jueves, 5 de abril de 2012

Maratón de Santiago 2012 - Un regalo para el alma

El pasado domingo fui parte de la enorme fiesta vivida en ocasión de la Maratón de Santiago. Ya a esta altura puedo considerarme un “experimentado maratonista”, al extremo de que no siento esa sensación extraña en el estómago del día previo o de antes de la largada, ni las dudas sobre las condiciones en las que llegaré. Es que después de correr en condiciones extremas y de haberlo hecho con éxito en ultra-maratones, lleva a que este tipo de carreras “de calle”, pierdan un poco de su magia.

Quizás el convencimiento o certeza de que “llegaré”, me lleva a disfrutar de otras cosas que rodean a la “distancia reina”, que la hacen particularmente interesante. A principios de febrero formé parte del equipo D-Mentes con el que hicimos el Cruce de los Andes (12x42K), y señalé en esa instancia que iba a correr la Maratón de Santiago pues ya me había inscripto, tenía los pasajes pagos, me acompañaba mi hijo y porque formaba parte de una verdadera “legión” de uruguayos que iba a participar de esta aventura.
“El cuerpo tiene memoria”

Y vaya si la tiene. Es que prácticamente no hice un entrenamiento de fondo como para correr la maratón (salvo un fondito de 20K un par de semanas antes). Esta frase la hemos acuñado con Luis Castro (Abeja) y refleja adecuadamente el ritmo en el que vivimos. También es cierto que a esta altura, el físico me ha acompañado sin mayores dificultades, ya que no he sufrido lesiones pese al tremendo “palo” que a veces le doy. Como dijo algún amigo, en realidad vivo permanentemente haciendo entrenamiento de fondo, así que no es necesario que haga una preparación específica.

“La banda se amplía”

La historia empezó en ocasión de la Maratón de Santiago 2011, corrida el 03.04.11, cuando viajamos con Pedro Rodríguez, Julio Curbelo, Luis Castro, Daniel Costa y Carlos Ruiz Zorrilla (que corrió 21K). En esa ocasión, Pedro me preguntó cuanta gente entraba en un avión. Cuando le dije que eran 90 pasajeros, me respondió: “el año que viene lleno un avión”. Cuando recuerdo las “urgencias” del año pasado de Pedrito, renovando su cédula de identidad un rato antes de la salida del vuelo, con su impecable sombrero, traje y corbata (“Diputado Rodríguez”), más su nerviosismo propio de quien por primera vez se sube a un avión, me siento afortunado de contarlo entre mis amigos. El “Tío Pedro”, como cariñosamente lo bautizó mi hija.

Pareció una bravuconada, pero casi se hizo realidad. No lo fue por limitaciones propias de una compañía de aviación. Fuimos 71 uruguayos, distribuidos en tres vuelos de Pluna durante el día viernes 30.03. Un crecimiento exponencial, del cual en parte me siento “responsable”, y a la vez felizmente satisfecho. Sin dudas, la “locura” y el don de gente de Pedro, lo hicieron posible, a lo que se sumó el apoyo de la AAU (Edgardo, Nelson, Molékula). Con seguridad, para muchos esta fue su primera experiencia en un avión, además de su primera maratón fuera de fronteras. Muchas emociones y vivencias, que quedan en el mejor recuerdo. “Lindo haberlo vivido, para poderlo contar”, cantaba José Carbajal.

Conseguimos alojamiento en el Apart Hotel San Marino –el mismo lugar donde me he alojado en cada ocasión que voy a Santiago- bastante céntrico y muy cerca de la Expo Maratón que se realiza en la Estación Mapocho.
“La ley de Murphy”

Con este subtítulo, comenté el año pasado sobre las peripecias en relación con la pérdida y renovación de la cédula de identidad de Pedro. En esta ocasión, tengo que hacer referencia al vuelo rumbo a Santiago … El viernes 30 levanté a Carlitos, Seba, Gonza y al Abeja, y fuimos rumbo al aeropuerto, donde tomábamos el vuelo que salía a las 17:35. Llegamos a las 15:30 y … el vuelo había sido reprogramado para las 23:00 horas!!!

