lunes, 5 de enero de 2015

5 Millas Lobos 2015

El pasado sábado 3 de enero, arrancamos oficialmente las carreras del año con la disputa de la 2a. edición de las "5 Millas Lobos Columbia" en las arenas de la Playa Brava de Punta del Este. Es una carrera que a priori puede considerarse "corta" -en realidad, tuvo 7.2 Km-, pero el hecho de que se corra sobre la arena la hace particularmente dura. Además, el próximo martes 6 se corre la tradicional "San Fernando" en Maldonado - Punta del Este, lo cual le quita un poco de público.
En esta ocasión, el clima estaba espectacular para este tipo de actividades, ya que el cielo se presentaba despejado, con una temperatura muy agradable aunque había algo de viento que soplaba desde el Noroeste que hacía prever alguna dificultad en el avance. En la previa, estuve sacando algunas fotos y conversando bastante con amigos y compañeros de Cantero Entrenamientos.

Después de retirar el kit en la Parada 6 (también retiré el de Douglas Hernández, que no fue a correr pero al menos quería tener la camiseta), varios corredores nos subimos a una camioneta doble cabina cuyo conductor nos llevó gentilmente hasta la Parada 36, allá cerca del puente de la Barra del Arroyo Maldonado, junto a un grupito de corredores de Carmelo. Uno de ellos me pregunta si sabía de alguna camioneta que tuviera lugar para volver a Montevideo... le pregunté cuántos eran y me dijo "2". Se volvieron conmigo, Juan Eduardo Riera e Imelda Francia, que aparecen en la foto "cedida" por Geodeportes. Están con intenciones de ir a correr el Cruce Columbia en los Volcanes -la que hice entre Pucón y Junín de los Andes en el 2013-, así que podrán imaginar que el retorno estuvo cargadísimo de anécdotas y comentarios sobre carreras. Lo lamento, Juan Eduardo e Imelda, dieron con un "enfermo" que le encanta hablar de estos temas.
 Entre tantas fotos, tuve la oportunidad / fortuna de poder captar el instante preciso en que los fotógrafos de Revista Runfit y Geodeportes Uy enfocaban sus cámaras. Después de tantas oportunidades de estar del otro lado del lente de la cámara, en esta oportunidad pude tomarlos en el exacto momento en que cada uno de ellos enfocaba hacia diferentes objetivos.

La espera se me hizo larga, pues llegué bastante temprano, al extremo que hasta fui entrevistado por la televisión. Cuando me preguntaron por la dureza del terreno, no tuve más remedio que decirles que era el inicio de mis entrenamientos para la Gore-Tex Transalpine Run sobre 270 km en 8 etapas que correré a fines de agosto.
Como verán en la foto, Arabella, Rossana y Dinorah se pusieron en pose... es el toque femenino de las carreras. Estas compañeras siempre están presentes con su particular buena onda y alegría.

En la foto que sigue y aunque no lo parezca, el del medio es Julio Martínez - ADN Running- que también se hizo presente y estuvo registrando imágenes. En realidad, parece un paparazzi, verdad? Como podrán imaginar, su indumentaria fue objeto de todo tipo de comentarios. Con Javier Falero estuvimos conversando sobre Patagonia Run, donde correré 70 Km... quizás todavía se prenda. Una vez más -ya no te creemos- Adolfo Fernández estuvo pensando en ir a correr Patagonia Run sobre 42 Km... ¡hasta que dijo que le coincide con los 10 Km de Villa Española del Campeonato de la AAU!!!


 Las conversaciones con los amigos obviamente estuvieron referidas a los próximos desafíos, además de los entrenamientos que nos dejó el Profe Mauricio Ramírez, que en estos momentos está disfrutando de vacaciones en Punta del Diablo. Sin comentarios. Envía fotos disfrutando de la playa, en tantos sus aplicados alumnos andamos sudando la gota gorda por cuanta carrera hay, además de respetar sus instrucciones de entrenamiento.

La largada se hizo a las 19.40, ya que aùn habìa gente que se estaba registrando en la zona de llegada. Por suerte, el sol no estaba muy fuerte y la brisa que soplaba refrescaba el ambiente. Trotamos por unos 200 metros, para bajar enseguida a la arena de la playa después de saltar entre algunas rocas. Al contrario del año pasado, en esta oportunidad todo el recorrido tenía arena muy suelta, lo cual complica bastante el avance.

