jueves, 27 de julio de 2017

Trilhas do Gaúcho 2017 - 50 Km en Arroio do Meio, RS, Brasil


Yuval Noah Harari en "Homo Deus" cita a Jorge Luis Borges en su cuento "Un problema", que versa sobre Don Quijote de la Mancha y su creación de un mundo imaginario en el que él es un campeón legendario que está dispuesto a luchar contra gigantes (los molinos de viento) y salvar a Doña Dulcinea del Toboso (en realidad, Aldonza Lorenzo, una ordinaria muchacha pueblerina). ¿Qué ocurriría, se pregunta Borges, si a partir de su creencia en tales fantasías don Quijote atacara y matara a una persona real? Se plantea así una pregunta fundamental acerca de la condición humana; ¿qué ocurre cuando los relatos que teje nuestro "yo narrador" nos causan gran daño o lo causan a los que nos rodean?

Me detengo solamente en una de las opciones planteadas por Borges, cuando expresa que cuanto más sacrificios hacemos para construir un relato imaginario, tanto más fuerte se vuelve el relato, porque deseamos con desesperación dar sentido a esos sacrificios y al sufrimiento que hemos causado.

¿A qué viene esa referencia a Harari y Borges?

Es que muchas veces pienso que quienes abrazamos estos desafíos, estamos dispuestos a hacer enormes sacrificios personales y familiares (con un toque egoísta indudable), y terminamos construyendo un "relato" que en general tiene poco de real a partir de ciertas (escasas) certezas. En la búsqueda de darle credibilidad, los resultados a los que me referiré en esta crónica, vienen muy bien para darle una pequeña cuota de "racionalidad" a esta pasión. Si es que ello es posible.

El grupo de uruguayos que hicimos internacional esta primera edición de Trilhas do Gaúcho, estuvo conformado por Carlos Douglas Hernández -generador de la iniciativa-, Andrea Montans, Andrea Molinari, Marianna Muzzio, Martín Zanabria, Paola Nande y yo. Viajamos en dos vehículos el día jueves 20, para alojarnos en el Zallon Hotel, en la preciosa ciudad de Lajeado, unos 120 kilómetros al noroeste de Porto Alegre. Resultó una preciosa y muy prolija ciudad, con unos 80.000 habitantes, considerada entre las mejores ciudades para vivir de Brasil, con un crecimiento ordenado y sostenido.

Después del descanso nocturno y un buen desayuno en la mañana del viernes, con Martín, Paola y Marianna salimos a trotar suavemente durante unos 45 minutos por un precioso parque ubicado muy cerca del hotel, y sus calles cercanas. Ya en la tarde, fue el momento de preparar las cosas para la carrera, después de una visita -para conocer el camino- a la zona de largada y llegada en Arroio do Meio, ubicado a unos 15 kilómetros de Lajeado.

En la mañana del sábado y tras un generoso desayuno temprano y de disfrutar unos mates, partimos a la zona de largada, donde llegamos unos minutos antes de las 9:00, con una niebla que cubría las zonas más bajas pero que se disipó totalmente cuando llegamos a la largada, para dar paso a un día soleado y claro. Los "morros" -pese a que no superan los 540 msnm- se ofrecían en todo su esplendor. Conversando con uno de los organizadores que tuvo a su cargo el marcado del terreno, nos estuvo comentando sobre sus características, y en particular alertando sobre las sucesivas subidas y bajadas. Disponíamos de 4 horas para llegar al Km 22 -donde había un primer corte-, un total de 8 horas 30 minutos para alcanzar el Km. 45 donde estaba el 2° corte, y 10 horas para completar todo el recorrido de 50 kmts. con 2500 metros de desnivel acumulado positivo. En particular, nos alertaron sobre los cuatro últimos ascensos -a modo de "serrucho" ubicados a partir del kilómetro 34.

La presencia de "uruguaios" fue motivo de atención, razón por la cual fuimos objeto de muchas fotografías y de una entrevista para la televisión. No deja de ser placentero que nos reciban tan bien en estos destinos, y que permanentemente nos estén agradeciendo por la presencia y participación en estos desafíos. Es cierto que puede llamar la atención que un grupo de corredores haga 900 kilómetros de ida y otro tanto de vuelta, para participar de estos desafíos, pero estos uruguayos estamos acostumbrados (somos "Esos locos que corren", como escribió Marciano Durán).