No voy a relatar todas las molestias, “calenturas”, pu …, etc. , pues estoy convencido de que ello es inconducente. Lo cierto es que después de muchas gestiones, Pluna se hizo cargo de una merienda y cena en el aeropuerto, más el traslado en Santiago hasta el hotel, ya que llegaríamos de madrugada y no teníamos forma de ir hasta el centro. La espera se hizo larga … larguísima … interminable … vimos viajar a los compañeros del “último” grupo y nosotros esperando.

Comentando con Seba, Carlitos y el Abeja, nos dimos cuenta que ninguno había llevado mate … todos nos confiamos en que otro iba a llevarlo. Imperdonable. Pero el que no se olvidó, fue Dani Clavijo, gracias a quien pudimos saborear unos buenos mates en nuestra estadía en Santiago.

Hubo tiempo de sobra para compras en el Duty Free del aeropuerto, así que pude cumplir con todos los pedidos, además de sacarme algún gusto. Dejé las compras para retirar a la vuelta, así evitaba estar cargando las cosas.

El viaje salió cerca de medianoche, y llegamos al apart hotel cerca de las 4:00 AM, donde nos esperaban muchos compañeros del grupo. Impecables. Nos fuimos a dormir rapidito, para estar en condiciones a la mañana del sábado, a efectos de ir a la Expo Maratón.

“Se despierta la ciudad” - Vicentico

El sábado por la mañana, después de tomar unos mates, emprendimos el camino hacia la Estación Mapocho, donde se hacía la Expo Maratón. Llegamos alrededor de las 9:30 y el clima que se vivía era espectacular. Retiramos el kit de la carrera y estuvimos recorriendo los locales de exposición, donde recibimos un montón de regalos de los sponsors. Imprimimos el nombre a la espalda de las preciosas camisetas, para guardarlas como recuerdo de estas carreras. En mi caso, tengo todas las camisetas de las maratones y ultras, guardaditas bien protegidas, para mirarlas y añorar los buenos tiempos cuando ya no pueda correr …

Volvimos al hotel y en el camino, pasamos por el supermercado a comprar los alimentos para nuestra estadía. Dejamos todo en la habitación y volvimos a la expo, donde estuvimos “almorzando” gracias a Carozzi (patrocinador de la carrera) que daba bandejitas de pastas. Me llevé un ejemplar de “El Mercurio” en el que un corredor anticipado daba sus consejos para la maratón, ya que había corrido los 42K el domingo anterior, y relataba cada uno de los tramos. Su lectura vino muy bien. Se titula “El día que gané el Maratón de Santiago (… que corrí solo)”, y su autor es Felipe Ramos (puso 3:30:18 y registró 42K 350 mts, exactamente la distancia que después registré yo en mi GPS). También me obsequiaron un ejemplar de la revista Puro Fondo, con una información muy completa titulada “Lo que hay que saber de la gran carrera”. Recuerdo que con esta revista colaboré en ocasión de mi participación en la Media Maratón, corrida en el año 2009.

Hicimos una breve pasada por el Hicimos unaMercado Central, y nos fuimos a descansar un poco. En la tarde, anduvimos un poco por el centro, por la zona de la Plaza de Armas y haciendo alguna compra. En la noche, hicimos nuestra “pasta party” en el apart hotel, para ir a dormir temprano (así evitaba la “locura” del año pasado, en que nos pasamos caminando y terminé “fundido”).

Dejamos todo ordenado para la mañana siguiente, a efectos de evitar sorpresas y no olvidarnos de cosas que pudieran complicarnos la carrera (vaselina, protector solar, geles, ticholos, gorro …). En mi caso, además, iba a estrenar las medias de compresión. 

En los comentarios previos sobre el desempeño esperado, me mandé una promesa con un desafío algo difícil de cumplir: “si pongo menos de 4 horas, mañana los invito a cenar a todos”. Mi mejor tiempo hasta el momento había sido 4:02:29, en la Maratón de Rosario 2011. En el 2011 puse 4:19:52 en este mismo recorrido, así que debía bajar unos 20 minutos. Prácticamente imposible.
“Pura energía”

El año pasado, la frase elegida por la maratón fue “La ciudad es tuya”. Este año, con un total de 25.000 corredores inscriptos en las tres distancias, la frase fue “Pura energía”. Y vaya si lo fue. El recorrido atraviesa seis comunas: Santiago, Ñuñoa, La Reina, Las Condes, Vitacura, Providencia y vuelve a La Moneda.

