Ayer domingo 6 de octubre, se disputó la XI Edición de la carrera de aventuras "Sendero de los Carros", organizada por la Agrupación de Triatletas de Florida, sobre las costas del Río Santa Lucía. Allá por el año 2007, fue mi primera "carrera de aventuras" formando parte del equipo "Sayago Running", así que me une un particular sentimiento con este desafío, además de los excelentes vínculos generados con los amigos organizadores. Cuando recuerdo que hace pocos días formé parte de la CCC sobre 101 Km y 6100 mts de desnivel acumulado positivo en el Ultra Trail del Mont Blanc, no puedo menos que sentirme profundamente agradecido por el "descubrimiento" de esta disciplina.
Al igual que en años anteriores, formé parte de los "Orejanos Sureños" junto a Sebita Paulós. A las 7:45 pusimos rumbo a Florida, para encontrar una muy densa niebla a la altura de las zonas más bajas de Canelones, que nos hicieron demorar un poquito, pero a las 9:00 ya estábamos en el destino. Nos correspondió el No. 83.
En la previa, encontramos a un muy buen número de amigos -como es el caso de Gabriel Madoz y "Tachu Vegano"- que corrieron en equipo con las camisetas de Peñarol y Nacional, demostrando que la amistad está por encima de las rivalidades deportivas. Varios de los amigos se han ido sumando a partir de los comentarios que les he hecho sobre estas disciplinas, y puedo decir que todos quedan "locos de la vida" después de sentirse algo niños, chapoteando en el medio del barro.
Un muy buen número de compañeros de los Atletas del Sur nos hicimos presentes, como lo testimonia esa foto. Aquí todavía estábamos en buenas relaciones con Víctor Trillas, que corrió con su hijo Nico. Es más, en la previa me decía "te voy a morfar, veterano". Siempre pensé que era en buenos términos, pero... "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida", canta Rubén Blades.
Bueno, lo concreto es que finalmente la carrera se largó a las 11.00 con una hora de atraso. Largamos desde la Asociación Rural de Florida por un camino de balasto de unos 500 metros, hasta debajo del puente que cruza la Ruta 5, donde nos metimos al agua para ingresar enseguida al monte. Mucha agua y barro nos estaban esperando, en un tramo donde pudimos mantener un ritmo interesante, para completar el primer kilómetro en 5m36s. Esquivando ramas y metiéndonos en una zona tupida, fuimos avanzando para completar el K2 en 7m20s. después de subir y bajar el terraplén que cruza la vieja vía del tren, ayudados por una cuerda. Salimos a una zona un poquito más "limpia" (sin tanta vegetación...) para completar el K3 en 5m31s. Avanzábamos junto a los Trillas, manteniendo un buen ritmo, cuando vimos que varios corredores volvían haciendo el camino inverso... ¡se equivocaron de camino! Casi enseguida, salen varios de los que corren más lento que nosotros, por un camino a la derecha... ¡otros que cortaron! Asumo que por error. En el más profundo barrial -en muchos tramos hasta la rodilla- completamos los 4K en 8m 11s. Ya estábamos poniendo rumbo a la zona de llegada, siempre por terreno muy sucio, lleno de ramas, agua y barro, enterrándonos a más no poder, pero por sobre todo con mucha diversión.
A falta de 1 K, alcanzamos y superamos a Mauricio Sanner, "locatario", así que fue buen momento para confirmar que no nos habíamos equivocado en el recorrido sino que lo habían hecho los que habíamos visto cruzar. Apuramos un poco el paso, para salir nuevamente bajo el puente de Ruta 5 y emprender los últimos 500 metros hacia la Rural de Florida, cuando Sebita me "incentiva" a apurar el paso y superar a una pareja mixta que iba unos metros más adelante. Ya ingresando al predio y con un ritmo firme, teníamos a los Trillas a escasos metros, así que el "empujoncito" final de Seba me llevó a apurar el paso y superar a nuestros amigos a escasos metros de la meta, como se ve en la foto.
¡Para qué! Víctor también apuró el paso y en su intento por superarnos, "me llevó puesto". Afirma que fue sin querer, al intentar esquivar a una señora que sacaba fotos sobre su izquierda. Se volcó un poquito hacia la derecha y me tocó en un pié, para hacerme trastabillar y "volar"...
Compa, es todo broma. Como podrás imaginar, este tipo de accidentes no manchan en lo más mínimo la excelente amistad construida en las condiciones más difíciles. Quedará como una anécdota "que se parece a un accidente", como diría Don Corleone... ¡siempre y cuando aparezca yo llegando antes que ustedes en los resultados oficiales!
Nos vemos, en la ruta.
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