Destacó un corredor brasileño: "La organización de Brutus do Gaúcho hizo un gran esfuerzo para tener una prueba de nivel nacional en tierras gaúchas. Lo consiguieron. Una carrera barata, con buena estructura. Pero, principalmente, una prueba con trillos extremadamente técnicos. Los corredores con poca experiencia en este tipo de terrenos, sufrieron mucho. Hubo trechos en caminos de tierra, pero solamente como conexión para entrar a otros trillos". Lo único que le corrijo: fue una prueba de nivel internacional.

A lo que vinimos

Unos 6 minutos antes de las 10.00 AM, se hizo la largada por un camino de tierra durante 1,5 km en leve bajada, donde algunos salieron a ritmo fuerte, en tanto yo -como ya es característico- me puse a trotar suave para no quedar muy atrás, pero también para no ahogarme ya a la salida. Tomamos un sendero a la izquierda con rumbo al monte, para comenzar un ascenso hasta los 220 msnm, y enseguida volver a bajar. Douglas, Martín, Marianna y Paola se fueron adelante, en tanto las dos Andreas venían más atrás. Por el Km 5 retomamos nuevamente el ascenso, ahora ya fuerte y pronunciado, combinando caminos de tierra y "trilhos" algo sucios, hasta alcanzar el primer puesto de hidratación (PH) en el Km 7 con 370 msnm. Bebí algo de agua y seguí mi camino, para bajar hasta los 200 msnm y nuevamente ascender -ya rumbo al punto más alto- rumbo a la cima del Morro Gaúcho, tramo en el que alcancé a Paola que avanzaba sintiendo el cansancio.

Ya llegando a la cima y en un camino bastante sucio, Pao se enganchó en una raíz y pese a que no llegó a caer, tuvo una fuerte torcedura que la dejó con dolor en el tobillo. Me dijo que siguiera pues ib a esperar a recuperarse para seguir, y no quería retrasarme. Dado que teníamos corte por tiempo, decidí continuar y esperarla en el puesto de abastecimiento (PA) del Km 22. Llegué a la cima con 540 msnm -km 14 de carrera- con una vista espectacular de toda la zona, que aproveché para tomar fotos. Dimos un amplio giro a una pequeña laguna que hay en la parte alta, para posteriormente subir por una zona muy escarpada con piedras, y volver a girar para emprender la bajada. En ese momento, identifiqué a Paola que estaba cruzando por el PH ubicado ahí en el Km 14, así que me dejó tranquilo que había podido seguir.

La bajada por zona bastante sucia, la hice a un buen ritmo, con permanente zigzag dentro del monte y cuidando no caerme o engancharme en alguna raíz o piedra. Llegamos a la bifurcación donde los corredores de 30 Km tomaban a la izquierda, en tanto los de 50 Km lo hacíamos a la derecha, para cumplir con una muy larga vuelta por los morros, y volver a pasar por ese punto cuando hubiésemos alcanzado los 39 Km. Después de llegar a los 270 mnsm en el Km 19, nuevamente nos tocó subir hasta los 400 metros, para posteriormente encarar una larga bajada por una carretera de tierra, que nos llevó al PA del Km 22, donde llegué en 3hs 25 minutos (3:19 de acuerdo con el tiempo oficial, pues habíamos largado 6 minutos antes). Allí me detuve brevemente a descansar, tomé una guaraná, comí algo de fruta y repuse Gatorade, cuando vi llegar a Andrea Molinari. Me comentó que Andrea Montans venía más atrás, y a Paola la vi bajar por la carretera cuando retomaba mi camino por un sendero de tierra hacia la izquierda, en franca subida.

