viernes, 1 de febrero de 2013

¿Dónde está el límite?

Así se titula un libro escrito por Josef Ajram, nacido en Barcelona el 5 de abril de 1978. Algunos de los datos que aporta, son "envidiables", pero para abreviarlo, digamos que es el primer español en terminar el Ultraman Canadá y el Ultraman Hawai.

Pude disfrutar por segunda vez, de la lectura de esta "joyita", y quisiera compartir con mis amigos, algunos de los conceptos que allí expone. En el capítulo 7, titulado "Algo que me marcó profundamente", dice:

"No sé dónde está el límite, pero sí sé dónde no está. Queremos que las personas se den cuenta de lo que están consiguiendo. El punto principal es el deporte, pero tanto en el deporte como en la vida, los límites se los pone uno mismo. Todo el mundo es capaz de hacer lo que se proponga siempre y cuando luche por ello y agote todos los recursos posibles antes de rendirse.
El objetivo no es ganar, sino que el objetivo debe ser sentirte bien, tener la disciplina del entrenamiento día a día, estar cómodo contigo mismo ... y terminar lo que has empezado, sobre todo eso, porque, de lo contrario, la gente se obsesiona con el cronómetro. El cronómetro existe, es un hecho que no podemos obviar, pero cada vez más tendríamos que pensar que el reto de verdad es terminar, y tanto da si terminas en el número 40 o 400, lo importante es intentarlo hasta el final.
Participar en la Marathon des Sables me ayudó mucho a visualizar este concepto. En esa prueba, hay un promedio de 850 participantes; 650 de ellos caminan y los otros 200 corren o corren y caminan. Entonces te das cuenta que el cronómetro da igual. No importa.
Esto, sin quererlo, también ha ido a mi favor, porque, cuando aprendes esta manera de pensar y la interiorizas, las personas se dan cuenta de que realmente consiguen lo que se proponen, y esto les sorprende gratamente.
La gente se da cuenta de que no vale la pena rendirse tan rápidamente. Es importante luchar un poco y agotar todos los recursos. Naturalmente, llegará un punto en que, si no puedes, pues no puedes. Pero la clave está en no rendirse con facilidad."

En otro de los capítulos, titulado "Momentos duros", dice:

"En cualquier caso, lo importante es tener mucho respeto a la vida. Tienes que ser muy consciente de que, en cualquiera de estas locuras deportivas, el hecho de terminar ya es un hito. Luego, lograr terminar en mejor o peor puesto ya es buscar la perfección. Siempre hay que darlo todo. Pero no tiene que pasar -y a mí me ha sucedido- que te sientas frustrado por haber terminado una prueba en mala posición o, simplemente por no terminarla."

¿Inspirador, verdad?

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