Una crónica como siempre soñé: nuevo PR en la "distancia reina" (Maratón de Rosario 2011)

X Maratón Internacional de la Bandera, Rosario (Argentina), 26.06.2011

Partimos desde Montevideo el pasado viernes 24, en una noche con mucho frío, desde el Obelisco. Apenas llegamos, empezaron a llegar los amigos con quienes compartimos esta aventura: “Abeja” Castro (Halcones), Charles Fagián (Lokos por Correr, que venía desde San Carlos), PS (Coyotes), Edu Medina (Olimpia) y su hijo, César Tubino y Ana Do Carmo (Sayago Running), Eduardo Matta (Ruteros 60), Dardo Segurola y Analhía (Coyotes), K-Brón Barboza (Halcones), varios más ... y los compañeros de Atletas del Sur: Marcelo Bariatti, Leandro Barrella, Daniel Clavijo, Jacqueline Novasco, Ramón Parodi y Rosario Saravia. Recibimos la visita de Hugo Gordillo, que fue especialmente a despedirnos ... un grande. El ómnibus se puso en marcha a las 23:20.

En las conversaciones previas, ya me encargué de terminar de convencer al Abeja para correr los 80K de la Half Mision en San Javier y Yacanto (Córdoba) el 10 y 11.09.11. Me costó muy poco.

Pude dormir sin dificultades. A las 7:30, ya llegando al destino, recibí un mensaje de Pedro Rodríguez (Goes), pidiendo que le comprara la camiseta de la maratón. Llegamos al hotel a las 9:00 y nos instalamos. Nos correspondió la habitación 410. Pude darme una ducha rápida, bajamos a desayunar y fuimos caminando hasta la Expo Maratón en el Centro Deportivo Belgrano, al lado del Monumento a la Bandera, con César y Ana. Hacía un frío terrible.

Me correspondió el No. 183, recibimos una preciosa remera recordatoria, compramos algunos regalos y sacamos fotos. En ese momento, me dice Adriana que una pareja de jóvenes nos miraban ... en cuanto me di vuelta, uno me dijo: “Profesor”. Eran alumnos de Facultad, que nos habían reconocido, y que según dicen, en oportunidad de la prueba de revisión identificaron a Adriana pues estaba usando una camiseta de Salomon.
Salimos y subimos al Obelisco, para sacar algunas fotos desde lo alto. Después de eso, tomamos un taxi y fuimos hasta Alto Rosario Shopping, donde hicimos algunas compras, en particular libros (para no perder la costumbre). Allí encontramos a Adolfo Fernández y otros amigos de Última Fila, que habían viajado el viernes. Almorzamos en la plaza de comidas y fuimos hasta el Bar El Cairo –donde frecuentaba Roberto Fontanarrosa- a tomar un café, pero no pudimos ingresar dada la enorme cantidad de gente que había.

Así que seguimos hasta el hotel a descansar un poco, prometiendo volver más tarde.

Después de una buena siesta, a las 18:30 fuimos nuevamente hasta El Cairo, donde ahí si pudimos tomar un buen café y jugo de naranjas. En el retorno al hotel, encontramos a Marcelo, Rosario, Jacque, Charles y Edu Medina, que andaban de compras, así que los acompañamos. A las 21:00 tuvimos la “pasta party” y posteriormente nos fuimos a dormir, para descansar temprano. Dado que ya me siento un “veterano” en estas batallas, puedo decir que no me sentía ansioso ni preocupado por el desafío. Es la 11ª vez en la “distancia reina”, y mi 3ª vez en esta maratón.
A las 6:40 sonó el despertador. Me vestí y bajamos a desayunar. A las 8:00, con cero grados en el termómetro (“ni frío ni calor” diría alguno ...), salimos rumbo a la largada. Había un frío que “cortaba”, pese a lo cual decidí correr con camiseta de manga corta. Después de las fotos de rigor (entre ellas, una con la camiseta de Peñarol), se dio la largada a las 9:00, donde salimos con el Abeja, Daniel Clavijo y Leandro Barrella tratando de acompañar al “pacer” de las 4h 10’ ... pero enseguida se quedó atrás.

Salimos a un ritmo más fuerte, desde frente al Monumento a la Bandera con rumbo Norte. El primer kilómetro lo hicimos en 5’45”, para cruzar por el túnel que está a la altura de Parque España, donde un músico alegraba el paso de los corredores. El 2º kilómetro lo hicimos en 5’35”, y ya ahí empezamos a decirnos “venimos muy fuerte” ... pero seguíamos. A la altura de Parque Norte, doblamos a la izquierda y tomamos la Av. Oroño, donde se nos juntó el “Paya Thón”, un corredor vestido de payaso con una corneta que molestaba –pese a lo simpático del personaje- con sus ruidos tan estridentes, al extremo que más de uno le pidió que aflojara. A los 6K –ya en Parque Independencia- bordeamos el estadio de Newell’s Old Boys, el hipódromo y completamos los primeros 10K en un total de 57’ (5’42”/K).

Pese a que permanentemente nos decíamos que íbamos muy fuerte, igualmente seguíamos al mismo ritmo. En algún momento, Leandro y Daniel se quedaron algo atrás, pero enseguida nos alcanzaban. Tan bien íbamos, que por la Av. Pellegrini, a la altura del K13, hasta me dio para contar un chiste ... y de los largos. En Parque Urquiza, pusimos rumbo a la zona de largada, donde doblamos a la derecha a la altura del K15, donde encontré a Fernando Martínez (Goes) que estaba alentando al costado y con quien me di un fuerte abrazo. Momento de ingerir el primer sobre de carbohidratos en gel y comer una barrita de cereales. Doblamos por la costanera para alejarnos rumbo al Sur, donde identifiqué a amigos que ya volvían: Marcelo, Ramón, K-Brón, Adolfo Fernández y los compañeros de Última Fila, Giramos en U en el K17, para volver a poner rumbo Norte. Ahí identifiqué a otros compañeros y amigos: Jacque, el Pirata Solari, Mariella Puppo en su debut en la distancia reina, que venían a buen ritmo.