A las 5:30 estaba levantado. Desayunamos abundantemente, terminamos de vestirnos y bajamos a sacarnos algunas fotos con los demás uruguayos. En el camino, ya fuimos encontrando un montón de gente que comparte la misma pasión, e incluso nos acompañó algún perro (de los tantos que deambulan por Santiago). La fiesta se respiraba en el aire.

Resulta envidiable el orden y la seriedad de la organización de una fiesta de este tipo. Llegando a la zona de largada, nos distribuimos de acuerdo con las distancias, nos deseamos suerte, me abracé con Gonza –mi hijo- y nos fuimos a “encajonar”. Con el Abeja nos quedamos juntos, pensando en salir al mismo ritmo (6’/K).

“Eres mi religión” - Maná

Exactamente a las 8:30 –con una puntualidad “chilena”-, y después de disfrutar de la fiesta previa viendo con algo de asombro a las cámaras instaladas en robots a control remoto que sobrevolaban la zona-, se dio inicio a la competencia.

Salimos algo más rápido de lo previsto por la Av. Libertador O’Higgins (Alameda), pues los primeros kilómetros los hicimos a 5’30”, con algún tramo incluso a un ritmo más fuerte, lo que nos llevaba a “frenarnos” en cuanto lo notábamos. A los 2K –ya corriendo sobre adoquines en Avda. España- encontramos a Lilián Bon (Olimpia), que con su alegría a flor de piel corría con una sonrisa a pleno. A los 3K superamos a Nelly Niebla (Lokos por Correr) y Jennifer Domínguez (“Shen”), que corrían juntas. Casi enseguida, superamos a Celia Pérez (Olimpia), que “viajaba” haciendo su propia fiesta. A los 4K encontramos a Dani Clavijo, que corría junto a Carlitos Perdomo (“Corredor Libre”, aunque corre con “Halcones”).

A los 5K –ya en Av. Rondizoni pasando la entrada al Parque O’Higgins- estaba el primer puesto de hidratación, completo, con agua y Gatorade en abundancia. Con el Abeja y Dani, seguimos avanzando y encontramos a Edu Medina y Julio Martínez (Olimpia). Fuimos un rato juntos, emulando alguna de las tantas carreras que compartimos por Uruguay … 

Aproximadamente a los 7K, con Dani y el Abeja los fuimos dejando un poquito atrás, en Av. Matta con una leve subida. Encontramos a Carlos “K-Brón” Barboza y Rossanna Palombo a los 9K, donde con Dani nos despegamos un poquito. Seguíamos a un buen ritmo, con tramos entre 5:30 y 5:40 (algo más rápido de lo planificado).

A esa altura, Dani encontró a Adrián Carluccio, un argentino que corre con la camiseta de la selección con el nombre de Messi a la espalda, a quien conoció en oportunidad de la Media Maratón de Montevideo. Fuimos tirando un buen rato, intercambiando posiciones con este amigo, a lo largo de toda la carrera. 

De esta manera, completamos los 10K en un tiempo de 56’30” (5’39”/K), exactamente 2 minutos 30 segundos menos que el tiempo puesto el año pasado para completar esta distancia. En ese momento, le comenté a Daniel que a ese ritmo, completábamos la maratón en menos de 4 horas.


“Nada tengo que cuidar y todo para vivir” – Facundo Cabral

Enseguida de los 10K, llegamos a la altura del Estadio Nacional de Santiago, lugar donde mi querido Peñarol alcanzó tres copas Libertadores de América (66, 82 y 87). En broma, le comenté a Dani (“bolso”) que debía hacer un homenaje al manya en ese tramo.

Encontramos al “pacer” de las 4 horas, que iba en bicicleta. Es la primera vez que encuentro un “pace maker” en una maratón, que va en bicicleta. Me pareció una muy buena idea, pues de esta manera no se corre el riesgo de que quien cumple esa función, se lesione. El Abeja se quedó un poquito atrás, en tanto con Dani seguimos a nuestro ritmo. Revisé mentalmente el estado de mi físico, y no identifiqué ningún problema. Fue el momento para ingerir el primer sobre de carbohidratos en gel, aprovechando el puesto de hidratación de los 10K. Avanzamos a ese ritmo constante por la larga Avenida Grecia.