Además, las olas que rompían mojaban bastante al extremo que decidí no esquivarlas -igualmente terminaba mojado- y correr chapoteando en el agua y llenándome las zapatillas de arena. El puesto de hidratación estaba ubicado casi a las 3 millas -se hizo desear- momento en el que pude refrescarme bastante.
Corrimos casi todo el recorrido esquivando gente que disfrutaba de la playa, con niños que saludaban "chocando" las manos a los corredores, aunque en algunos casos había que hacer esfuerzos para no llevarse a alguno por delante, considerando el estrecho margen que quedaba entre las olas que rompían y la gente que estaba sentada plácidamente tomando sol y viéndonos pasar.

Finalmente, completé el recorrido en un tiempo neto total de 41m 36 s., ocupando la posición 249 entre los 634 competidores. Bien, aunque podría haber estado mejor.

Nos quedamos esperando el sorteo de premios -Claudio Vidal se ganó una mochila- y alrededor de las 21:30 emprendí el retorno a Montevideo. Mañana martes me esperan los 10 Km de la San Fernando.

sábado, 27 de diciembre de 2014

LA MISIÓN 160 Km en Villa La Angostura, 02/2015


Entre el 14 y el 17 de febrero,  estaré participando de La Mision en Villa La Angostura. Será mi 4a edición consecutiva, después de haber iniciado estas aventuras invitado por Pablo Lapaz en 12/2011 en San Martín de los Andes ( 69h 18m), en 12/2012 con 63h. 42m, y en 02/14 con 55hs 34m., en esta última edición junto a los Hermanos de la Montaña. Este próximo año, 10 a edición de la carrera,  será el inicio de los entrenamientos fuentes para la Gore-Tex Transalpine Run,  en agosto. 

En este video, tengo el honor de aparecer en el min. 2.56 junto a la marplatense Mónica Barg, y en el min. 4.35 festejando en la llegada. A los 5.17 aparece el gran Berni Frau, junto a sus compañeros.

sábado, 20 de diciembre de 2014

VILLA SERRANA ULTRA TRAIL 2014


El pasado sábado 13 tuve el privilegio de disputar la primera edición de la "Villa Serrana Ultra Trail", carrera que ofrecía cuatro distancias: 10, 21, 42 y 84 Km, con la organización de Leo Yozzi y su equipo. Considerando la enorme cantidad de kilómetros corridos en este año, me inscribí en la distancia "42 Km" (que en realidad fueron 39), modalidad en la que también largaron Douglas Hernández -con quien fuimos hasta la carrera, pernoctando en el Salto del Penitente- y Susana Dalmás (compañera de entrenamientos en el Cantero). Los amigos Pablo Lapaz y Ruben Beledo, largaron la distancia mayor (en realidad fueron 91 Km) a la 1:30 de la madrugada, razón por la cual viajaron en la tarde del viernes ya que debían asistir a la charla técnica en El Mesón de las Cañas en la noche. El clima hacía prever una jornada calurosa.

Con Douglas cenamos en Minas y nos alojamos en el Salto del Penitente, donde pudimos dormir poco... a la madrugada, no más de las 2:30 empezamos a sentir ruidos de vehículos y gente. Eran corredores que habían viajado de algún otro punto y decidieron hacer "base de operaciones" allí, pero no para descansar. Por tanto, pudimos dormir muy poco.

A las 5:10 salimos rumbo a Villa Serrana, ya que aún debía retirar mi número, correspondiéndome el 430. Apenas empezaba a despuntar el sol, los 32 competidores de esta distancia salimos rumbo a las sierras, donde ya desde el inicio Diego Rodríguez se puso al frente a un ritmo sostenido. He tenido el privilegio de recorrer zonas de diferentes partes del mundo en horarios variados, pero indudablemente la paz que se respira en las sierras de Minas, a primeras horas de la mañana, es inexplicable. Cuando fui a retirar el certificado médico para la carrera, el deportólogo me lo extendió pero dejó constancia en la ficha de que no era partidario de que corriera esa distancia, ya que hacía 5 semanas que había participado de la Maratón de Nueva York... Le prometí que la iba a hacer a ritmo bien controlado, sin exigirme en ningún momento, así que salí a trote suave.

Alrededor del Km 5, me alcanzó y superó Susana Dalmás seguida por Lucía Daglio. Nos saludamos muy brevemente y seguimos en general subiendo por caminos de campo, alguna servidumbre, atravesamos innumerables alambrados y en alguna ocasión, chapoteamos en el barro. Este tipo de terrenos me encanta... Por el km 8, me alcanzó Mary Martínez y también de a poco se fue adelante. ¡Ya ni en la categoría femenina compito!

 Pese al sol que ya bañaba todo el panorama, el día seguía estando algo fresco, lo que resultaba ideal para trotar a campo traviesa. En muchos tramos, el recorrido estaba marcado con cintas en el medio del campo, sin ninguna huella que nos ayudara, razón por la cual había momentos en que debíamos esquivar matorrales, espinas, piedras y demás obstáculos del terreno.

