Ayer domingo disputamos la 3a. Aventura Piedra Alta en Florida, con los compañeros Pablo Lapaz y Víctor Trillas, conformando el equipo "Orejanos", después de nuestra participación en la fecha del Campeonato de 10K de la AAU disputada en sábado en Pando. Era todo un desafío, pues significaba participar en competencias con algo así como 16 horas de diferencia entre ambas.
A las 6:15 pasó Víc a buscarme por la esquina de casa, y pusimos rumbo a Florida con anuncios de lluvia, pues los relámpagos iluminaban la madrugada por todos lados. Alrededor de las 7:40 llegamos a destino, y recién se estaba armando la estructura de la carrera. Nos correspondió el No. 07 en la categoría "más de 120 años" (el tiempo pasa ...). Con tiempo suficiente, pudimos preparar todo para largar. A las 9.40 se hizo la charla técnica con instrucciones sobre el recorrido y mirando el mapa de la carrera, para ir posteriormente hasta la Intendencia, desde donde se hacía la largada.
A las 10:00, se inició con la disciplina "duatlón en equipo", donde dos integrantes iban en bicicleta y uno corría. Pablo y Víc se fueron turnando en la parte de pedestrismo, a un ritmo acelerado ya que a los 3K (cruzando en el puente sobre el Santa Lucía, bajo la Ruta 5) llevábamos 10'. Ahí Víc me pidió que me animara a hacer el remate hasta el local de "Almacén Rural" (al lado de la Estación ANCAP), donde debíamos retirar la otra bicicleta, cosa que hice durante poco más de 300 mts a ritmo muy fuerte, completando unos 3,5K hasta ese momento.
Empezó ahí la etapa de MTB, sobre un camino de balasto, donde pudimos rodar a ritmo sostenido durante unos 14K con algunos tramos con bastante barro que requerían mucha técnica, para llegar hasta la base del Cerro Campanero (¿así se llamaba?). Ahí dejábamos las bicicletas, para emprender la subida y bajada al cerro, donde me fui adelante ya que Pablo y Vic quedaron ajustando el porta-caramañola de Víc que se había aflojado. En la cima dimos la vuelta y emprendimos la bajada entre piedras, donde los compañeros me alcanzaron y llegamos a la base, completando 2K en esta disciplina. Retomamos la parte de MTB, y casi enseguida Víc empezó con molestias en sus piernas, con amagues de calambres ... Sufriendo bastante, fuimos avanzando, hasta que tomamos una camino de bituminoso. Había tramos donde no había ninguna señalización, cosa que llevó a que nos perdiéramos y tomáramos rumbo a la Ruta 5, donde salimos después de mucho pedalear. Desde encima de la Ruta, divisamos un camino que pasaba por debajo y llevaba a la ciudad ... era el camino que deberíamos haber tomado, así que bajamos el terraplén, y retomamos la marcha. Llegamos al Prado de Florida completando 31K en esta disciplina, detrás de otros competidores a quienes antes llevábamos más de 10 minutos ... Al menos hicimos 3K de más ...
Ahí empezó el canotaje ... nos tocó la canoa No. 7, cuyas comodidades dejaban mucho que desear, donde los dos asientos traseros estaban tan junto que apenas entraba sentado, y tenía el banco roto ... pero era un préstamo de los organizadores, así que no nos podíamos quejar. Emprendimos la marcha, y casi enseguida nos dimos vuelta ... Llegamos bajo el puente en Ruta 5, donde había que cruzar con la canoa en el hombro, y retomar la parte de agua. Ahí empezaba la parte más complicada, con 4K contra la corriente, donde había tramos muy complicados, que llevaron a que en algunos casos nos bajáramos y lleváramos la canoa de arrastro. Finalmente, después de 3 o 4 "dadas vuelta", llegamos al destino, donde dejamos la canoa y emprendimos un nuevo recorrido de trekking en un terreno muy complicado con un total de 4K, con restos de cañas y barro, atravesando un monte y sufriendo las consecuencias sobre las piernas. Llegamos nuevamente a la canoa, y emprendimos el retorno, ahora con corriente a favor. Estuvo tan bueno, que pasamos de las "malas palabras" de todo tipo a la ida, a comentarios jocosos, divertidos y amenos, difrutando a pleno de ese contacto con la naturaleza y del espectacular entorno del Río Santa Lucía. ¿Qué mejor manera de sentirse vivo? Como decía el amigo Trillas, "¿qué te parece, veterano; te imaginabas acá?" Y Pablo, que agregaba: "¿un Go. 5 de la Universidad haciendo estas cosas?". Con hermanos de ruta así, todo esfuerzo se transforma en una bendición.
Finalmente, después de mucho remar, llegamos nuevamente al Prado, donde las familias de mis compañeros nos esperaban ya con cierta preocupación. Ahí dejamos la canoa y Pablo arracó con Boya Cross, cruzando el río sobre una goma de auto, mientras con Víc hicimos unos 200 mts. con una bolsa de arena al hombro, para esperar a Pablo. Ahí empezaban los últimos 4K de pedestrismo en la ciudad, con ida y vuelta hasta San Cono. Arranqué un poquito antes, mientras Vic esperaba a Pablo. Un policía de Florida iba en su moto a mi lado -con quien fui conversando-, protegiéndome del tránsito. Ya a falta de unos 500 mts. mis compañeros me alcanzaron, y llegamos a la meta en 5 hs 30 min 55 seg.
Nos esperaba un almuerzo junto a los demás competidores, con tallarines con tuco (que se podía repetir) muy buenos. Emprendimos el retorno ya cuando comenzaba el segundo tiempo del clásico, para llegar a Montevideo sobre las 18:00 horas.
No me puedo quejar en lo más mínimo de los resultados, ya que pude soportar en muy buenas condiciones las dos competencias del fin de semana, lo que me da una buena base para las carreras que me esperan entre mayo y julio.
A los amigos de la Agrupación de Triatletas de Florida -en especial, a Mauricio Sanner Figueroa-, un enorme ¡GRACIAS! Nos hicieron vivir una jornada memorable.
El sábado estaré en los 10K de Maroñas, y el domingo en la fecha del campeonato de 10K de la AAU en Trinidad. Nos vemos en la ruta.
Fotos tomadas de la página de Halcones.
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