Alcanzamos los 20K en un tiempo de 1:53:00 (8 minutos menos que el año pasado), por lo cual manteníamos el ritmo de 5’39” de promedio por kilómetro; un relojito. A los 21K recibimos un sobre de gel GU como parte de los servicios de la maratón, y fruta (me comí una banana). Casi enseguida, empecé a sentir unas terribles ganas de lo primero ..., y Dani también. Sucede que desde el K15, los puestos de hidratación estaban ubicados cada 3 kilómetros, así que ingeríamos mucho líquido en cada parada. Además, recibimos Gatorade y esponjas para refrescarnos. Un lujo de atención. En calle Bilbao enfrentamos una larga subida –leve, pero sostenida- de unos cuatro kilómetros, donde algunos sentían el esfuerzo.

Entre los 22 y 23K, encontramos un tramo con una leve bajada –en la calle Alonso de Camargo-, donde pudimos apurar un poco el paso. Las residencias que bordean el recorrido, la gran cantidad de sombra provocada por los árboles, y la calidez de la gente que asistía, formaban un entorno perfecto para correr. Ingerí el 2º sobre de carbohidratos en gel, pues sentía hambre. También recibí una banana de una niña que alentaba al costado del camino. Como señaló el periodista que hizo el recorrido la semana anterior, “en una carrera la cabeza se transforma en un computador perfecto, completamente enfocado en monitorear el funcionamiento del cuerpo, las condiciones del terreno y las inclemencias del tiempo”.

A los 25K Dani sintió un leve calambre en la pierna derecha. Aflojamos un poco el ritmo, de manera que pudiera recuperarse, cosa que pudo lograr. A los 27K, divisamos a lo lejos a Julito Curbelo que corría un poquito más adelante. Estábamos entrando al túnel por Manquehue, bajo la Av. Apoquindo. Es el tramo donde hay una subida pronunciada, corta pero dura, donde le señalé a Dani que debíamos “controlar” la ansiedad y subir a ritmo suave. Casi enseguida, dejamos atrás a Julito. Recuerdo que durante el año 2011, a esta altura Julio se había quedado atrás, después de acompañarnos con el Abeja hasta esa altura, así que en esta ocasión venía notoriamente mejor.

A los 28K, alcanzamos y superamos a Alejandro Tabárez (El Gauchito Legendario), que avanzaba a un ritmo lento. Llegando a los 30K, encontramos a Ángel Rego (Correcaminos), el padre de Felipe (El Pipe), con quien conversamos brevemente, además de sacar la foto de rigor. Llevábamos un tiempo de 2:48:00 … si, hicimos los 3os. 10K de la carrera (de los 20 a los 30K) a un ritmo más fuerte que los anteriores, pese a las subidas de esta parte … 55:30” para estos 10K, a un promedio de 5’33”/K. En el tiempo acumulado, llevaba 16 minutos menos que en 2011.

Los barrios por los que pasamos eran preciosos, con una vista espectacular de la Cordillera, pese a la impresionante nube de smog que cubre a la ciudad.

“Vivir sin aire” - Maná

En realidad, el famoso “muro” no apareció. Lo mismo había sucedido en oportunidad de la carrera del año 2011. Avanzamos sin mayores dificultades, manteniendo el ritmo o incluso mejorándolo. A partir de ese momento, empezaba la bajadita hasta la llegada, con un desnivel total de 150 metros. Recordaba los comentarios del “Porteño” Ándrés Bernard, quien me señalaba sobre la importancia de llegar entero a los 30K, ya que a partir de allí quedaban 12K sobre plano o en bajada. El alma se templaba pensando en que lo más difícil ya había pasado. Estaba en la comuna de Vitacura.

Repasé mentalmente el estado de mi físico y no identifiqué ningún problema. Recorrí músculos y articulaciones, para percibir alguna molestia. Salvo el cansancio lógico que sentía en las piernas, no percibí ningún dolor. La Avenida Bicentenario era el entorno casi mágico para correr. Es más, a los 32K 195 metros (faltando exactamente 10K para la meta), un aficionado tenía un puesto que decía. “El punto del pisco” y ofrecía un vasito a los corredores … ¿hidratación? Nooooooo, pisco.