 Viendo paisajes como el de la foto, hay momentos en que a uno le vienen ganas de quedarse un largo rato dejando volar la imaginación; ni que hablar cuando en medio del monte, se escuchan cantos de pájaros y se perciben aromas puros. En general, avanzaba en soledad -como me gusta-, escuchando apenas a lo lejos, algunas voces de otros corredores que en las sierras se propagan con facilidad. Cuando conseguía divisar alguna camiseta naranja en medio del campo, me daba cuenta que estaban a no menos de 500 metros, pero los sonidos parecían venir de muy cerca.

Llegamos al puesto de hidratación en el Km 13 -atendido por personal del Ejército Nacional-, momento en el que giramos a la izquierda por una carretera de balasto por unos dos kilómetros. En ese tramo, encontré al gran Miguel Angel Rivadavia (Rocha), que había largado los 84 Km (llevaba unos 30 Km aprox. a esa altura). Conversamos brevemente, nos sacamos la "selfie" y continuamos nuestro camino.
 Volvimos a ingresar a senderos de campo, para emprender un recorrido ahora generalmente en bajada, hasta llegar a la base del Salto del Penitente. El panorama es impresionante, como pueden ver en las fotos.
Las señales indicaban subir la sierra entre piedras y matorrales. No es necesario agregar que este tipo de dificultades son las que más me agradan, así que me puse a subir a marcha firme, con un par de competidoras que veía iniciar la subida. Cuando llegué a la cima, al otro lado del arroyo Penitente frente al parador, había un puesto de abastecimiento con comida y abundante hidratación también atendido por personal del Ejército. Me alimenté y tomé un par de vasos de Coca Cola, mientras conversaba con los que lo atendían. Me comentaron que "dos mujeres que  andan volando pasaron hace unos 10 minutos" (Susana Dalmás y Lucía Daglio).


Enseguida nuevamente emprendimos la bajada de la sierra, para llegar después de un largo rodeo nuevamente al arroyo Penitente, donde debíamos cruzar hacia el otro lado. Atravesé el monte y nuevamente venían tramos en subida por el filo de la sierra, saltando por centenarios cercos de piedras y esquivando muchas espinas. Ya el sol estaba haciendo sentir su rigor.


 Volví a salir a la carretera de balastro que había recorrido en la ida -cuando encontré a Miguel-, para ver a Mary Martínez que avanzaba unos 500 metros delante. Conversé brevemente con el soldado que estaba en el punto (un "olimareño" que en sus tierras había sido corredor de calle) -llevaba unos 28 Km-, me saqué algunas piedritas del calzado para evitar molestias, y seguí mi camino.
 En el Km 31, nuevamente alcancé el punto de abastecimiento que a la ida estaba en el Km 13, punto donde se daba el retorno de quienes habían largado los 21 Km, así que nuevamente empecé a encontrar corredores en el camino. Dado que ahora tenía una noción bastante clara de las distancias, iba indicando a quienes venían los metros que les faltaban para la hidratación y el retorno. A 500 metros de allí siento que me dicen "Jorge Xavier"... Era Mariella Puppo, compañera de trabajo en el Banco, que estaba de vuelta después de una larga lesión y disputaba su primera carrera del año.


A falta de unos 3 kilómetros, ya llegando a Villa Serrana, alcancé a Mary Martínez que venía bastante "fundida". Se alegró de que no fuera una mujer , ya que su preocupación era no perder el 3er lugar en la categoría. La acompañé durante un tramo en bajada, hasta que finalmente me insistió en que siguiera. Yo venía a un buen ritmo, superando a varios de los 21 Km que iban más adelante. Finalmente, con un tiempo total de 5 hs. 20m 50 seg. completé el recorrido "haciendo avioncito" en los tramos finales (7:38/km). No me puedo quejar. Me sentí entero en todo momento, regulé los esfuerzos sin hacer locuras, y marqué un tiempo mejor de lo esperado.  
Raúl Previtali y Fernando Botta aparecen en la foto, completando también el recorrido con una sonrisa de enorme satisfacción. El la llegada, me entero que Susana había sido primera entre las damas, en tanto Douglas fue 2do. entre caballeros.
 Encontré también a Julio Sosa -que corrió los 21 Km-, con quien compartiremos Patagonia Run en abril, en San Martín de los Andes. Ahí tienen la foto con su bebé en brazos.

En la distancia mayor, el triunfo fue para el argentino Gustavo Reyes junto al maragato Martín Rodríguez -9:13:54-, en tanto completó el podio Fernando de León -el yerno de Fabio Guillén, mi compañero de Passa Quatro, Minas Gerias- con 10:07:53. Rogelio Fernández fue cuarto con 10:13:43 en tanto los "monstruitos" Pablo Lapaz, Ruben Beledo y Aníbal Lavandeira llegaron 5os. con 11:57:46. En damas, María Cantera -14:58:50- y Ana Do Carmo -15:22:29- se subieron al podio.

