con la carrera organizada por los Corredores del Prado y el Club Urunday Universitario. Dado que ya completé 15 carreras, en oportunidad de la reunión que mantuvimos con los amigos del grupo D-Mentes con quienes compartiremos el Cruce de los Andes en febrero/2012, decidimos participar en la Maratón de los Lagos, disputada también ayer en Paso de los Toros con la organización de Toros Eventos Deportivos (Prof. Ruben Trigo), con carreras "cross country" de 8, 20, 30 y 42K (que finalmente fueron 38K como consecuencia de las lluvias).
Pactamos salir a las 19:00 horas desde Plaza Cuba, pero la demora del amigo Víctor Trillas en llegar a casa, nos hizo llegar tarde. Levantamos al "Abeja" Luis Castro y llegamos al punto pactado a las 19:15. Estaban Osmar Telis, Gabriela Cabrera, Alejandro Chabalgoity y Jorge Nin.
Llegamos a Paso de los Toros alrededor de las 22:00 horas, y fuimos a retirar el kit de la carrera. Recibimos una linda camiseta recordatoria y las instrucciones sobre el alojamiento en el Complejo Municipal, donde la Organización había gestionado la estadía gratuita en habitaciones con cuchetas y baños. Muy buena atención, que demuestra que el algunas ciudades del interior del país, se conjugan los esfuerzos para ofrecer muy buenas posibilidades a quienes practicamos estos deportes.
Hicimos la cena de pastas, en un lindo restaurante en el Club, al lado de la iglesia de Paso de los Toros. Muy recomendable. Mientras íbamos caminando, encontramos a los amigos Marcelo Bariatti y Ana Laura Recuero, Alejandro Rey, Héctor Yeritano, Julio Perera, Mauricio Sanner y Marta Remedios.
A la mañana, hicimos un rápido desayuno y pusimos rumbo a la zona de largada, al costado del puente sobre el Río Negro. Víctor Trillas había decidido cambiarse a la categoría 42K, así que estuvo en el grupo que largó al principio, poco después de 8:30. Con Jorge Nin y el Abeja Castro, largamos los 30K poco después de las 9:00. El recorrido inicial se hizo por el precioso parque al costado del Río Negro, donde cruzamos a los corredores de los 42K que ya volvían a cerrar sus primeros 8K y retomar el recorrido de quienes hacíamos los 30K. Aproximadamente a los 2.5K salimos al costado de una ruta, por donde corrimos por aprox. 1 kilómetro, con un cielo bien encapotado pero con una sensación agobiante. Doblamos a la derecha para meternos a través del campo, por trillos de pasto. A los 4K estaba una portera, donde saltamos y seguimos por un camino donde hace años cruzaba la vía del tren. El recorrido era precioso, pero algo peligroso ya que había mucha piedra suelta, chircas, espinas, desnivel, etc. etc. A los costados del recorrido se veían unos preciosos espejos de agua, así que aproveché para sacar fotos.
Con los compañeros, llevábamos un ritmo algo más fuerte de los aconsejable, pues corríamos a 5:15 - 5:20 por kilómetro. Ello llevaba a que casi permanentemente hiciéramos comentarios sobre la importancia de preservar energías. Después de esa zona algo "sucia", a los 10K recibimos agua y fruta. Llevábamos 56'25". Fue el momento indicado para ingerir un sobre de gel, y casi enseguida salimos a un camino asfaltado que llevaba a la represa Gabriel Terra. El "Abeja" nuevamente recibió un llamado, y tuvo necesidad de parar en un puesto a la entrada de la represa, así que con Jorge Nin seguimos un poco más lento para que nos pudiera alcanzar sin dificultades.
Cruzando por encima de la represa, nos volvimos a juntar. Doblamos a la derecha para ingresar en la zona de bosques, donde el recorrido era espectacular. Es cierto que presentaba algún peligro por la cantidad de ramas atravesadas, raíces, barro, hojas y humedad, pero es el tipo de recorrido que más me atrae. El cuerpo se "libera" en esos tramos, en perfecta comunión con la naturaleza. Avanzando a ritmo firme, completamos los 15K en 1 h 25'. En el puesto de control, recibimos agua suficiente para refrescarnos e hidratarnos.
Emprendimos el retorno por el mismo camino, y aproximadamente al kilómetro cruzamos a Víctor, que nos gritó preguntando por cuánto faltaba para el retorno. En ese tramo, Jorge Nin se fue adelante a ritmo fuerte, en tanto superamos a Mauricio Sanner (Florida) que iba "sufriendo". Alcanzamos los 20K en 1 h 55', donde ingerí el 2o. sobre de gel y recibimos agua. El comentario de la chica que hacía el control de los corredores fue: "siempre corriendo juntos". A lo lejos se veía a Héctor Yeritano y Alejandro Rey con sus camisetas color naranja, que venían un poco más atras.
En el camino de vuelta por la parte más sucia, en un momento "me llevé" una piedra, lo que me hizo sufrir un fuerte dolor en un dedo y caminar un poco para recuperarme. Todavía me duele ... A los 22K alcanzamos a Angel Rego (Correcaminos), quien nos acompañó por aprox. un kilómetro. Sosteniendo el ritmo, pudimos ir superando a algunos corredores que ya sufrían las consecuencias del esfuerzo. También fuimos superando a corredores de los 20K.
Ya en los últimos 2K, el Abeja se me fue un poco adelante. Completé el recorrido en 2 h 54' 38" (5'49"/K), un tiempo mejor del esperado (la meta era hacerlo en 3 horas), en particular considerando el tipo de recorrido ("cross country") que enfrentamos. En lo personal, lo tomé como una muy buena oportunidad para entrenar, pensando en La Misión (160K non stop) de mediados de diciembre en San Martín de los Andes. Jorge Nin nos sorprendió con 2h 39', y Gabriela con su primera posición en la categoría Damas 20K con 1:59' (algo "discutida" por el error cometido en el cómputo de los resultados por los organizadores, que fue rápidamente corregido ante nuestro reclamo). Víctor completó los 38K en 3:53', algo fundido, pero con la satisfacción de haber llegado después de bastante tiempo sin hacer distancias tan largas.
Nos sacamos fotos con la bandera de Uruguay por LiveStrong, y ya estamos pensando en futuros desafíos, preparando el Cruce de los Andes.
A modo de resumen, nos queda la satisfacción de haber formado parte de una preciosa fiesta muy bien organizada por Toros Eventos Deportivos, con mucho "corazón" y pensando en los competidores. La atención antes, durante y después de la carrera fue muy buena, lo cual demuestra que no se necesitan grandes recursos económicos para organizar este tipo de actividades. Sin dudas, es un evento altamente recomendable, con un recorrido espectacular por una zona del país que no conocía y que resulta muy apropiado para una carrera "cross country". A Ruben Trigo y sus colaboradores, un enorme "GRACIAS" por las atenciones recibidas. "Volveremos", quizás sea la mejor conclusión.
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