A los 19K cruzamos por la zona de largada. Completamos los 20K en 1:52:30, es decir que los 2ºs. 10K los hicimos en 55:30 (5’33”/K). Leandro y Daniel se nos unieron nuevamente. Llegamos a la media maratón (21K 097m) en 1:58:30, enseguida de la salida del túnel, donde estaba un puesto de hidratación y frutas. Continuamos por un largo tramo sobre la Costanera del Río Paraná, para doblar en el K23 a la izquierda e ingresar por el Bv. Avellaneda y salir a la altura del K25 al costado del Gigante de Arroyito, es estadio de Rosario Central. En ese momento, ingerí el 2º sobre de carbohidratos. Nos esperaba un largo camino sobre la costanera, hasta girar en U en el K29, donde el Abeja se nos fue un poquito adelante. Emprendimos el retorno para alcanzar los 30K en un total de 2:49.00, es decir que los 3ºs 10K los hicimos en 56:30 (5’39”/K) ... seguíamos a un ritmo fuerte. Chequeaba permanentemente el estado de mi cuerpo, y no sentía molestias preocupantes.

Poco después de los 31K, no tuve más remedio que parar a “desagotar” ... me acompañó Daniel, que también venía con mucha carga. Pero en tanto Dani pudo terminar relativamente rápido, yo seguía ... al extremo que se me fueron como 100 metros más adelante. Así que salí un poquito más forzado, para alcanzar a Leandro a los 33K, en tanto el Abeja y Daniel se fueron un poco adelante. A los 35K ingresamos al Parque Scalabrini Ortiz, donde está el Shopping Alto Rosario, momento en el cual sentimos el grito de aliento de Marcelo Bariatti que ya estaba saliendo de ese recorrido (llevaba unos 2.5K más que nosotros). Ingerí el 3er sobre de gel. “Ya estamos ahí”, me dije. Hice un cálculo rápido y percibí que podía llegar en poco más de 4 horas, y por tanto marcar un nuevo récord personal.

Con Leandro llegamos a los 40K en 3:49:30, y por tanto hicimos los 4ºs 10 kilómetros en 1:00:30 (6’03”/K). En ese momento, recibimos fruta en un puesto, cuando Leandro se quedó un poco atrás. Manteniendo el paso, enfrenté el último tramo con una bajadita previa a tomar la recta final en Av. Belgrano.

Finalmente, desplegué la bandera uruguaya faltando 300 metros para la meta, me emocioné ante el grito del público que alentaba con su “fuerza Uruguay” y percibiendo que mi nuevo récord era una realidad. Edu Medina se puso a mi lado y me alentó diciendo “excelente tiempo, Jorge”, unos metros más adelante Adriana me saludó y me sacó una foto, y finalmente crucé la meta de espaldas para que el relator leyera mi nombre ...

Completé el recorrido en un tiempo neto de 4.02.29 (5’45”/K), es decir que los últimos 2.195 mts los hice a un promedio de 5’55”/K. Es mi nuevo PR, 5 minutos menos que el anterior (conseguido en Buenos Aires 2010), 20 minutos menos que mi mejor tiempo en Rosario (2008) y 21 minutos menos que mi última maratón (Santiago – Chile 2011). No sufrí ninguna consecuencia ni dolor extraño. Nos volvimos caminando hasta el hotel, para mover un poco los músculos. Después de un buen baño, fuimos caminando hasta Pizza Piazza a almorzar, momento en el cual comuniqué las buenas noticias a los amigos.

Quedé en la posición 837 en la general, entre un total de 1400 que llegaron a la meta, y ocupé la posición 82 en mi categoría. Los compañeros “sureños” registraron los siguientes tiempos: Marcelo 3:45, Ramón 3:56, Daniel 4:01, Leandro 4:04, Jacque 5:06 y Rosario 5:58. El Abeja llegó en 4:00 y Mariella Puppo, compañera de trabajo, completó su primera maratón en un excelente tiempo de 4:55.

A la noche, cuando paramos para cenar en un parador en Argentina, Eduardo (Ruteros 60) me miró a la distancia y me dijo: “¿pensando en la crónica que vas a escribir?”. Y no le erró.

En cada oportunidad en que pienso en estas “locuras”, me pregunto qué extraña fuerza nos mueve a enfrentar tamaños desafíos, con una alegría contagiante. Personas que casi seguramente –o sin “casi”- no tienen cosas en común salvo esta “pasión” enfermiza, son capaces de sumarse a una aventura y compartir alegrías, triunfos y “dolores”, sin otra recompensa que sentir la satisfacción de haber alcanzado una nueva meta. Como dice la medalla recordatoria: “42 kilómetros más de gloria”, o la camiseta, que reza: “Maratonista”, son motivo más que suficiente para abrazar esta actividad. “El dolor es pasajero, la gloria es eterna”, enseña el grupo de triatletas “Rosario Tritim” en un pasacalles ... que esta vez faltó.

¿Qué sigue? Como desafío, el Ultra Trail del Champaquí, 80K en San Javier y Yacanto, el 10-11/09/2011.