En los 42 Km, el ganador fue Diego Rodríguez -3:27:54-, seguido por Douglas -3:56:52- y Juan Caraballo -3:57:38-. Ocupé la posición 17 entre 32 corredores. En damas, Susana marcó 4:56:03, Lucía Daglio 5:06:19 y Mary Martínez 5:22:12.

¿Qué agregar? Excelente recorrido y organización, en una carrera que ojalá tenga sucesivas ediciones.


El domingo 14 fue la fiesta de fin de año de El Cantero Entrenamientos. Allí aparezco rodeado de amigos mientras disfrutábamos de un precioso día de sol.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Gore-Tex Transalpine Run, 268 km, 16800 mts. de desnivel.

Si, este sujeto se dará un gusto en 2015, corriendo esta espectacular carrera que atraviesa los Alpes,  3 países en 8 etapas,  junto a Pablo Lapaz conformando el Equipo Charrúas.  Nada como sentirse vivo. Objetivo: llegar dignamente. Parece increíble si pienso que empecé a correr en agosto de 2006, y que tendré 55 años. Será otra preciosa oportunidad de rendir homenaje a la memoria de mis padres, y a la lucha de mi hermana y tantos otros que diariamente nos enseñan con su ejemplo y coraje. Sigo buscando límites; será éste?  Vamos por una nueva oportunidad de descubrir, aprender y crecer.  "El futuro tiene muchos nombres: para los débiles es lo inalcanzable, para los temerosos es lo desconocido, y para los valientes es la oportunidad" (Victor Hugo).

domingo, 9 de noviembre de 2014

TCS NEW YORK CITY MARATHON 2014 - Crónica desde el sur



"Start spreading the news,
I´m leaving today,
I want to be a part of it
New York, New York"


Así empieza la célebre canción "New York, New York" inmortalizada por Frank Sinatra. Puedo decir con enorme satisfacción, que fui parte de esa ciudad, en ocasión de la disputa de una nueva edición de una de las seis grandes maratones del mundo, en la ciudad que nunca duerme.

Extrañas sensaciones cruzan por mi mente, al extremo que escribir esta crónica me está costando bastante. Mi participación en esta fiesta surgió como idea allá por finales del año 2012, cuando me inscribí por primera vez al sorteo de cupos intentando asistir en el 2013. No fue posible, pero sí tuve el gran privilegio de ser parte de la CCC en el Mont Blanc. A finales del año 2013, nuevamente me registré al sorteo pero ya casi sin ganas, pues de a poco me he ido volcando a las carreras de aventura en la montaña abandonando las carreras de calle, en particular las de largo alcance. Pero es indudable que correr una de las "grandes" siempre resulta atractivo.

En ocasión del sorteo de cupos para la Ultra Trail del Mont Blanc 2014, quedé afuera. Los sentimientos fueron de amargura y desazón, pues había puesto todas mis expectativas en esta mítica distancia (las 100 millas en un máximo de 46 horas). Esa sensación fue compensada con creces, cuando me llegó la confirmación -en mi segundo intento- de que estaba dentro del cupo de Nueva York. Era "la frutilla de la torta".

En ese momento, me prometí correr por dos personas muy queridas, sobrevivientes en su lucha contra el cáncer y verdaderas heroínas: mi hermana Estela y mi amiga y compañera de trabajo Raquel (una de mis "hermanas de la vida"), y por la memoria de mi padre (fallecido el año pasado), un corredor empedernido pero que nunca se decidió a la "distancia reina". Con incentivos así, cualquier esfuerzo es poco. En ese momento y considerando el programa de carreras que tenía previsto, decidí encarar un entrenamiento consistente de unos cuatro meses, para intentar bajar mi tiempo en la distancia a unas 3 hs. 50 minutos.


Apenas lo comenté con otros compañeros, todos me señalaron que me olvidara de intentar bajar tiempos. "El entorno es espectacular, vas a desear que no termine", me señalaban. ¡Y vaya si tenían razón! Decidí además invitar a mi hijo Gonza a que me acompañara, para compartir una semana en la "Gran Manzana", cosa a la que accedió inmediatamente. En los intercambios con otros compañeros, se sumaron el profe Mauricio Ramírez y Javier Falero, con quienes compartimos habitación en el hotel durante una semana inolvidable. En resumen, no entrené casi nada específicamente para esta ocasión, sino que -por lo contrario- continué con mi rutina de correr carreras de aventura en la montaña (en el año 2014, llevo "La Misión" sobre 160 Km, "Patagonia Run" sobre 85 Km, "Putaendo" sobre 52 Km, "Half Mision de Serra Fina" sobre 80 Km y "Short Mision del Champaquí" sobre 40 Km), además de las carreras de menor distancia en Uruguay.

