domingo, 27 de julio de 2014

CROSS PARQUES CANTERO MR Y LOS ROJOS + ENTRENAMIENTO CERRO DE MONTEVIDEO


Ayer sábado corrimos la 3a. y última etapa de la serie de Cross Parques organizada por Cantero Mauricio Ramírez, con 6.4 Km en Parque Roosevelt. No pude correr la primera etapa disputada en el Parque Rivera, pero si tuve el placer de correr la 2da. etapa en el Parque Rodó -bajo lluvia- y esta última.

En la previa, apenas pude conversar un poco con los amigos, como fue el caso de Julio Sosa y Nacho Puig, compañeros de entrenamientos de martes y jueves, al extremo que no hice un calentamiento previo cuando ya se había dado la largada.

La tarde se presentó con muchísimo frío, al extremo que durante la primera vuelta me sentí bastante "atado" y recién pude apretar un poco el paso durante la 2da. vuelta, cuando me encontré con el compañero "sureño" Mauro Toledo, con quien pudimos mantener un ritmo interesante y superar a Julio Sosa y Nacho Puig que corrían juntos, llegando a escasos metros delante de ellos.


En la imagen, aparecen todos los ganadores de los trofeos en las diferentes categorías. Una verdadera fiesta, por donde se mire. El tiempo total empleado fue de 32m 59s (5:09/km), lo que significa un promedio mejor al que esperaba en la previa. Después de la llegada, me saqué una foto con "Joaquín", ese simpático perrito vestido con color verde manzana, ya que en la oportunidad corrí con una calza negra con verde, y una remera del mismo color.
 


Hoy domingo, en una muy fría mañana de invierno -de esas que compiten por ser la más gélida del año- poco después de las 8:00 AM puse rumbo al Parque Vaz Ferreira, en el Cerro de Montevideo, para un entrenamiento junto a Pablo Lapaz. La temperatura -0 grados- ya presagiaba el panorama que íbamos a enfrentar. ¡Ni temperatura había! 0 grados... "ni frío ni calor", como dijo alguno. "Ni intemperie había", contaba Luis Landriscina. La sensación térmica según weather.com era de -3 grados. 



Apenas salí a los accesos de Montevideo rumbo al Oeste, un sol brillante pugnaba por levantar el manto blanco que cubría el verde del pasto. ¿Cómo explicar -para mentes "normales"- que junto al gran amigo, estábamos optando por un duro esfuerzo, en condiciones en las cuales la gran mayoría considera una locura? Esto es lo que nos hace algo diferentes, ser capaces de desafiar a la naturaleza dejando atrás el calor del hogar, buscando mejorar el estado físico y mental mediante el entrenamiento sistemático y exigente, para enfrentar en mejores condiciones los enormes desafíos que nos esperan. La previsión del tiempo marcaba un aumento sostenido de la temperatura, pese a que seguía siendo una mañana de las más frías del año.

Llegando al Parque, nos encontramos con Pablo. Después del saludo y de compartir unos mates, a las 8:45 emprendimos el recorrido. Nos esperaban 8 vueltas por las laderas del cerro, con 850 metros de subida hasta el costado de la Fortaleza, 1000 mts de bajada y 550 metros en terreno plano.



El pasado domingo hicimos 6 vueltas en 1h 59min (14.5 km en total), así que en esta oportunidad teníamos un par de vueltas más. El recorrido combina tramos de una belleza exuberante, con algunos tramos donde la basura acumulada nos cuestiona en nuestra condición de "ciudadanos". En esta oportunidad, decidimos tomarnos el entrenamiento con un poco más de calma, pese a lo cual en las subidas y bajadas la musculatura sufre mucho. Gemelos y cuádriceps piden clemencia, los pulmones compiten por cuál de ellos "sale" primero en una especie de carrera desenfrenada, buscando una bocanada de oxígeno que nos permita soportar el esfuerzo. Solamente la mente y el corazón, pueden poner un poco de orden en ese caos. La compañía de un amigo como Pablo, hace posible que la jornada transcurra con normalidad, casi imperceptiblemente, sumando vuelta tras vuelta. 


Intercambiamos anécdotas y comentarios, planificando los futuros desafíos (yo los 80 Km de la Half Mision en Serra Fina, Minas Gerais, y Pablo los 160 Km del Ultra Trail del Mont Blanc entre Francia, Suiza e Italia), en tanto la mente "vuela" dando espacio a la creatividad. ¿Qué más se puede pedir?


Como decía Líber Arce, "fuera locura, pero hoy lo haría". Completamos las 8 vueltas en un tiempo total de 2hs 38 min. para cubrir un total de 19 kilómetros. "Gracias a la vida, que me ha dado tanto", cantaba Violeta Parra. Y está prácticamente todo, ahí al alcance de la mano; basta con la decisión de aprovechar cada oportunidad de disfrutar de la naturaleza que nos rodea.

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