Ayer domingo se disputó la 3a fecha del Campeonato de 10K de la AAU, en la ciudad de Trinidad (Flores). Fue una jornada muy especial, ya que era la primera carrera posterior al fallecimiento de nuestro querido Presidente Don Luis A. Fernández. Temprano en la mañana unos 25 competidores y acompañantes de Sayago Running, partimos en uno de los ómnibus contratados por la Agrupación, llegano a nuestro destino a las 9:30 horas.
Minutos antes de la largada se hizo un muy sentido homenaje a Don Luis. Resulta muy difícil traducir el dolor y respeto que se sentía; quizás todos sentíamos que se nos había ido una especie de "padre". Por eso, pudimos apreciar diferentes formas de homenaje, desde el uso de cintas negras por parte de un número importante de competidores, el aplauso prolongado y fuerte al final del minuto de silencio (un "silencio" que impactaba muy fuerte), hasta el muy original toque que le dió un hermano de locuras como es Julio C. Barreto -reconocido "bolso"- quien usó la camiseta aurinegra durante la carrera en homenaje a Don Luis.
La carrera estuvo caracterizada por un entorno muy agradable, propio de estas ciudades del interior donde el pueblo se vuelca a las calles a aplaudir a los corredores. El dái estaba algo caluroso, lo que hacía un poco más exigente el recorrido. La hidratación en los 4K vino muy bien, al extremo que tomé una botella de 1/2 litro de agua, en tanto me empapé con parte de otra y me llevé el resto. Ingresando al precioso parque (creo que se llama "Centenario") que está cerca de los 5K, noto que un competidor que corría libre, se tambaleaba delante mío, en tanto otro trataba de ayudarlo. Me apuré y lo tomé del otro brazo, cuando vi que se caía. En medio de su situación, este corredor no quería parar ("estoy bien", decía, con la mirada extraviada), frente a lo cual le exigí con voz firme que se sentara al costado del camino, a la sombra, ayudado por el otro competidor. Cuando conseguimos nuestro propósito, atiné a darle agua de la que llevaba y recostarlo contra un árbol. Cuando ví que estaba consciente, me quedé un poco más tranquilo, pero igualmente empezamos a pedir una ambulancia. El otro competidor que ayudaba, me dijo que siguiera ya que el se quedaba a cuidarlo, cosa que hice. Pero ya no fue lo mismo, pues me fui con la preocupación de saber qué había pasado. Ví a Edgardo Ramos Verde y a Edison Pellejero (de la AAU) que volvían a auxiliar al competidor.
Allá por los 7K, donde había un nuevo puesto de hidratación, me alcanzó Fernando Martínez (Goes), un grande, que me preguntó como iba, y se ofreció a "llevarme de arrastro", pese a que le dije que siguiera. Así fuimos transitando los kilómetros que nos faltaban, para finalmente llegar juntos a la meta en 50'25".
Gonza -mi hijo- me comentó que había tenido un buen desempeño pues no se sintió cansado durante la carrera. Emprendimos el regreso con Ariel Imken -que tenía lugar en su auto-, y por tanto temprano en la tarde ya estábamos en Montevideo.
Me espera la media maratón de Punta del Este el próximo domingo. Allí estaremos.
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