¿Cómo poder traducir todos los momentos vividos? El Martín Fierro diría "Pido a los santos del cielo, que ayuden mi pensamiento, les pido en este momento, que voy a cantar mi historia, me refresquen la memoria y aclaren mi entendimiento". Como no soy de creencias religiosas, me ayudaré con mucho material gráfico recopilado en ocasión del viaje, tratando de ser lo más fiel posible a lo vivido en cada momento. Y para estar en línea con la ciudad que nunca duerme, más que al Martín Fierro haré referencia a Billy Joel en su "New York State Of Mind", donde -en una parte- canta:

"It comes down to reality,
and it's fine with me cause I've let it slide.
I don't care if it's Chinatown or on Riverside.
I don't have any reasons.
I left them all behind.
I'm in a New York state of mind".
Llegamos con Gonza en la madrugada del miércoles 29 en un largo vuelo de Avianca, en tanto Mauricio y Javier lo hicieron en la mañana. A la tarde aprovechamos para un paseo por la "Zona Cero", y a la noche fuimos con Gonza a ver "Stomp" (el excelente espectáculo de percusión con cualquier objeto imaginable que hemos visto por televisión).

El jueves 30 -día en que empezaba la expo maratón- fuimos temprano a buscar nuestro kit, a hacer compras de un montón de ropa y accesorios con el logo de la carrera y a recibir algunos regalitos de los sponsors. ¡Qué buen ambiente se vivía!
Alegría, encuentros sorpresivos (Gabriel Hodorovsky, por ejemplo -que no corrió por una lesión-, y Diego "Gucci" Catelli), más los esperados de Carina Outerelo y Kike, más fotos por todos lados en un clima de fiesta y un entorno espectacular. Obviamente, no faltaron las "obligatorias" con la camiseta aurinegra y la bandera uruguaya.
El viernes fuimos al Museo de Historia Natural a la altura del Central Park, y a las 17:30 fuimos parte del desfile de delegaciones con show de fuegos artificiales. Encontramos allí a un par de uruguayas residentes en EEUU, que también fueron parte de la fiesta portando con orgullo las banderitas de nuestro paisito, donde el Flaco Falero fue el encargado de llevar la bandera que nos distinguía.
Dado que casi cerramos el desfile (después de nosotros lo hicieron los corredores de Nueva York con más maratones disputadas), quedamos bien adelante al final del desfile, así que cuando llamaron a los principales animadores (ganadores y candidatos), resultó que estaban parados delante nuestro. Kipsang, Mutai... al extremo que apenas terminó la fiesta, pudimos movernos rápido y Mauricio se sacó una foto con Mutai.
Una fina llovizna que cayó el viernes, fue acompañada de un sustancial descenso de la temperatura y un viento que empezó a soplar. Mirando el pronóstico, vimos que efectivamente la previsión para el domingo era de una temperatura "congelante" (0 grado centígrado) y de ráfagas de 35 k/h. El sábado fuimos con Gonza a ver el musical "Motown" en Broadway, y por tal razón llegamos algo tarde a la habitación, cuando mis compañeros ya descansaban pues debíamos tomar el bus a la largada a las 5:30, frente a la Biblioteca Pública de Nueva York (que nos quedaba a unas 7 cuadras).
"Despegamos" a las 4:40 después de algunas dificultades (habituales) para dormir en la noche previa a una gran cita. Un desayuno rápido antes de partir más la ducha obligatoria, fueron parte del ritual. Considerando el frío que nos esperaba, llevé una calza larga y una camiseta térmica para "donar" antes de la largada, además de una bolsa de nailon que conseguí con las limpiadoras del hotel para protegerme mientras esperaba. Las fotos que tomamos en la previa, son la mejor demostración del clima reinante. Como dijera Mauricio, experimentamos en esas más de 3 horas de espera, lo que quienes viven en la calle sufren durante todo el invierno.
Recibimos abundantes bebidas calientes, frías, rosquillas, cereales y barras energéticas, mientras esperábamos para la largada. Mis compañeros largaron a las 9:40, en tanto a mi me correspondió hacerlo a las 10:05. En esos momentos previos, encontré a un uruguayo residente en España -Eduardo Kahyaian-, casado con una artiguense (coterránea, vecina en mi ciudad natal). Uno más entre los casi 51.000 corredores, y me encontró gracias a la bandera uruguaya que llevaba colgada a la cintura.
No. 28483, ola 2 (10:05 AM), corral D, zona de largada color naranja, fueron mis datos. A las 9:30 me encolumné frente a la entrada, y después de terminar de ingerir líquidos -apenas se hizo la largada de los de las 9:40, entre ellos Mauricio y el Flaco-, ingresamos al corral. En ese momento, me saqué la calza larga y la remera térmica, para iniciar el camino hacia la cabecera del puente Verrazano que une Staten Island con Brooklyn. "Long and windy roads", tituló "The New York Times" su suplemento especial sobre la maratón, y vaya si lo fue. Un cañonazo fue la señal de largada, y lentamente fuimos aproximándonos a la cinta que marcaba el inicio del tiempo de carrera para cada uno, tramo que me llevó unos 3 minutos y algo. En ese momento, aproveché para grabar la dedicatoria a mis queridas Estela y Raquel, recordar a mi padre y "encomendarme a mis dioses". Si quieren verlo, ahí tienen el link: Dedicatoria inicial