“Me vale” - Maná

Allá por los 33K, Dani empezó a sentir molestias en la otra pierna, fruto de un incipiente calambre. Aflojamos un poco el ritmo y pudo seguir tirando algo más, pero resultaba obvio que avanzaba con dificultades. Lentamente, lo fui perdiendo ya que podía mantener mi paso. En ese tramo, superaba a varios corredores que sufrían las consecuencias de la gran cantidad de kilómetros que llevábamos.

A los 36K, alcancé a Ana Do Carmo y César Tubino, que trotaban más lentamente. Los superé y pude seguir avanzando. Alcancé la comuna de Providencia y ya me quedaban no más de 3K. La Alameda me recibió a los 40K, ya en el tramo final y sin señales de cansancio extremo, en un tiempo total de 3:48:00 (59:30 en los últimos 10K; 5:57” de promedio por Km). Ya llevaba 20 minutos menos que en ocasión de la maratón de 2012 …

Recordé a Gonza, que con seguridad estaba esperando en la meta. Extrañé a Adriana, Maite y Vivi. La Alameda Libertador Bernardo O’Higgins me hizo notar que estaba a escasos metros de la llegada. Encontré a Alvarucho Bentancor a los 41K, avanzando a ritmo lento. Me dijo: “intento seguir a tu ritmo”, se puso a mi lado, pero a los 100 metros ya desistió. “Seguí, que no puedo acompañarte”, me dijo. Crucé al costado del Cerro Santa Lucía y ya divisé la torre de ENTEL, la bandera chilena frente al Palacio de la Moneda y el arco de llegada.

“Fuera de control” - NTVG

Sí, cuando me metí en el vallado formado en la llegada, me faltaban unos 500 metros. Sentí el aplauso de los amigos uruguayos que estaban en esa zona. ¡Qué sensación indescriptible! Avancé algunos metros y miré mis relojes, que cantaban exactamente el mismo tiempo: 3h 58’ y monedas… “Ya está”, me dije. “Lo conseguí, soy sub-4”

Los últimos metros fueron cumplidos con el apoyo de la gente que ocupaba la tribuna, entre ellos muchos compañeros de viaje. Esos 2.350 metros finales fueron cumplidos en 11’22”. Completé el recorrido –me marcó 42.350 mts. en total- en un tiempo neto de 3:59:22 (5’40” de promedio), en lo que significa mi nuevo “Record Personal” en la distancia reina, bajando en más de 3 minutos mi mejor tiempo anterior (Rosario 2011) y en más de 20 minutos el tiempo del año pasado en el mismo recorrido. Si existiera, debería recibir el “premio a la regularidad”, pues prácticamente mantuve el mismo ritmo durante toda la carrera, salvo muy escasas variaciones.

Ocupé la posición 1074 (1452 en el año 2011) entre 2895 corredores en la distancia, y 74 (en un total de 223) en la categoría V50-54 (126 el año pasado).

Esperamos la llegada de Carlitos, que -pese a las 6 horas y monedas- pudo llegar al trote sostenido durante el último kilómetro de competencia. En la foto, se registran sus últimos metros, acompañado por Dani Clavijo que lo fue a esperar.


“Faz parte do meu show” - Cazuza

Recibí la medalla recordatoria, Gatorade, agua y frutas en una bandeja. Después de estirar un poquito, decidí salir de la zona cerrada y buscar a Gonza y Seba. Me costó un poco encontrarlos. Fuimos hasta las tribunas, donde nos encontramos con los uruguayos que habían corrido las distancias más cortas y estaban alentando a todos los que llegaban. Así, pudimos ver llegar a varios de los que hicieron los 42K.

