lunes, 19 de enero de 2015

Nunca corrió Ultramaratones de montaña. ¿Quiere hacerlo? (por Vivian Pavâo)

El que sigue es un precioso artículo publicado en la página de Bombinhas Adventure Runners (http://bombinhasrunners.com.br/blog/noticias/nunca-corri-ultramaratonas-de-montanha-sera-que-consigo/)

Vivian es ultramaratonista de carreras de montaña, una persona como nosotros: se levanta temprano, hace esfuerzos para adaptar la rutina de entrenamientos día a día, impulsada simplemente por el amor por el deporte, el desafío y el contacto con la naturaleza.
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"Si leen un post mío en el que hablaba del verdadero espíritu de las carreras de montaña, eso ya es al menos un 50% de lo que se necesita. El resto, en mi opinión, es lo que yo llamo la "cabeza", alrededor del 40% y el entrenamiento físico es el 10%.

¡Vaya! ¿Sólo 10de entrenamientos? ¡Sí! Eso es lo que experimento y veo que sucede con mis amigos que corren en la montaña. De ninguna manera digo que no es importante una buena condición física para afrontar este tipo de competencia. Por lo contrario, estoy asumiendo que el entrenamiento físico y técnico es una condición básica para la práctica de cualquier deporte, especialmente en las montañas, que requiere habilidad, equilibrio, respuesta muy rápida a los cambios de terreno obstáculos naturales, y mucha forma física que implica resistencia y "explosión" en carrera. Si no lo saben, el mejor atleta actual de Endurance Trail (carreras de montaña de larga distancia) Kilian Jornet -un español tan sólo 27 años, que desde los 25 años ya es considerado el mejor atleta de esta modalidad-, tiene el más alto VO2 max del mundo: 92. En otras palabras, el entrenamiento físico es importante, pero la clave es la "cabeza".

Lo que veo que sucede con mis amigos en la disciplina -e incluso conmigo- es que si la cabeza no acompaña y no fortalece al cuerpo frente a las dificultades y, principalmente, las adversidades que se encuentran durante el entrenamiento o la competencia, el cuerpo falla. Incluso aunque esté extremadamente preparado.

¿Pero, qué es la "cabeza"?

Es el control mental que el atleta aprende a tener con la experiencia en los entrenamientos y pruebas duras. Duras tanto en intensidad, duración y -sobre todo- cuando hay una situación adversa en juego: el clima, el terreno, una indisposición, o simplemente, que un día nuestro cuerpo "no responde". Y puedo decir que la prueba más difícil para mí fue en mayo de este año, cuando me decidí a correr los 100 km de Indomit Costa Esmeralda.

La única certeza que tuve durante toda la carrera era que iba a llegar. Tuve dolor en los tendones de Aquiles, desde el km 40, y al correr en el plano -donde se debe desarrollar una mayor velocidad-, estaba muy dolorida. Y aún faltaban 60 kilometros. Resistí y completé la carrera, pero fue una gran batalla mental. Hablé con varios ultramaratonistas muy experimentados en el camino. Recuerdo la conversación que tuve en una larga subida con uno de ellos en el final (faltaban unos 20 km). Dijo que había largado muy fuerte, estaba en 3er lugar en la general, me contó sobre las pruebas que corrió, y esta sería sólo otro gran desafío. Pero estaba pagando por su error, y no se daría por vencido. Caminaría los 20 km hasta el final. Cabeza. Quería llegar. Y llegó. Este espíritu de no rendirse nunca, es lo que veo en muchos ultramaratonistas. Ir hasta el límite, sin pensar en las consecuencias para el cuerpo. Principalmente en los atletas aficionados.

Confieso que quedé pensando mucho sobre ello. Ya estuve en situaciones en las que abandoné para "cuidarme" por diversos motivos. Pero, principalmente, porque no quería estar allí. Una vez más la cabeza. He tomado esta decisión en dos pruebas para respetar mi cuerpo, descansar y volver más fuerte en otra competencia. Tal vez porque ya haya superado el límite de mi cuerpo varias veces (cargo 3 cirugías, 2 en ambos pies y 1 de la cadera). Entonces, prefiero cuidar y recuperarme para ir muy cerca del 100% en próximas pruebas. Y abandonar, a mí, hoy, me aburre, pero no me quita la motivación para seguir entrenando duro y haciendo mi mejor esfuerzo. Además, si no desistí de correr después de tres cirugías, no será ahora en que estoy totalmente recuperada, que dejaré de correr.

Los ultramaratonistas no se dan por vencidos. Incluso el abandono de un entrenamiento o prueba, siempre nos hace volver para conquistar aquello sobre lo cual, momentáneamente, nuestra cabeza había pedido una tregua. La mejor manera de fortalecer la cabeza está poniendo el cuerpo, poco a poco, en situaciones de superación. Para ser ultramaratonista de montaña, hay que quererlo, y mucho.

¡Óptimos entrenamientos! ¡La montaña te está llamando!

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