Apenas llegamos al puente, me subí a la vereda sobre la izquierda para sacar algunas fotos, con bastante dificultad dadas las fuertes ráfagas del viento que soplaba. Avanzamos con problemas dada la enorme cantidad de corredores, para emprender el camino por Brooklyn. Apenas terminamos de cruzar, ya la gran cantidad de público que alentaba y hacía "su fiesta", le daba un marco soñado a la carrera.


Completé los primeros 5 Kmts. en un tiempo neto de 27:39, muy razonable considerando el ritmo al que pensaba correr. Entre los 8 y los 11 Kmts., atravesamos Sunset Park y Carroll Gardens, rodeados permanentemente por orquestas que hacían sonar fuerte su música, y con puestos de hidratación (Gatorade y agua Polard Spring) cada una milla. Lo único negativo de tanta atención: la enorme cantidad de vasos que quedaba tiraba en la calle, pese a los esfuerzos de los voluntarios por limpiarlo permanentemente. Completé los 10 Kmts. en un tiempo total de 54:59, así que me mantenía dentro del ritmo esperado de 5:30/km.
Allá por el kilómetro 15 -siempre en Brooklyn-, alcanzamos la zona de Clinton Hill, momento en el que regalé a unos niños que estaban al costado, el gorro de Dunkin Donnuts y mi buff de Amanecer Comechingón, pues ya sentía calor en la cabeza. Los 15 Kmts. los marqué en 1:23:01, así que mantenía mi ritmo sin dificultades. Atravesamos la zona de Williamsburg -un vecindario "mágico" con presencia de judíos, hispanos y "yuppies"- con un toque bohemio fácilmente identificable. 


Las cámaras (fotos y video) seguían registrando el pasaje por ese entorno maravilloso.


Aproximadamente por el Km 16, veo una bandera uruguaya que se despliega, para indentificar a Diego "Gucci" Catelli, con quien me saqué una foto. En el kilómetro 20 -marqué 1:51:27- atravesamos el denominado "Greenpoint", parque donde hay una piscina olímpica y zonas donde se dan cita los corredores urbanos.
Completé la media maratón en 1:58:51, así que seguía manteniendo un ritmo muy razonable. Llegando al Km 22, encontramos el puente Pulaski que conecta Brooklyn con Long Island City en el barrio de Queens. Aprovechando la subida del puente, decidí caminar un poquito para recuperar algo de aire y evitar "quemarme" innecesariamente, además de seguir tomando imágenes de la carrera. En el Km. 25 atravesamos el puente Queensboro, que une Queens con Manhattan, momento en el que marcaba 2:23:12. Había bajado algo el ritmo, pero seguía manteniendo un buen promedio.
La enorme aglomeración de espectadores a ambas manos de la First Avenue -incluso alguna bandera uruguaya- seguía siendo un marco soñado. Eso sí, avanzábamos en sentido contrario a la zona de llegada, es decir que las calles "aumentaban de número", cosa no muy recomendable para la mente y el físico cuando uno está llegando al "famoso muro". Completé los 30 Kmts. en 2:54:14 y sentía que el cansancio estaba empezando a afectarme. Pero las ganas de disfrutar y divertirme, seguían a pleno. A los 31 Kmts, atravesamos el puente Willis que une East Harlem (o "Spanish Harlem", como canta Carlos Santana) con The Bronx. Imposible no identificarlo. Giramos a la izquierda y avanzamos hasta la 5a. Avenida, momento en el que giramos nuevamente a la izquierda y emprendimos la "bajada" (en el sentido de que empezamos a disminuir el número de las calles) hacia el Central Park. A los 34 Kmts., atravesamos el puente sobre la Madison Avenue nuevamente hacia Manhattan, para salir a la altura de la 138Sth.
Alcancé los 35 Km. -ya "sufriendo"- en un tiempo de 3:28:12. En una curva -km 36- sonaba "Dame un beso, un beso suave, ..." y un grupo de hispanos bailaba. Obviamente, me puse a practicar algunos pasitos y registré ese momento con mi cámara GoPro. Para verlo, presionar en el enlace: Bailando en el Km 36