Llegamos al primer corte, pero esto recién empezaba

A partir de este punto y después del breve descanso y recuperación en el PA, disponía de 5 horas para los siguientes 23 kilómetros de carrera, razón por la cual me quedé bastante más tranquilo pues había hecho los primeros 22 km en algo menos de 3 horas 30 minutos. De cualquier forma, recordaba el comentario sobre la dificultad de los últimos cuatro ascensos, así que no podía "dormirme" en los laureles. Nuevamente enfrentamos una subida pronunciada y sucia hasta los 450 msnm, para posteriormente transitar por un permanente sube y baja hasta el Km 31, donde salimos a una carretera de tierra. Serían las 15 horas aproximadamente, y me empecé a sentir terriblemente cansado, en ese tramo en subida hasta el PA del km 35. Un poquito antes, me alcanzó Andrea Molinari quien me comentó que Paola muy posiblemente hubiese abandonado en el Km 22 pues venía cansada y prefería esperar al "corte por tiempo". El encuentro llegando al PA me cambió a partir de ese punto. Me recuperé después de tomar bastante agua, comer frutas y algunas galletitas, y encaramos juntos tirando en las subidas y largándonos al trote en las bajadas.

A partir de ese km 35, nos quedaban los ya famosos últimos cuatro ascensos y descensos. Como nos habían dicho, resultaron duros, exigentes y peligrosos, con tramos con muchas piedras y barro pegajoso. En el Km 39 nos controlaron las linternas frontales, antes de ingresar nuevamente a la zona de monte. La larga sucesión de subidas y bajadas se hizo interminable, pues además notamos que estábamos muy cerca de la meta, ya que el sonido de los parlantes de la Organización se escuchaba con mucha claridad. Exactamente en el Km 45 -donde estaba el último PH- superamos el último corte por tiempo con 8 horas de carrera, prácticamente el mismo margen que teníamos cuando llegamos al corte del Km 22 (30 minutos).

Tomamos a la derecha por unos escasos 300 metros, para nuevamente iniciar el ascenso -el último- hasta los 320 msnm, ya con la oscuridad de la noche, lo que nos hizo dudar en algún tramo pues no veíamos bien las señales. El descenso también fue peligroso, pues a la dificultad del terreno, se le sumaba la escasa visibilidad. En el tramo final, superamos a algunos corredores, para llegar a la meta en un tiempo total de 9 hs 08 minutos (mejor de lo esperado), donde nos esperaban nuestros compañeros que ya habían arribado.

Terrible paliza para el cuerpo, una fiesta para el alma.

Recibimos dos preciosas medallas y -con el frío reinante- aguardamos a la entrega de premios, ya que nos llevamos muy agradables sorpresas:

- Martín Zanabria - 7 hs 07 min - 4° en su categoría
- Douglas Hernández - 7 hs 18 min - 2° en su categoría
- Marianna Muzzio - 8 hs 22 min - 1a. en su categoría
- Andrea Molinari - 9 hs 08 min - 1a. en su categoría
- JX (yo) - 9 hs 08 min - 2° en la categoría

Los cinco recibimos preciosos trofeos y nos tomamos muchas fotos. Luis Leandro Grassel -el Organizador- comentó durante la entrega de premios, que "os uruguaios vieram para arrebentar...". En la distancia de 50 Km ("Brutus", como la apodaron), completamos el recorrido 74 corredores. Paola -como ya señalé- había quedado fuera en el corte por tiempo del Km 22 (pese a que llegó con margen, pero decidió esperar), en tanto Andrea Montans tuvo algún inconveniente con el recorrido ya que se perdió y llegó a un punto de control por otro lado.

En lo personal, me sorprendí con el buen resultado, lo que además es mi mejor tiempo en la distancia, en un recorrido con mayor grado de dificultad que los anteriores. Fue mi "maratón y ultramaratón" N° 53, completando un total de 7.560 kilómetros en competencias.


"Es mucho más fácil vivir con la fantasía, porque la fantasía da sentido al sufrimiento", concluye Harari en su libro Homo Deus citado al comienzo. "Algunas personas viven una tragedia, otras habitan en un drama religioso inacabable, aún otras abordan la vida como si se tratara de una película de acción, y no son pocas las que actúan como si de una comedia se tratara. Pero, al final, todas son solo relatos".

2 comentarios:

javier serra dijo...

buenisimo. parabems!!

Jorge Xavier dijo...

Obrigado, Javier. Abrazo