Los tiempos puestos por los uruguayos que identifiqué en el listado oficial, fueron los siguientes:


General
Categoría
Nombre
Tiempo Neto
105
20
Beledo, Ruben
3:07:58
525
105
Hernández, Marcelo
3:38:58
746
21
Biassi, Víctor Hugo
3:48:58
757
376
Costa, Daniel
3:49:18
861
30
Sánchez, Claudia
3:53:43
1074
74
Xavier, Jorge
3:59:22
1093
557
Bentancor, Álvaro
4:01:10
1177
589
Tubino, César
4:04:20
1178
15
Do Carmo, Ana
4:04:21
1260
6
Navas, Enrique
4:05:25
1261
93
Perdomo, Carlos
4:07:31
1305
96
Rego, Ángel
4:08:32
1332
98
Castro, Luis
4:08:31
1361
48
Clavijo, Luis Daniel
4:10:36
1453
106
Curbelo, Julio
4:14:07
1734
315
Martínez, Julio
4:26:17
1737
72
Medina, Eduardo
4:26:26
1739
72
Palombo, Rossana
4:26:20
1770
320
Tabárez, Alejandro
4:27:53
1814
29
Bon, Lilián
4:29:28
1862
82
Domínguez, Jennifer
4:31:16
1863
339
Dovat, Jorge
4:29:07
2155
392
Priore, José Luis
4:41:51
2156
38
Dotta, Miriam
4:41:51
2253
36
Pérez, Celia
4:49:05
2400
41
Niebla, Nelly
4:57:53
2456
190
Basignani, Gerardo
5:01:29
2509
299
Durand, Carlos
5:06:09
2646
474
Barboza, Carlos
5:16:07
2700
211
Rodríguez, Pedro Luis
5:23:13
2701
56
Viude, Ana Gabriela
5:26:17
2714
48
Pizani, Alejandra
5:27:44
2865
1262
Ruiz Zorrilla, Carlos
6:04:06
La posición en la general corresponde al tiempo bruto, razón por la cual el orden de acuerdo con el tiempo neto no sería el mismo.

Gonza había completado sus 10K -sin haber entrenado absolutamente nada-, en 1h15’01”, ocupando la posición 7506 entre 9911 corredores en la distancia. Nada mal. Si entrenara ... Seba completó su media maratón en 2:28:53, ocupando la posición 6303 entre 7624 competidores.

Emprendimos el retorno al hotel, caminando. Nos vino muy bien, pues así movíamos los músculos y evitábamos alguna complicación muscular. Después de un baño reparador y de descansar un rato, decidimos salir a dar cumplimiento a la promesa. Fuimos caminando hasta el Patio Bella Vista, junto a Fati, Gaby y Ale Tabárez.
Ya el lunes fue el día de despedidas, pues parte del grupo emprendió el retorno a Uruguay. Con los compañeros de cuarto y el Abeja, fuimos hasta el Centro Artesanal Los Domínicos y posteriormente al Shopping Parque Arauco, donde hicimos algunas compritas. Dani y Carlitos volvieron el lunes a la tarde, así que el Abeja se “mudó” a nuestro apto. Ya el martes, fuimos caminando hasta el Cerro Santa Lucía, y en la tarde anduvimos paseando por el Cerro San Cristóbal.

Físicamente me sentí muy bien, sin cansancio ni molestias musculares. Espiritualmente, conformamos un precioso grupo, con integrantes pertenecientes a diferentes equipos de la AAU, pero por sobre todas las cosas, nos divertimos un montón y aprendimos a respetarnos desde nuestras diferencias. Es la mayor riqueza que podemos encontrar en la vida en sociedad.

A los compañeros de Atletas del Sur y del equipo D-Mentes, un agradecimiento especial pues siempre están pendientes de nuestros desafíos, apoyándonos en estas locuras. Al “Abeja” Luis Castro, un “hasta pronto”, pues el 29 de los corrientes compartiremos los 80K de Yerba Buena a Tafí del Valle.

A los compañeros de aventura, un enorme ¡GRACIAS! Y ojalá que la vida nos siga dando oportunidades para encontrarnos y compartir. A los más chicos, sepan que cuando nosotros no podamos correr más, lo haremos a través de ustedes.

2 comentarios:

Federico Varela dijo...

Felicitaciones Jorge! Gran carrera y excelente crónica, el relato logra que la vivamos como si la hubiéramos corrido.
El año que viene espero sumarme a la delegación :)
Saludos y buenas carreras!

Federico

Jorge Xavier dijo...

Gracias Federico. Ojalá podamos compartir alguna maratón. Saludos