Ahora sí, ya me detenía y caminaba en cada milla, cuando tomaba Gatorade o agua. Atravesamos Harlem, barrio multiracial, con orquestas de música de las más diversas, plenas de alegría. Alcanzamos la zona de Carnegie Hill, corriendo por el costado de Central Park con un viento de costado que seguía soplando fuerte, para dejar a nuestro lado el Guggenheim y el Metropolitan Museum of Art. A la altura del Km. 38 -90th. Street & Fifth Av.-, ingresamos al Central Park con un cartel que nos daba la bienvenida. El público seguía siendo un espectáculo en si mismo. Por suerte, en esta zona en general trotábamos con una leve bajada. Alcancé los 40 Km. en 4:01:38, y sentí que podía llegar a la meta cerca de las 4hs 15m. como era mi tiempo "ideal" para las condiciones que traía.
Ese tramo final se hizo duro. Salimos sobre el costado Oeste del parque y trotamos nuevamente hacia "arriba", para ingresar a los últimos 700 metros y alcanzar la meta en un tiempo neto total de 4:16:24 para los 42.7 km que me marcó el GPS (6:01/km). Obviamente, lo considero un tiempo muy razonable, dentro de lo definido como un "buen resultado" en la previa.

En esos últimos metros, pude dedicarle nuevamente la carrera a mis hermanas "de sangre" Estela y "de la vida" Raquel (vean el video en el siguiente enlace: Dedicatoria final), que me inspiraron durante todo el recorrido, en el registro con mi cámara GoPro que pude realizar, para desplegar enseguida la bandera uruguaya y atravesar la línea de meta. Aquí tienen el enlace al momento de completar el recorrido: Llegada a la meta

Fue mi carrera No. 36 de 42 kilómetros o más, y sigo contando.
A la llegada, nos colgaron la preciosa medalla, recibimos una capa de supervivencia (aluminio) para protegernos del frío, una bolsa de recuperación (Gatorade, agua, manzana, barra de energizante, cereales), y una preciosa capa a la salida, para posteriormente dirigirme a la parada del Metro y volver al hotel. Es tanta la gente que se agolpa, que le había dicho a Gonza que no me fuera a esperar, pues con seguridad no nos íbamos a encontrar.
A la llegada al hotel, encontré al Flaco Javier y a Mauricio, que habían marcado 4:00:00 y 4:00:04 -corrieron toda la carrera juntos-, y después de un baño reparador, fuimos a almorzar alguna cosa. A la noche y después de intercambiar novedades con los amigos, con Gonza cruzamos al Madison Square Garden a ver un partido de la NBA (New York Knicks contra los Charlotte Hornetts), y tuvimos el privilegio de asistir al tanto No. 20.000 de Carmelo Anthony. 


Y sigue contando. En esa oportunidad, enfocaron a varios corredores entre el público que lucían orgullosos sus medallas, además de uno que aún estaba con la ropa con la que había corrido y el poncho recibido a la llegada... El espectáculo -más allá del propio partido-, ya vale la pena. Para que disfruten de la presentación previa de los New York Knicks, presionen el enlace al video que grabé: Presentación equipo New York Knicks

¿Qué más aportar? Ocupé la posición 20.542 entre los 50.564 "finishers" (percentil 40), y la posición 1671 en mi categoría entre 3757 (percentil 44). El promedio de tiempo de todos los finishers fue 4:34:45, en tanto el tiempo del ganador -Kipsang- fue el peor de los últimos 25 años, lo cual es demostrativo de las condiciones en las cuales corrimos. Entre los 29 uruguayos registrados, ocupé la posición 14. El amigo "Caroteno" Chabalgoity -a quien nunca encontré- registró un excelente tiempo de 4:08:05 lo cual es un motivo más de satisfacción. Carina Outerelo se mandó un excelente tiempo de 3:59:57 -creo que la ví pasar cuando tomamos la Fifth Av.-, en tanto Carlitos "Corredor Libre" Perdomo marcó 4:17:42. Guille Winkler -compañero de Cantero Entrenamientos- fue el mejor uruguayo "por lejos", con un envidiable tiempo de 3:06:31.

