En un fin de semana frío y húmedo, sin fecha del campeonato de 10K de la AAU y previo a la participación en Yaboty Ultramaratón sobre una distancia de 46K en la selva misionera, tuve el placer de participar en un par de carreras "diferentes". Ayer sábado fue la oportunidad para ir hasta la zona del Hipódromo, en el Municipio D, para los 7K en apoyo a la Fundación Manantiales.
En realidad, la distancia recorrida alcanzó los 8.130 mts, por calles de la zona Norte del Departamento de Montevideo, en particular con un buen tramo sobre Avda. Mendoza y Avda. Instrucciones. Lamentablemente fuimos pocos ... ¿poca difusión? ¿mucho frío? La inscripción -además de la colaboración con la Fundación- era de solamente $ 120, e incluía una remera de la San Felipe y Santiago de 2011 como obsequio. Con mi compañero de aventuras Luis "Abeja" Castro, habíamos pactado participar a ritmo lento -no más de 5:30- para tomarlo como entrenamiento. Pero se nota que estamos "entrenando" a mayor ritmo.
Después de una entrada en calor en la zona de largada a cargo de una Prof. de Educación Física, poco después de las 16:00 horas salimos por la calle Possolo hacia el Norte. Nuestro ritmo fue siempre más fuerte que el mínimo que habíamos definido: 4:37, 4:52, 5:01, 5:04, 5:17, 5:07, 5:21 y 5:09. Aún en la etapa de larga subida -en el kilómetro 7- anduvimos a 5:21/K. Completamos los 8,13K en un tiempo total de 41:05, con un promedio de 5'03"/K.
Cuando estábamos cerca de la llegada, escuché a alguien que gritó "Jorge Xavier" ... era la hija de Adriana, compañera de la Cantina del Banco, ya que pasamos frente a su casa. A la llegada, fueron hasta allá a saludarme e identificarse. Según comentó Adriana, cuando su hija me vio pasar dijo: "Mirá lo que parece ese" ... Sin comentarios.
La llegada se hizo frente al Club de Baby Fútbol Fabián Perea, en homenaje al joven futbolista fallecido trágicamente en un accidente, cuando era toda una promesa de Peñarol y de la selección juvenil. Había una banda de rock tocando, y recibimos abundante fruta e hidratación.
Nos sentimos muy bien físicamente pese a que fuimos a un ritmo un poco más fuerte del pactado. Nos vino muy bien, pues hoy domingo fuimos a participar del Duatlón El Águila, entre Villa Argentina, Atlántida y El Fortín.
A las 8:15 levanté al Abeja y a Marcos "Pollito" Medina y pusimos rumbo al destino, para llegar alrededor de las 9:00. Una niebla muy espesa impedía ver poco más de 100 metros. Las distancias a recorrer fueron: 2.5K de pedestrismo, 16K de MTB y nuevamente 5K de pedestrismo.
Era el debut del Abeja, así que decidí acompañarlo en el recorrido, sin preocuparme por las posiciones y tiempos. Me venía muy bien además como parte del entrenamiento final para el Yaboty.
En la largada, encontré a Marcelo García -compañero docente en la Cátedra, gran "manya"- que estaba junto a su familia ya que su hijo corrió en la categoría Menores. ¡Tuvo un excelente desempeño! Además, es el vecindario de Marcelo, pues vive muy cerca de allí y me comentó sobre la expectativa de su hijo con esta carrera.
Poco después de las 10:30 largamos el primer tramo de running, hacia el Este. Nuevamente salimos más rápido de lo previsto ... 4:49 el primer kilómetro. Bajamos a la playa y retornamos hacia la subida en El Águila.
Llevábamos unos 13 minutos cuando subimos a completar el primer tramo y salir a hacer el tramo de MTB. Nos esperaban tres vueltas sobre el costado de la ruta Interbalnearia hacia El Fortín, donde ingresábamos y hacíamos un tramo con bajadas y subidas, más algo de barro.
Mi compañero sintió bastante el esfuerzo, en su debut en la disciplina. Las rodillas y cuádriceps se hicieron sentir. Finalmente, siendo superados por varios corredores, completamos ese tramo. Mientras esperaba la llegada del Abeja, pude ver al compañero de "D-Mentes" Osmar Telis, que ya completaba su carrera con un excelente tiempo.
Salimos a trotar para hacer nuestros últimos 5 kilómetros, nuevamente hacia el Este, ahora llegando por la rambla hasta el final de la Playa Mansa de Atlántida, allá por la bajada de la Prefectura. Finalmente, con un tiempo total de 1h 53 minutos y monedas, completamos nuestro duatlón.
El tiempo no fue bueno, pero en esta oportunidad importaba acompañar al "Abeja" -como tantos otros me han acompañado a mí en algunas otras carreras- y seguir sumando kilómetros "sin fundirme" para el enorme desafío que me espera el próximo sábado.
Llegamos a tiempo para ver el excelente desempeño de Déborah Rodríguez en los 400 metros con vallas, en los Juegos Olímpicos. Emocionante. Y la "frutilla de la torta", fue la final masculina de 100 metros llanos, donde Usain Bolt nuevamente demostró que es el más veloz.
Nos vemos, "en la ruta".
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