"New York, New York,
I want to wake up
In that city that doesn't sleeps
And find I'm a number one, top of the list,
King of the hill
A number one"


No puedo dejar de reconocer que nuevamente "sufrí" la dureza de una carrera sobre la "distancia reina". Es que casi puedo decir que había olvidado lo que significan más de 42 kilómetros sobre calle, con un golpeteo permanente sobre piernas, músculos y articulaciones, bastante más acostumbrado al ultra trail de montaña.

Al día siguiente, fuimos con Gonza al paseo hasta la Estatua de la Libertad, donde encontramos un montón de corredores que lucían orgullosos sus medallas. Y yo que sentía un poquito de pudor con llevarla en el bolsillo... A partir de allí, me la colgué y recibí numerosas felicitaciones por la calle.


Todos los finishers recibimos una carta de la presidenta de los New York Road Runners, que arranca diciendo: "Unstoppable. Amazing. Indomitable. Together. You Got Your New York On in grand style". Además, nos informaba que se había registrado el finisher No. 1.000.000 en toda la historia de esta maratón, además de la participación de un basquetbolista de la NBA, de la tenista -¡no la vi!!!- Caroline Wozniacki (marcó un envidiable registro de 3hs 30min) y del CEO de Tata Consultancy Services (patrocinador de la maratón) Natarajan "Chandra" Chandrasekaran. El ganador entre los hombres fue el keniata Wilson Kipsang y entre las mujeres la también keniata Mary Keitany. En broma le decía a Mauricio que había "secado" a Mutai, al sacarse una foto con él el día del desfile...

Sigo pensando que esta vida me resulta algo cruel... ¡Estar al lado de Kipsang y Mutai, y no de Caroline Wozniacki!!! No es justo. Adivinen quién es quién, y comparen:

Para terminar, permítanme reproducir el texto que luce en la preciosa revista que nos entregaron cuando retiramos el kit:

"There is something about New York that trascends time and place. It's that little bit of individuality. Of dreamer. Of audacitiy. Of road-less-traveled. It isn't just a city, NYC is a place inside us all. This year for the first-ever TCS New York City Marathon, we're inviting the world to get their amazing on. To get their passionate on. To get their unstoppable on. To get their New York on."

En una traducción no muy literal, vendría a ser algo así como:

"Hay algo acerca de Nueva York que trasciende el tiempo y el lugar. Es esa pequeña parte de individualidad. De soñador. De audacia. De caminos poco transitados. No es solo una ciudad, Nueva York es un lugar en el interior de todos nosotros. Este año -por primera vez TCS New York City Marathon-, estamos invitando al mundo a conseguir lo que parece increíble. Para obtener lo más anhelado. Para sentirse imparables. Para hacer "su" Nueva York."

Extrañas sensaciones quedan después de una experiencia como la vivida. Uno se siente absolutamente pleno, lleno de satisfacción y orgullo, con una cierta cuota de "superioridad" mal entendida, como diciendo "yo lo hice" (si, con mucho de "pedantería" y sensaciones algo mezquinas, por qué no reconocerlo). Ni que hablar cuando siente la enorme motivación de quienes lo rodean -mis hijos Maite y Gonza, Adriana, Vivi, mis hermanos, sobrinos, sobrinos-nietos, amigos, compañeros de todos los dias-, que nos empujan en estas aventuras y que están pendientes de cada paso y cada latido. Pero a la vez no puedo dejar de reconocer que también queda una sensación de pequeñez ante la lucha que personas como mis queridas Estela y Raquel libran día a día. Esas sí que son guerreras que le dan sentido a todo lo que hacen. Durante el recorrido, encontré muchas camisetas con la leyenda "Imagine a world withour cancer", y crucé a muchos corredores con condiciones físicas disminuidas, que estaban cumpliendo con el recorrido pese a sus notorias dificultades.


Después de una experiencia como la que viví, cuesta mucho identificar nuevos desafíos. Pero en mi caso, ya lo tengo definido desde el momento en que quedé fuera del sorteo del UTMB: Gore-Tex Transalpine Run, 260 Kmts. en 9 etapas atravesando Alemania, Austria e Italia, en la última semana de agosto de 2015, junto a Pablo Lapaz.

¿Cómo no sentirme afortunado?



viernes, 7 de noviembre de 2014

NEW YORK CITY MARATHON 2014 - FINISHER

Esta maratón fue corrida con las piernas y con el corazón. Fue un homenaje a mi querida hermana Estela y a mi querida compañera Raquel (una especie de "hermana de la vida"), dos sobrevivientes luchadoras contra el cáncer, verdaderas heroínas y un ejemplo de vida. Y también fue por la memoria de mi padre, quien nunca llegó a correr una maratón, pero que sigue siendo una inspiración permanente. Estuvieron allí junto a mi, en cada paso y cada latido.